Redacción El País
Varios enfrentamientos estallaron ayer en la Universidad de California Los Angeles (UCLA) al margen del movimiento de protestas propalestinas que decenas de campus estadounidenses intentan contener.

Imágenes de las cadenas televisivas mostraron a manifestantes y contramanifestantes enfrentándose en la madrugada con palos, derribando barricadas y lanzando fuegos artificiales y objetos al bando contrario en medio de la noche. También usaron gases lacrimógenos, según un periodista de AFP en el lugar.

El Departamento de Policía de Los Angeles dijo que, a pedido del rector, sus “agentes han sido desplegados y se encuentran actualmente en el campus de UCLA para ayudar a restaurar el orden”, en un mensaje en redes sociales.

La fuerza policial había señalado antes que su actuación respondía a “múltiples actos de violencia dentro del gran campamento” instalado la semana pasada en la universidad.

El rector Gene D. Block había advertido previamente que si bien muchos de los manifestantes y contramanifestantes “fueron pacíficos”, “las tácticas de otros han sido francamente chocantes y vergonzosas”. La alcaldesa de Los Angeles, Karen Bass, declaró que la violencia es “absolutamente aborrecible e inexcusable”.

Foto: EFE/SARAH YENESEL

Los disturbios en Los Angeles estallaron después de que decenas de policías entraran en la noche del martes en la Universidad de Columbia, en Nueva York, y desalojaran un edificio ocupado por estudiantes propalestinos. La cadena CNN, citando a la policía neoyorquina, afirmó que más de cien manifestantes fueron detenidos.

Los agentes treparon a través de una plataforma instalada en un camión hasta el segundo piso del Hamilton Hall y llevaron a estudiantes esposados a furgones policiales, frente a una multitud que gritaba “¡Palestina libre!”.

Los manifestantes se habían atrincherado en la noche previa en ese edificio de la Universidad de Columbia y prometieron luchar contra los intentos de desalojarlos.

La rectora de Columbia, Minouche Shafik, había pedido la intervención de la policía en una carta pública donde aseguraba que la ocupación estaba liderada “por individuos ajenos a la universidad”.

También pidió a las autoridades que “mantengan presencia en el campus hasta por lo menos el 17 de mayo para asegurar el orden y garantizar que no se instalen campamentos”. La toma del edificio fue reprobada por el presidente Joe Biden, que había pedido garantizar la libertad de expresión de los estudiantes y evitar actos antisemitas.

Las manifestaciones se han extendido por las universidades del país, enfrentadas a la mayor movilización desde las protestas en contra de la guerra de Vietnam en los 1960 y 1970. [AFP]