AFP, EFE
El segundo intento de asesinato de Donald Trump el domingo, se ha convertido en tema de campaña electoral. El candidato republicano lo atribuyó a “la retórica” de su rival demócrata Kamala Harris y del presidente Joe Biden.
“Se creyó la retórica de Biden y Harris, y actuó en consecuencia”, declaró Trump a Fox News. “Su retórica está provocando que me disparen”, acotó.
“Debido a esta retórica de la izquierda comunista las balas están volando, ¡y esto solo empeorará!, abundó en su red social, Truth Social.
Trump señaló que “la retórica, mentiras y declaraciones falsas hechas” por demócrata Harris durante el debate presidencial “manipulado” en ABC “ha llevado la política de nuestro país a un nivel completamente nuevo de odio, abuso y desconfianza”.
Biden, que da “gracias a Dios” de que Trump esté ileso, se defendió: “Siempre he condenado la violencia política. Siempre lo haré”.
Los estadounidenses resuelven sus diferencias “pacíficamente en las urnas, no a punta de pistola”, recalcó el presidente en Filadelfia, horas después de pedir “más ayuda” para el Servicio Secreto, la policía de élite encargada de la protección de las personalidades políticas en Estados Unidos.
Su secretario de Justicia y fiscal general, Merrick Garland, prometió ayer desplegar “todos los recursos disponibles” para investigar este intento de asesinato a Trump.
En la red social X, el jefe republicano de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, consideró prioritario “tener respuestas para comprender cómo el presidente Trump pudo haber sufrido varios intentos de asesinato”.
Trump “no es el presidente en ejercicio, si lo fuera, habríamos rodeado completamente el campo de golf (donde se encontraba el domingo), pero como no lo es, el sistema de seguridad se limita a los lugares elegidos por el Servicio Secreto” que “hizo exactamente lo que tenía que hacer”, comentó el domingo el sheriff del condado de Palm Beach (Florida), Ric Bradshaw.
El domingo por la tarde Trump se encontraba en su club de golf en Florida cuando se escucharon disparos cerca.
Varios agentes del Servicio Secreto abrieron fuego contra un hombre armado que estaba cerca del terreno, informaron fuentes de seguridad.
Encontraron un rifle con mira telescópica AK-47, junto con dos mochilas y un equipo de grabación de video.
Ryan Wesley Routh, un estadounidense proucraniano al que la AFP entrevistó en 2022 en Kiev, fue detenido gracias a un testigo que identificó su coche. El lunes fue acusado de posesión ilegal de armas durante su comparecencia inicial.
El expresidente Trump, de 78 años, se salvó de un primer intento de asesinato en julio y Biden tiró la toalla y cedió la candidatura a su vicepresidenta Kamala Harris, de 59 años, en tan solo unas semanas después de un debate catastrófico.
Cuando las aguas parecían haber vuelto a su cauce los estadounidenses estaban lejos de imaginarse que Trump sería blanco de un segundo intento de asesinato del que dijo salió “sano y salvo”.
En el país los nervios están a flor de piel. Elon Musk, partidario de Trump, publicó y luego eliminó un mensaje en su red X en el que planteaba por qué nadie había intentado matar a Harris o a Biden.
Julie Chávez Rodríguez, jefa de campaña de Harris, advierte en una entrevista con EFE que la “retórica divisiva y peligrosa” de Trump está teniendo “consecuencias reales” en Estados Unidos.
Ejemplo de ello mencionó el caso de Springfield, ciudad del estado de Ohio, donde se han sucedido las amenazas de bomba con desalojo de escuelas y edificios gubernamentales después de que Trump dijera que los migrantes haitianos de esa localidad se estaban comiendo a los “perros” y “gatos” de los vecinos.
“Este es el mismo tipo de retórica divisiva y peligrosa que hemos escuchado de Trump desde el primer día. Y no son solo palabras. Sabemos que esta retórica tiene consecuencias reales”, se lamentó Chávez Rodríguez, la primera latina en liderar una campaña presidencial en Estados Unidos.
