AFP, EFE
El gigante de las redes sociales Meta (Facebook, Instagram y Whatsapp) anunció ayer martes que cesará su programa de fact-checking en Estados Unidos, un giro en sus políticas de moderación de contenido que se alinea con las prioridades del presidente electo, Donald Trump.
“Vamos a eliminar a los fact-checkers (verificadores de contenido) para reemplazarlos por notas comunitarias similares a las de X, empezando en Estados Unidos”, escribió en las redes el fundador y director ejecutivo de Meta, Mark Zuckerberg.
El nuevo modelo, conocido en inglés como “Community Notes” (notas de la comunidad) permitirá a los usuarios de Facebook o Instagram señalar las publicaciones potencialmente engañosas y que necesiten más contexto, una labor que hasta ahora hacían expertos y organizaciones independientes de comprobación de datos.
Zuckerberg dijo que “los verificadores de hechos han sido demasiado parciales políticamente y destruyeron más confianza de la que han creado, especialmente en Estados Unidos.”
Trump reaccionó satisfecho a la decisión. Consultado por periodistas en su residencia Mar-a-Lago, en Florida, sobre si el cambio de Meta fue influido por sus amenazas contra Zuckerberg, respondió: “Probablemente, sí”.
Zuckerberg anunció también que los sitios de Meta, incluyendo Facebook e Instagram, “simplificarían” sus políticas de contenido para deshacerse “de un montón de restricciones sobre temas como la inmigración y el género que simplemente no conectan con el discurso dominante”.
Facebook paga para usar las verificaciones de unas 80 organizaciones a nivel global en su plataforma, así como en Whatsapp y en Instagram.
El anuncio de Meta repite muchas de las quejas de los republicanos y del dueño de la red X, Elon Musk, sobre los programas de verificación de hechos que muchos consideran una censura.
Musk celebró la decisión de Zuckerberg. “Es genial”, escribió en las redes, junto a una captura de pantalla de un artículo titulado “Facebook echa a los fact-checkers en un intento de ‘restaurar’ la libertad de expresión”.
Zuckerberg había dicho que “las recientes elecciones (del 5 de noviembre) se sienten como un punto de inflexión cultural hacia, una vez más, priorizar la libertad de expresión”.
Este cambio de estrategia ocurre en momentos en que Zuckerberg ha estado haciendo esfuerzos para reconciliarse con Trump, que incluyen una donación de un millón de dólares a su fondo de investidura.
Trump fue expulsado de Facebook luego de que sus partidarios invadieron el Capitolio el 6 de enero de 2021 en Washington, en un intento por impedir la certificación del triunfo de su rival demócrata Joe Biden. Sin embargo, la empresa restableció su cuenta a principios de 2023.
Zuckerberg cenó con Trump en Mar-a-Lago en noviembre, en otro intento por reparar la relación después de su triunfo electoral.
Otro gesto reciente de Zuckerberg hacia el equipo de gobierno de Trump fue el nombramiento la semana pasada del Joel Kaplan para dirigir los asuntos públicos de Meta, en reemplazo de Nick Clegg, exviceprimer ministro británico.
“Se censura demasiado contenido inofensivo, demasiadas personas se encuentran encerradas injustamente en la ‘cárcel de Facebook’”, afirmó Kaplan en un comunicado, insistiendo en que el enfoque actual de moderación de contenido ha “ido demasiado lejos”.
Zuckerberg también nombró al director de Ultimate Fighting Championship (UFC), Dana White, un aliado cercano de Trump, para la junta directiva de Meta.
Como parte de la reestructuración, Meta dijo que trasladará sus equipos de confianza y seguridad desde California, donde las opiniones liberales son extendidas, hacia Texas, un estado más conservador. “Eso nos ayudará a generar confianza para hacer este trabajo en lugares donde hay menos preocupación por los prejuicios de nuestros equipos”, resaltó Zuckerberg.
La directora de la Red Internacional de Verificación (IFCN), Angie Holan, dijo en la red X que la decisión de Meta “hará daño a los usuarios de redes sociales que buscan información confiable” y llega “a raíz de la presión política extrema de una nueva administración y sus seguidores”. “El periodismo de verificación de datos nunca ha censurado o eliminado publicaciones, ha añadido información y contexto a temas controvertidos y ha desmentido contenido engañoso y teorías de la conspiración”, ha señalado Holan, que afirma que el “ataque” a los verificadores llega por parte de “aquellos que sienten que deberían ser capaces de exagerar y mentir sin que los contradigan”.
La Red Europea de Estándares de Verificación de Datos también se mostró “decepcionada” por la decisión de Meta. “Esto parece más un movimiento motivado políticamente por la administración entrante de Donald Trump que una decisión basada en evidencias”, señaló su presidenta, Clara Jiménez Cruz.