EFE, AFP, El País de Madrid
Como era de esperarse, y como sucedió en las anteriores comparecencias, el expresidente Donald Trump, candidato favorito entre los republicanos para las presidenciales de 2024, se declaró no culpable de “conspiración” para alterar el resultado de las elecciones de 2020. La cita fue ayer jueves en un juzgado de Washington. Luego de que el fiscal especial Jack Smith le leyera los cargos, la magistrada Moxila Upadyaha le recordó la pena a la que se expone, que puede ser hasta 50 años de cárcel.
Cuando la jueza le pidió que se pronunciara sobre los cargos, Trump se puso en pie y, sin recurrir al micrófono, simplemente proyectando su voz en una sala donde el silencio se cortaba con un cuchillo, replicó “Not guilty” (“No culpable”). A pocos metros de distancia, Smith le miraba impasible.
En un texto de 45 páginas, el fiscal lo acusa de socavar los cimientos de la democracia estadounidense al intentar alterar el conteo de votos en las presidenciales, una inculpación inédita y especialmente grave dado que en aquel entonces Trump era presidente en ejercicio.
El primer interesado en retrasar su serie de juicios hasta después de las elecciones de 2024 es el propio Trump, para el que cada citación, cada comparecencia ante un juez, representa un nuevo impulso en las encuestas sobre la carrera hacia la Casa Blanca.
De hecho, ayer publicó desafiante en la red social Truth: “¡Necesito una inculpación más para garantizar mi elección!” en 2024. “Pronto, en 2024, será nuestro turno”, vaticinó.
El expresidente ha optado por una estrategia en la que se presenta como una víctima de un sistema judicial politizado, en el que los poderes fácticos se alinean contra él para impedir el regreso del líder populista.
Su idea es, básicamente, conseguir que los votos del público enmienden la plana a los fiscales y jueces. El expresidente ha insinuado que, de ganar las elecciones en 2024, proclamaría un autoindulto que pondría fin a todas sus causas pendientes.
Desde el aeropuerto, inmediatamente antes de despegar, insistía en describirse como víctima: “hoy es un día muy triste para Estados Unidos... Se supone que algo como lo de hoy no tendría que haber ocurrido nunca”, aseguraba. “Es una persecución contra la persona que está liderando la carrera republicana”, incidía.
La próxima audiencia tendrá lugar, según fijó la magistrada, el 28 de agosto. El caso pasa ahora a manos de otra jueza, Tanya Chutkan, que se ha caracterizado con anterioridad por su dureza en otros casos relacionados con la asonada del 6 de enero de 2021.
“Los presidentes no son reyes”, se leía ayer en un cartel de un manifestante, que parafraseaba a la jueza Chutkan, quien en 2021 dijo “los presidentes no son reyes y el demandante no es presidente”, negando a Trump la posibilidad de no entregar documentos a un comité del Congreso que investigaba el ataque al Capitolio.
Por el momento se desconoce el impacto de la nueva inculpación en su candidatura. Joe Biden, que está de vacaciones, intenta mantenerse al margen de los problemas legales de su rival, al menos de cara a la opinión pública.
Cuando ayer por la mañana, durante su paseo en bicicleta por Rehoboth, en Delaware, se le preguntó si seguirá la lectura de cargos contra Trump su respuesta fue rotunda: “No”.
La declaración de inocencia no llegaba de sorpresa. Trump niega categóricamente haber cometido cualquier tipo de falta, en este caso y en los dos que también tiene en marcha: en Nueva York, donde está acusado de falsificación contable en relación con el pago a una actriz porno para comprar su silencio sobre una supuesta relación sexual, y en Miami, donde Smith le responsabiliza de delitos contra la ley de espionaje por conservar en su poder de manera ilícita material clasificado tras su marcha de la Casa Blanca.
Ciudad hostil
El expresidente había partido de su club privado de golf en Bedmister, en Nueva York, apenas un par de horas antes, para viajar a Washington en su avión privado. Estaba citado para las 16.00 (hora local).
Pero llegó pronto al tribunal en una caravana de vehículos, como ha ocurrido en sus citaciones previas, y se dirigió de inmediato a un procedimiento que comienza a conocer bien: su detención formal y toma de huellas digitales, el paso previo a la audiencia preliminar presidida por Upadyaha en el segundo piso del juzgado.
Washington es territorio hostil para Trump. En 2020, un 92% de los votantes de la ciudad apoyaron a Biden; solo un 4% se inclinó por el republicano. El desagrado que siente la ciudad por él, evidente a lo largo de los cuatro años del magnate en la Casa Blanca, volvió a quedar de manifiesto.
Durante la noche del miércoles, la policía había tendido vallas y barreras para bloquear el tránsito en torno a la sede del juzgado. Un gran número de vehículos y agentes del Servicio Secreto -el cuerpo encargado de la protección de los presidentes-, y la policía local patrullaba el área en anticipación de disturbios.
Pero frente a la sede del juzgado, las únicas hordas que podían avistarse en esta ocasión eran las de las docenas de periodistas agolpados desde primera hora de la mañana. Los partidarios del expresidente que habían acudido a darle su apoyo en las citaciones previas en Nueva York y Miami brillaban esta vez por su casi completa ausencia. En una esquina, un hombre con la gorra roja trumpista daba las gracias al fiscal Jack Smith por “publicidad gratuita”; en otra, un grupo de afroamericanos agitaba carteles en defensa del expresidente.
Eran más numerosos los manifestantes que reclamaban el encarcelamiento del aspirante republicano: en un lateral, una figura de un Trump bebé gigante lloroso ante la perspectiva de la prisión. Más allá, un grupo coreaba que “nadie está por encima de la ley”.
Ron DeSantis acepta debate contra demócrata
El gobernador de Florida y aspirante a la nominación republicana en 2024, Ron DeSantis, aceptó debatir en público con el gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, y tentativamente el encuentro se plantea para noviembre.
El gobernador de Florida, cuya campaña para las primarias republicanas arrancó muy fuerte pero ha perdido fuerza y está más de 30 puntos por detrás del expresidente Donald Trump, el claro favorito pese a sus problemas con la justicia, dijo “sí“ ayer en Fox News al debate planteado por Newsom.
“Washington DC, una vergüenza para Estados Unidos”, sostuvo
Donald Trump afirmó que va a ser “imposible” tener un juicio justo en Washington DC, horas antes de comparecer ante un tribunal tras su imputación. Así lo aseguró en un mensaje publicado en su red social, Truth, donde escribió que “¡es de esperar que el último 'caso' Falso presentado por el Corrupto Joe Biden y el Trastornado Jack Smith sea trasladado a un Lugar imparcial, como el cercano Estado políticamente imparcial de Virginia Occidental!”.
“IMPOSIBLE tener un juicio justo en Washington DC, que es 9 5% antiTrump -siguió-, por lo que he pedido una TOMA DE CONTROL Federal para devolver la Grandeza a nuestra Capital”.
Trump aseguró que Washington DC es una “vergüenza” para EE.UU. y el mundo por las altas tasas de delincuencia que tiene.
El mandatario y su equipo legal han propuesto que el caso se lleve a Virginia Occidental, un Estado cercano y donde el expresidente se apuntó dos tercios del total de los votos en las elecciones de hace tres años. “Injusto lugar, injusta jueza”, insistió el magnate en su red social.
Antes de llegar al juicio en sí, es probable que se celebren varios juicios previos para dirimir cuestiones de procedimiento. Desde el tipo de pruebas que puedan ser admisibles, a los testigos que se vayan a convocar, entre otras cuestiones.