La Nación/GDA
Según revelaron diversas estadísticas, distintas zonas de Texas se ven cada vez más próximas a contar con "pueblos fantasma" luego de que sus habitantes los hayan abandonado para vivir en otras urbes del estado, o de Estados Unidos en general. Si bien se trata de uno de los estados más grandes del país, con 254 condados, no en todos hay crecimiento. En 75 de ellos, incluso, se redujo el tamaño de su población y los expertos advierten que esto representa un problema grave para las zonas rurales.

“El crecimiento de la población no se distribuye uniformemente en todo el estado”, dijo Helen You, directora asociada del Centro Demográfico de Texas, a Texas Standard. Ya sea por un estilo de vida diferente u oportunidades de crecimiento económico, habitantes de varios pueblos del "estado de la estrella solitaria" decidieron marcharse y dejaron como consecuencia un pueblo fantasma.

Ozona es un pueblo ubicado en el condado de Crockett que perdió a 238 residentes. Es decir, el 7,7% de su población total, desde 2020, según la Oficina del Censo de EE.UU.

Al respecto, el economista William Chittenden le dijo al Texas Standard que, en algún momento, algunos condados se volverán tan pequeños que les resultará difícil funcionar. El experto recalcó la importancia de tener cierta masa crítica solo para sustentar, por ejemplo, un almacén local, una estación de servicio y, con suerte, un banco.

“Creo que hay cosas que los condados más pequeños pueden hacer. Si aún no lo han hecho, comiencen a trabajar en una infraestructura de internet de alta velocidad”, agregó. Con esto en mente, la Legislatura de Texas asignó el año pasado un importante presupuesto para expandir el acceso de banda ancha en todo el estado, según un informe del Texas Tribune.

Ubicada en la cúspide donde se unen el sur, el centro y el oeste de Texas, la región de 7.270 metros cuadrados, famosa por su sombrero de piel de mapache, ahora solo alberga a unos pocos miles de habitantes. No tiene ciudades y el estilo de vida es totalmente rural. Ozona se puede encontrar en la Interestatal 10, a unos 321 kilómetros al oeste de San Antonio.

Ozona y el condado circundante de Crockett albergan ranchos, paisajes idílicos e historia, pero no mucho más. Si no se trabaja de agricultor, ganadero, minero o miembro del gobierno municipal, los empleos son escasos. Debido a esto, el Departamento de Justicia Penal de Texas (TDC, por sus siglas en inglés) proyectó recientemente que para 2060, la población de Crockett podría caer hasta 1.430 habitantes, después de alcanzar un máximo a fines de la década de 1980 con 5.000.

El condado de Sherman, otro enclave rural, se encuentra en el extremo más septentrional del a menudo olvidado "Panhandle" o "Mango de Texas" —el extremo norte del estado—, justo al lado de Oklahoma. Tiene dos ciudades, de las que una está ubicada parcialmente en Texas y parcialmente en el estado mencionado. Ambas, sin embargo, son esencialmente ciudades, con una población colectiva de poco más de 2.000 habitantes.

Consideradas como Texhoma y Stratford, las ciudades hermanas se combinan para formar la mayor parte de la población del condado circundante de Sherman. Si bien no se encuentra en el medio de la nada, el área está lejos de ser bulliciosa: en su mayoría granjas ganaderas y alguna que otra estación de servicio se extienden a lo largo de casi 2.590 metros cuadrados.

Al igual que Crockett, que registró una caída de población del 3,45% durante el año pasado, Sherman también vio a sus habitantes irse a una tasa de más del 3,6% durante el período de un año. El porcentaje indica una caída de al menos 70 residentes, lo que se suma a la constante pérdida desde el 2000, cuando el condado contaba con unas, 3.186 personas y 1.124 hogares. La falta de oportunidades laborales, así como el envejecimiento de los residentes han sido factores determinantes.

Una de las áreas sin salida al mar, que ya posee la distinción de ser el tercer condado menos poblado de todo Estados Unidos, se convirtió en un verdadero pueblo fantasma. Con poco más de 200 personas, el pueblo de Guthrie, en King, representa más de dos tercios de la población del condado.

Además de Guthrie, el siguiente centro más grande es la comunidad no incorporada de Dumont, que tiene una población de alrededor de 50 personas y que en un momento contó con tres almacenes, tres estaciones de servicio, una herrería, una barbería y una desmotadora de algodón. Sin embargo, en 1980, no reportaba negocios calificados y su población había caído a 95 desde un máximo de 105 a mediados y finales de los años 1960.

La región produce algodón, cereales y ganado y, al igual que otros condados de bajo rendimiento, predomina la ganadería. Allí se pueden encontrar numerosos ranchos, así como una atracción turística de un pueblo fantasma, que cuenta la historia del pasado del condado como puesto agrícola a mediados del siglo XIX, cuando tenía alrededor de 40 residentes.

De acuerdo con Texas Standard, cuando las personas se mudan al estado de la estrella solitaria, generalmente se trasladan a lo que los demógrafos e investigadores llaman el Triángulo de Texas, el área geográfica formada por las grandes áreas metropolitanas del estado. La región, formada en líneas generales por Dallas-Fort Worth, Houston y San Antonio-Austin, alberga al 68% de los tejanos y a más de 30 millones de personas.

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“Estos también son centros de desarrollo económico”, dijo Helen You, del Centro Demográfico de Texas. “Aquí se ven universidades y muchas oportunidades educativas”, agregó. Mientras tanto, Houston alberga 25 empresas Fortune 500, sin mencionar a unos 7,2 millones de personas. Dallas-Fort Worth es el área metropolitana de más rápido crecimiento en los EE. UU. al agregar más de 170 mil personas entre 2021 y 2022.