The New York Times
En casi todos los estados que han prohibido el aborto en Estados Unidos, el número de mujeres que se sometieron a abortos aumentó entre 2020 y finales de 2023, según el recuento más completo de todos los abortos por estado desde la revocación de Roe v. Wade.

En los 13 estados que promulgaron prohibiciones casi totales del aborto, el número de mujeres que se sometieron a abortos aumentó en todos menos tres. Algunas mujeres viajaron a clínicas en estados donde los abortos eran legales. Otras pidieron píldoras abortivas a médicos estadounidenses en línea, después de que los médicos de otros estados comenzaran a recetar en virtud de leyes de protección que los protegen cuando proporcionan píldoras por correo a pacientes en estados con prohibiciones.

Los únicos estados con prohibiciones donde el aborto disminuyó durante este período fueron Texas, donde la disminución fue pequeña; Idaho, donde fue mayor; y Oklahoma, donde los datos mostraron una cantidad inusualmente grande de abortos en 2020.

A nivel nacional, el estudio también encontró que los abortos han seguido aumentando. En la primera mitad de este año se realizaron aproximadamente 587.000 abortos, un aumento de más del 12% con respecto al mismo período de 2023.

“Es una sorpresa para todos”, dijo David S. Cohen, coautor del próximo libro “After Dobbs: How the Supreme Court Ended Roe but Not Abortion” y profesor de derecho en la Universidad de Drexel. “Creo que la mayoría de la gente pensó que habría creatividad y determinación que seguirían permitiendo que muchas personas abortaran una vez que se revocara Roe v. Wade. Pero no creo que nadie pensara que se mantendría igual, y mucho menos que aumentaría”.

Muchas prohibiciones estatales entraron en vigor poco después de junio de 2022, cuando la Corte Suprema revocó Roe, que había garantizado el derecho al aborto en todo el país. Otros estados comenzaron a implementar leyes de protección en el verano de 2023. Los nuevos datos muestran hasta qué punto estas leyes han atenuado los efectos de las prohibiciones.

En los últimos años, muchos grupos antiabortistas han abogado por una prohibición federal que anularía las leyes estatales.

“Se produce una grave ruptura de la ley cuando un estado intenta interferir en los esfuerzos de otro estado por proteger a sus ciudadanos”, dijo Kristan Hawkins, presidenta de Students for Life of America, un grupo que se opone al aborto. “Los estados tienen derecho a proteger a las madres y a los niños no nacidos”.

El aumento de los abortos podría estancarse o revertirse bajo una administración presidencial diferente o una decisión judicial importante. La adopción del aborto por telemedicina por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos comenzó en 2021 bajo la administración de Biden, y se han aprobado leyes de protección en varios estados con liderazgo político demócrata. La vicepresidenta Kamala Harris ha hecho de la protección del derecho al aborto un tema central de su campaña.

El expresidente Donald Trump ha enviado mensajes contradictorios sobre cómo regularía las píldoras abortivas, pero ha expresado su disposición a restringir el acceso a ellas. Una futura FDA podría prohibir el aborto por telemedicina o revertir por completo su aprobación de las píldoras abortivas. Los funcionarios federales también podrían imponer restricciones al envío por correo de cualquier material utilizado en abortos. Una demanda que se está tramitando en los tribunales federales busca restricciones similares.

El nuevo análisis, publicado el martes por WeCount, un grupo supervisado por investigadores académicos, incluye recuentos de abortos de todos los proveedores de abortos conocidos en los Estados Unidos desde abril de 2022. También utiliza datos de encuestas clínicas del Instituto Guttmacher, un grupo de investigación de salud reproductiva, sobre la cantidad de mujeres que viajan entre estados para recibir atención de aborto, y datos comparativos de 2020. Ambas organizaciones apoyan el derecho al aborto.

Por primera vez, el informe desglosa la cantidad de abortos proporcionados bajo las nuevas leyes de protección. En promedio, encontró, estas leyes están permitiendo 7.700 abortos al mes en estados con prohibiciones totales del aborto o prohibiciones de seis semanas.

