EFE/AFP
Los republicanos en el Congreso de Estados Unidos anunciaron el martes la apertura de una investigación para lograr una posible destitución del presidente Joe Biden, pero ese resultado sigue siendo muy hipotético.
Los miembros de la Cámara de Representantes acusan al líder demócrata de haber “mentido” al pueblo estadounidense sobre los controvertidos negocios de su hijo Hunter en el extranjero.
La Constitución estadounidense prevé que el Congreso pueda destituir al presidente (o al vicepresidente, o a los jueces federales) en caso de “traición, soborno u otros delitos graves y faltas”. El procedimiento se desarrolla en dos etapas. En primer lugar, la Cámara de Representantes vota, por mayoría simple, los artículos en los que se detallan los cargos imputados al presidente: es lo que en inglés se denomina impeachment.
En caso de acusación, el Senado, Cámara Alta del Congreso, lleva a juicio al presidente.
Al término de los debates, los cien senadores votan cada artículo. Se requiere una mayoría de dos tercios para condenar, en cuyo caso el juicio político es automático y definitivo.
En caso contrario, el presidente queda absuelto.
Hasta ahora, nunca un presidente fue destituido en un juicio político en la historia de Estados Unidos. Tres fueron acusados: Andrew Johnson en 1868, Bill Clinton en 1998 y Donald Trump en 2019 y 2021. Pero todos fueron finalmente absueltos. Richard Nixon prefirió dimitir en 1974 para evitar una destitución segura por parte del Congreso debido al escándalo Watergate.
El Senado estadounidense está actualmente en manos de los demócratas, lo que hace también muy improbable una destitución de Biden.
El ala trumpista del Partido Republicano lleva presionando para la destitución del presidente desde su elección. Tras obtener la mayoría en la Cámara de Representantes a principios de enero, los republicanos iniciaron una serie de investigaciones parlamentarias sobre el entorno del líder demócrata.
Estos legisladores dicen que han “identificado acusaciones graves y creíbles sobre la conducta del presidente Biden”, lo que constituye ahora la razón para abrir esta investigación de impeachment, declaró su líder, Kevin McCarthy.
El presidente de la Cámara de Representantes tuvo que hacer numerosos compromisos con el ala trumpista de su partido para acceder al poder en enero. Sin embargo, corría el riesgo de “ser reemplazado como presidente de la Cámara” si no aprobaba esta investigación, reclamada desde hace tanto tiempo, explicó a AFP el analista político Larry Sabato.
Los demócratas, por su parte, acusan que este procedimiento se realiza con fines políticos, cuando falta poco más de un año para las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Los republicanos hicieron de la Cámara de Representantes “una sucursal” de la campaña de Trump, declaró el equipo del presidente Biden, candidato a la reelección.
A nivel legislativo, este procedimiento podría tensar aún más las relaciones entre los dos partidos en el Congreso. Demócratas y republicanos deben encontrar a toda costa un acuerdo sobre el plan de presupuesto: los legisladores tienen hasta fin de mes para aprobar un nuevo presupuesto para el Estado federal; de lo contrario, corren el riesgo de que se agoten las finanzas públicas.
Las claves
INVESTIGACIÓN. Los republicanos acusan a Joe Biden de intervenir en los negocios en el extranjero de su hijo Hunter aprovechando sus conexiones políticas y de beneficiarse de esas transacciones. Creen también que la Administración demócrata ha concedido un trato de favor a la familia por ser quien es. La apertura de esta investigación facilita el camino para solicitar registros bancarios y otros documentos.
PROCESO. Se inicia en la Cámara Baja con el voto. Debe aprobarse una resolución de destitución por una mayoría simple. De aprobarse, pasa al Senado, donde las resoluciones deben conseguir el apoyo de dos tercios de los senadores.
POSIBILIDADES. En el Senado, los demócratas tienen 48 escaños y los republicanos 49, pero los tres senadores independientes son de tendencia izquierdista, por lo que la eventual destitución de Biden es poco probable. La decisión del Senado no puede apelarse en el Tribunal Supremo.