Redacción El País
Joshua Dean, un ex auditor de Spirit Aerosystems —proveedor de Boeing— que denunció defectos en la fabricación de los Boeing 737 Max, murió el pasado martes 30 de abril a los 45 años tras luchar durante semanas contra una infección.

Dean había denunciado en octubre de 2022 errores en la manufactura del modelo mencionado, específicamente respecto a unos agujeros perforados erróneamente y que podían representar una amenaza para mantener la presión de la cabina durante el vuelo. A fines de abril del 2023, el entonces auditor fue despedido de Spirit por no haber señalado un problema en la cola vertical de la aeronave. Dean, por su parte, sostuvo ante la compañía que se le debió pasar por alto puesto que estaba concentrado en el problema previamente denunciado.

Según declaró la tía del fallecido al medio The Seattle Times, quien reportó la muerte en primera instancia, Dean fue al hospital tras presentar problemas en la respiración. Desarrolló neumonía y luego sufrió una seria infección bacteriana.

Foto: Daily Mail / Carol Parsons / Facebook

El fallecimiento de Josh es una pérdida para la comunidad de la aviación y el público que vuela. Poseía un enorme coraje para defender lo que consideraba verdadero y correcto y planteó cuestiones de calidad y seguridad. Las compañías de aviación deberían alentar e incentivar a quienes plantean estas preocupaciones. De lo contrario, la seguridad y la calidad no son realmente las principales prioridades de estas empresas", dijeron los abogados Brian Knowles y Rob Turkewitz en un comunicado recogido por CBS News.

Antes de su muerte, Dean le dijo al medio citado que había sufrido represalias por plantear preocupaciones sobre la calidad.

Otro colega y denunciante de Boeing representado legalmente por su mismo equipo murió dos meses atrás, aunque este fue encontrado muerto con heridas de bala en un estacionamiento.