En Mississippi, donde el aborto es ilegal desde julio de 2022, alrededor de 3.300 mujeres abortaron en un período de seis meses el año pasado, un aumento del 16% con respecto a las 2.850 en seis meses de 2020. Casi la mitad de las mujeres solicitaron píldoras en virtud de las leyes de protección y el resto viajó fuera del estado. En el caso de las mujeres de Virginia Occidental, los abortos aumentaron un 57% y en Tennessee, un 38%.

Foto: AFP

Los abortos por telemedicina fueron un gran impulsor de los aumentos. En todos los estados, hubo un promedio de 20.000 abortos por mes en el período de abril a junio de este año, frente a los aproximadamente 8.000 por mes en el mismo período del año pasado. El número de abortos en persona se mantuvo en su mayoría estable y disminuyó un 3% durante ese tiempo.

La expansión del aborto por telemedicina ha sido un factor importante incluso en los estados donde el aborto ha seguido siendo legal, especialmente en las zonas rurales. En Wyoming, donde el aborto es legal pero muchas mujeres viven lejos de las clínicas, la telemedicina representó el 55% de los abortos en el segundo trimestre de este año, en comparación con el 8% en Nueva York.

Otros factores también han contribuido al aumento de los abortos, dijeron los investigadores. Se han abierto nuevas clínicas y un aumento nacional de la publicidad sobre el tema puede haber reducido el estigma. Los grupos de derechos al aborto han ayudado a las personas a obtener un aborto.

El acceso al aborto es difícil desde el punto de vista financiero o logístico, lo que permite a muchas mujeres viajar fuera del estado.

El 80% de los abortos contabilizados por WeCount fueron informados directamente por los proveedores de abortos o los departamentos de salud pública. El resto, en lugares que no proporcionaron datos completos, especialmente California, Florida, Nueva Jersey y Nueva York, se calcularon en función de otra información.

Estas cifras no incluyen las píldoras abortivas que se pidieron en farmacias extranjeras ni otros abortos que no involucraron a un médico estadounidense autorizado. Hay evidencia de que el número de estos abortos, que aumentó después de la decisión Dobbs de la Corte Suprema, ha disminuido desde la promulgación de las leyes de protección. La investigación no mide si todas las mujeres que piden píldoras abortivas terminan tomándolas.

Las comparaciones con 2020 no son exactas porque los datos anteriores utilizaron métodos ligeramente diferentes. En los últimos dos años, algunos estados han promulgado nuevas restricciones al aborto y otros las han revertido. La prohibición del aborto a las seis semanas de Florida entró en vigor en mayo y la prohibición de las seis semanas de Iowa en julio. El estatus legal del aborto también cambió en Indiana, Carolina del Sur y Wisconsin durante el período de estudio.

(foto Andrew Harnik/ Getty Images via AFP)

Las prohibiciones han impedido que algunas mujeres que querían abortar lo hicieran. Es posible que no hayan podido permitirse viajar, buscar cuidado infantil o ausentarse del trabajo. Es posible que algunas se hayan sentido incómodas al pedir píldoras o que desconocieran las opciones. Las investigaciones sugieren que estas mujeres tienden a ser adolescentes, negras y nativas americanas, y tienen bajos ingresos. Las investigaciones sobre los registros de nacimientos y defunciones del año pasado muestran que la tasa de natalidad aumentó un poco en los estados con prohibiciones del aborto, al igual que la mortalidad infantil.

"Los datos no nos dicen nada sobre las personas que quieren abortar y no lo hacen", dijo la Dra. Alison Norris, presidenta de WeCount y profesora de epidemiología en la Universidad Estatal de Ohio.

Aun así, los datos muestran que la decisión Dobbs y las prohibiciones resultantes no fueron efectivas para reducir la prevalencia general del aborto en los Estados Unidos.

Por Claire Cain Miller y Margot Sanger-Katz