"HAN ROTO SUS PROMESAS"
Un portavoz lamentó los retrocesos en el acceso a la educación de las niñas y la exclusión de las mujeres de la vida pública.
La Unión Europea lamentó ayer, en el primer aniversario de la toma de Kabul por parte de los talibanes, que estos hayan “roto sus promesas hacia el pueblo afgano y la comunidad internacional” y violado de manera sistemática los derechos de los ciudadanos, particularmente de las mujeres y niñas.
En un comunicado, un portavoz del Servicio Europeo de Acción Exterior señaló que los talibanes han renunciado a negociar una solución al conflicto afgano que duraba décadas y lamentó los retrocesos en el acceso a la educación de las niñas y la exclusión de las mujeres de la vida pública, así como el desmantelamiento de los mecanismos para protegerlas de la violencia y los matrimonios forzados.
La portavoz también apuntó a los abusos “institucionalizados y sistémicos” de los derechos de la población, especialmente los hazaras y los chiítas, que en su conjunto enfrenta “ejecuciones extrajudiciales, detenciones y encarcelamientos arbitrarios, tortura, malos tratos e intimidación”.
Los Veintisiete, aseguró el portavoz, siguen comprometidos con la prosperidad y la paz sostenibles en Afganistán y en la región y ya han enviado más de 300 millones de euros en ayuda humanitaria y movilizado 330 millones para mantener los servicios básicos y los medios de subsistencia.

Disparos.
Los talibanes dispersaron el pasado sábado con disparos una manifestación de mujeres afganas que exigían sus derechos a la educación y al trabajo.
“Protestamos hoy para elevar nuestras voces contra los talibanes, pero después de que llegásemos empezaron a abrir fuego para separar a los miembros de la manifestación y ahora estamos escondidas en una farmacia”, afirmó una de las activistas en un vídeo compartido en redes sociales.
Alemania.
El Gobierno alemán anunció que seguirá trabajando hasta lograr trasladar al país a todos los colaboradores locales y sus familias que quedaron en Afganistán tras la llegada al poder de los talibanes, hace ahora un año.
“No los dejaremos solos”, afirmó la ministra del Interior, la socialdemócrata Nancy Faeser, en declaraciones al diario “Bild”, para admitir a continuación que hay graves problemas para sacar del país a las personas “especialmente amenazadas o vulnerables”.
Hasta ahora, según su Ministerio, Alemania ha logrado el traslado de 15.759 afganos, entre colaboradores locales, sus familias y otras personas consideradas vulnerables o que pueden sufrir represalias del régimen talibán.
El anterior gobierno, la gran coalición entre conservadores y socialdemócratas liderada por Angela Merkel, garantizó en su momento que no se abandonaría a los afganos a su suerte y que todos aquellos a los que asista derecho de asilo serían acogidos.
Hasta la retirada final de las tropas de EE.UU, Alemania sacó del país a unos 5.500 personas de 45 nacionalidades, incluidos afganos.
Alemania había llegado a tener en los 20 años que duró la misión internacional en Afganistán el segundo mayor contingente extranjero en ese país, tras el de Estados Unidos. Unas 20.000 personas siguen en Afganistán expuestas a sufrir la represión de los talibanes por haber trabajado, ellos o sus familias, con empresas, ejército, ONGs o personal diplomático alemanes.