The New York Times
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, concedió el lunes tres tipos de indultos a las casi 1.600 personas que se enfrentaban a un proceso judicial por el ataque al Capitolio el 6 de enero de 2021. Trump emitió indultos formales a asaltantes condenados por cualquier delito relacionado con el 6 de enero, comenzando por los delitos más leves, como allanamiento y alteración del orden público, y aumentando en gravedad hasta la agresión a agentes de policía y conspiración sediciosa.
Trump también conmutó las sentencias de 14 miembros de dos grupos de extrema derecha, los Proud Boys y la milicia Oath Keepers. La mayoría de esos acusados fueron condenados por cargos de sedición y cumplían penas de prisión de hasta 18 años. Según las conmutaciones, sus sentencias se reducirán al tiempo cumplido.
En una medida separada pero relacionada, Trump ordenó a su Departamento de Justicia que desestimara todas las acusaciones penales que seguían pendientes contra los acusados del 6 de enero. Y ordenó a la Oficina de Prisiones que “implemente implementara de inmediato” sus concesiones de clemencia, lo que significa que los aproximadamente 240 alborotadores tras las rejas podrían ser liberados tan pronto como hoy.
Los ausados de delitos menores
Los indultos de Trump y sus demandas de que se desestimen los casos cubrieron a unos 1.000 delincuentes no violentos, el grupo más grande al que se le concedió clemencia. A esos acusados solo se les imputaron cargos de delitos menores asociados con el ataque al Capitolio, como violar los terrenos restringidos del Capitolio o ingresar ilegalmente al edificio en sí, pero nunca se los acusó de romper nada ni lastimar a nadie.
Pero aunque es posible que no hayan cometido actos de violencia, un tribunal federal de apelaciones dictaminó que cada persona que se unió a la turba el 6 de enero, “sin importar cuán modestamente se haya comportado”, contribuyó al caos en el Capitolio.
Couy Griffin, un ex funcionario local del condado de Otero, Nuevo México, era un ejemplo típico de acusados como este. Griffin, fundador de un grupo llamado Cowboys for Trump, fue declarado culpable de trepar ilegalmente muros en los terrenos restringidos del Capitolio y sentenciado a 14 días de prisión.
Hace dos años, Griffin fue destituido de su cargo después de un juicio en virtud de la prohibición de la 14ª Enmienda a que los insurrectos ocupen cargos públicos. Fue el primer funcionario público en ser destituido de esa manera en más de un siglo.
Casos de agresión
Los indultos y las desestimaciones pendientes también cubrieron a más de 600 acusados de agredir, resistirse o impedir el trabajo de los agentes del orden en el Capitolio, casi 175 de los cuales fueron acusados de hacerlo con armas letales o peligrosas, incluidos bates de béisbol, tablones de madera, muletas, palos de hockey y patas de mesa de madera rotas.
Los acusados de agresión fueron condenados a algunas de las penas de prisión más largas de todos los asaltantes del 6 de enero. David Dempsey, miembro de los Proud Boys de California, recibió la pena más severa por agresión: 20 años de prisión.
Los fiscales dicen que Dempsey participó en un ataque sostenido contra varios oficiales en el Capitolio, usando sus manos, sus pies, un asta de bandera, muletas, gas pimienta y muebles rotos.
Dempsey fue tan agresivo el 6 de enero que en un momento agredió a un compañero asaltante que estaba tratando de desarmarlo. También se paró junto a una horca afuera del Capitolio y pidió el ahorcamiento de demócratas prominentes, entre ellos la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi y el expresidente Barack Obama.
Casos de conspiración
El acusado más destacado condenado por cargos de conspiración e indultado por Trump fue Enrique Tarrio, el ex líder de los Proud Boys, quien fue declarado culpable de conspiración sediciosa en un juicio con cuatro de sus compañeros.
La situación de Tarrio el 6 de enero fue única. No estaba en Washington ese día, ya que había sido expulsado de la ciudad días antes por un juez local que presidía los cargos penales separados presentados contra él por vandalizar una iglesia negra un mes antes del ataque al Capitolio.
Aun así, los fiscales dijeron que Tarrio se mantuvo en contacto con compatriotas mientras asumían posiciones en la vanguardia de la turba y desempeñaban un papel central tanto en cometer actos de violencia como en alentar a otros a participar en ellos en el Capitolio.
Trump utilizó un método diferente para conceder clemencia a los coacusados de Tarrio en el juicio por sedición: Joseph Biggs, Ethan Nordean, Zach Rehl y Dominic Pezzola, quien es más conocido por haber destrozado una de las primeras ventanas del Capitolio con un escudo antidisturbios robado a la policía. Trump conmutó sus sentencias, reduciéndolas de hasta 18 años de prisión a tiempo cumplido. E hizo lo mismo con un ex Proud Boy llamado Jeremy Bertino, quien se dio vuelta contra sus compatriotas y testificó en su contra en el juicio.
Trump también conmutó la sentencia de 18 años de sedición impuesta a Stewart Rhodes, el líder de los Oath Keepers, otro grupo de extrema derecha que fue fundamental en los disturbios. A otros ocho miembros de los Oath Keepers, la mayoría de ellos condenados por conspiración sediciosa, también se les conmutaron las sentencias.
Por Alan Feuer
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