Para ella, el discurso de Trump tiene un impacto personal. Por sus venas corre la sangre de César Chávez (1927-1993), estadounidense de origen mexicano que hace seis décadas encabezó un movimiento para defender los derechos de los trabajadores del campo y se hizo popular con el grito de “¡Sí se puede!”.
Chávez Rodríguez lamentó que las declaraciones de Trump estén causando estragos en Springfield, que en los últimos años ha recibido a inmigrantes haitianos que “trabajan duro y contribuyen a revitalizar su economía”, pero ahora ven cómo sus vidas se interrumpen por amenazas de bomba.
“Lo que dice no son solo palabras. Tiene consecuencias reales y es peligroso para nuestras comunidades y para nuestro país. Por eso, en la campaña vamos a seguir recordando a los votantes que esto no son solo cosas que él dice, sino que tienen un impacto real y sirven para demonizar y crear violencia política en muchas de nuestras comunidades”, afirmó.
“No disparó a Trump”, dijo el servicio secreto
El hombre detenido bajo sospecha de intentar asesinar a Donald Trump en Florida el domingo no disparó el arma, ni contra el expresidente republicano ni contra los agentes de seguridad, informó ayer lunes el Servicio Secreto estadounidense. “No disparó ni efectuó ningún disparo contra nuestro agente”, dijo a periodistas el director en funciones del Servicio Secreto, Ronald Rowe, en referencia al sospechoso Ryan Routh, que ha sido acusado de posesión ilegal de armas de fuego. Routh estuvo durante casi 12 horas al acecho para supuestamente intentar asesinar a Trump.
De acuerdo a la Fiscalía federal, el hombre había estado circulando desde la 1:59 hora, es decir por casi 12 horas, en las inmediaciones del campo de golf. Routh, quien cuenta con varios antecedentes penales en Carolina del Norte, incluida una condena en 2002 por “posesión de un arma de muerte y destrucción masiva”, la cual le impedía volver a portar un arma de fuego, afronta un máximo de 20 años en prisión y medio millón de dólares en multas.
Routh instó a Irán a matar al expresidente
A medida que pasan las horas se conocen más detalles sobre la excéntrica personalidad de Ryan Routh. El acusado de intentar asesinar a Trump tenía una obsesión: reclutar para el Ejército ucraniano a miles de soldados afganos que se habían quedado sin trabajo tras la retirada de la OTAN de Afganistán. Tanto lo convocaba la guerra en Ucrania que escribió un libro al respecto, en el que además le dice a Irán que se sienta “libre de matar a Trump” tanto como a él mismo. Fue publicado en febrero de 2023. Hay incluso una mención al presidente Luis Lacalle Pou, al que llama “Pou de Uruguay”, en el marco de un llamamiento a varios países a tomar una postura más firme contra Rusia. También se cuestiona por qué nadie ha asesinado todavía al presidente ruso Vladimir Putin o al de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko. “Debo asumir parte de la culpa por el niño retrasado mental que elegimos para nuestro próximo presidente y que terminó siendo un descerebrado, pero soy lo suficientemente hombre para decir que lo juzgué mal y cometí un terrible error y le pido disculpas a Irán. Ustedes son libres de asesinar a Trump y a mí por ese error de juicio y por el desmantelamiento del acuerdo (que Trump abandonó en 2018)”, dice Routh en su libro titulado “La guerra imposible de ganar de Ucrania”. En otro pasaje se pregunta: “¿Debo pedirle a (Alberto) Fernández de Argentina, Luis Arce de Bolivia, (Gustavo) Petro de Colombia, (Guillermo) Lasso de Ecuador, (Mark) Phillips de Guyana, (Chan) Santokhi de Suirname y (Luis Lacalle) Pou de Uruguay que dejen de lado las agendas domésticas y nos muestren quiénes son frente a las cámaras en lo que respecta a Ucrania?”.