EFE, AFP
El expresidente Donald Trump se presentó ayer lunes en el Tribunal Penal de Manhattan para asistir a la selección de jurado de su juicio penal, el primero en la historia de Estados Unidos a un exgobernante, donde en las próximas semanas se enfrentará a cargos de falsificación de documentos comerciales para ayudar a encubrir una aventura amorosa con una actriz porno.

Trump llegó ayer al filo de las 9:00 hora local a la corte, lugar que estuvo repleto de policías y con una concentración de cientos de periodistas; así como decenas de seguidores y opositores del magnate republicano que este año busca su reelección.

Al salir, tras más de cuatro horas, Trump afirmó que tiene un “verdadero problema” con el juez que instruye el histórico proceso. “No tendremos un juicio justo”, dijo Trump afuera de la corte en Manhattan tras el primer día de selección del jurado. “Tenemos un verdadero problema con este juez”, añadió.

Se trata del juez hispano Juan Manuel Merchan, a quien Trump ya ha dedicado varios mensajes a través de su red social Truth.

El juicio penal -enfrenta 34 cargos por delitos graves y hasta cuatro años de prisión- podría durar entre seis y ocho semanas.

Antes de entrar en la corte, Trump dijo en Truth: “Cuando entro en esa sala del tribunal, sé que tendré el amor de 200 millones de estadounidenses detrás de mí, ¡y lucharé por la libertad de 325 millones de estadounidenses!”.

Trump señaló la semana pasada que la selección de los doce jurados “en gran medida es suerte”.

Según el reporte de un grupo reducido de periodistas presentes en la sala, en torno a las 14.30 hora local habían entrado 96 potenciales jurados de grupos demográficos y edades diversas y se produjo un intercambio de miradas entre ellos y Trump, que permaneció junto a sus abogados.

El expresidente se puso de pie cuando el juez Merchan lo presentó como el acusado y, girándose hacia los candidatos, les ofreció una leve sonrisa con los labios apretados, indica el reporte.

La selección del jurado en el primer juicio penal contra un expresidente estadounidense se produjo entre fuertes medidas de seguridad: los jurados han tenido que pasar un control de seguridad con detectores de metales, y dentro había más de una decena de alguaciles presentes.

En total, ayer fueron sido llamados unos 200 posibles candidatos al juzgado y se espera un proceso de selección arduo, que puede llevar varios días, hasta conseguir un panel de 12 jurados que ambas partes consideren imparciales, además de siete reservas por si alguno falla.

La semana pasada, en una conferencia de prensa en Florida, Trump dijo que testificará en el juicio, proceso que describió como una “estafa” y “trampa”.

“Es una interferencia electoral por parte de la Administración Biden”, señaló a la prensa y volvió a negar la acusación y repetir que se trata de una caza de brujas política.

Si Trump se subiera al estrado sería otro momento histórico, no obstante, según los expertos, es poco probable que esto pase, ya que Trump tendría que responder una serie de preguntas bajo juramento.

Los fiscales de Nueva York señalan que el expresidente ocultó intencionalmente registros comerciales para encubrir un pago de 130.000 dólares que Michael Cohen, el abogado y mano derecha de Trump, le hizo a la actriz porno Stormy Daniels en los meses previos a que Trump fuera elegido presidente en 2016.

Cohen, quien se espera que sea un testigo clave de la Fiscalía, dijo que realizó el pago siguiendo instrucciones de Trump. También se espera que Hope Hicks, exasistente de Trump en la Casa Blanca, se suba al estrado.

El presidente Joe Biden fue informado ayer del caso, pero está “muy ocupado”, afirmó la Casa Blanca. Así lo señaló la portavoz Karine Jean-Pierre, quien aludió a la reunión que Biden celebró con el primer ministro iraquí, Mohamed Shia al Sudani.