AFP, EFE
Unos 370 millones de electores están llamados a las urnas desde mañana jueves y hasta el domingo en los países de la Unión Europea (UE) para elegir 720 diputados al Parlamento Europeo y dar lugar a la renovación de las autoridades del bloque.
Las encuestas predicen un ascenso de los partidos de ultraderecha y nacionalistas en las elecciones europeas, tras las victorias de varios de esas formaciones en elecciones nacionales.
En el Parlamento Europeo, el bloque de la extrema derecha está dividido en dos: el bloque de los Conservadores y Reformistas (ECR) y el de Identidad y Democracia (ID).
Más allá de diferencias puntuales, el gran divisor de aguas entre los dos grupos es que los partidos de ERC ven con simpatía a la UE como proyecto de unión, al tiempo que los de ID son abiertamente críticos.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, candidata a un segundo mandato y aspirante por el Partido Popular Europeo (PPE, primer partido en el Parlamento), ha descartado cooperar con los partidos de ID.
Sin embargo, ha deslizado estar dispuesta a trabajar con ECR, para gran consternación de los Socialistas y Demócratas (S&D) y Renovar Europa (centristas y liberales).
El bloque formado por el PPE, S&D y Renew constituye la “gran coalición” del Parlamento Europeo, donde se forjan los principales acuerdos para la mayoría de las leyes.
Estas elecciones europeas del 6 al 9 de junio definirán el nuevo Parlamento Europeo, y el equilibrio político resultante determinará la asignación de los principales puestos.
Se trata de las presidencias de las tres principales instituciones de la UE: la Comisión Europea (el brazo ejecutivo), el Parlamento y el Consejo (que representa a los países del bloque).
Luego de esos tres cargos, el puesto más importante es Alto Representante, como se denomina formalmente al jefe de la diplomacia del bloque.
Esta distribución de cargos se definirá en una cumbre de dirigentes europeos prevista para el 27 y 28 de junio.
En la actualidad, el PPE controla la Comisión y el Parlamento, al tiempo que Renovar Europa están al frente del Consejo. El Alto Representante pertenece al grupo socialista.
El Pacto Verde es uno de los más ambiciosos de la UE, por su alcance y capacidad de transformación. Pero después de lanzado, se convirtió en una de las razones de las protestas de productores agrícolas en todo el bloque.
Los efectos de ese Pacto Verde se sienten tanto en la industria como en la agricultura, y tiene efectos hasta en acuerdos comerciales e importaciones agrícolas.
En ese cuadro, los sondeos proyectan que la bancada de los partidos Verdes en el Parlamento podrían perder hasta el 40% de sus votos. De esa forma, en un Parlamento con fuerte influencia de la extrema derecha, la implementación de las medidas de combate al cambio climático deberá ser marcadamente más difícil.
La invasión de Rusia a Ucrania impulsó a los países europeos a fortalecer la industria de defensa y su seguridad, pero la disponibilidad de los recursos no es tan fácil.
La UE propuso una nueva estrategia con un fondo de 1.500 millones de euros, para ayudar a los fabricantes del sector de defensa, pero la negociación de ese plan aún no ha terminado.
En ese escenario, los eurodiputados carecen de competencias en materia de política exterior y por lo tanto difícilmente tendrán influencia en la discusión del tema más acuciante, sobre el eventual envío de instructores militares o, eventualmente, tropas a Ucrania.
Estas elecciones se dividen en 27 elecciones separadas, y en todas ellas están en juego temas nacionales.
Así, en Francia están en juego el poder del partido del presidente Emmanuel Macron. En Alemania, los partidos de la coalición gobernante (Verdes, Liberales, Socialistas) podrían verse afectados por la desconfianza en el gobierno.
En Eslovaquia, el atentado al primer ministro Robert Fico, ha sacudido la campaña y podría aumentar el apoyo a su coalición populista. En tanto, en España se podrá observar el impacto de los acuerdos entre socialistas e independentistas españoles que permitió la formación de un nuevo gobierno.
En Polonia, donde el gobierno proeuropeo de Donald Tusk llegó al poder a finales de 2023, la campaña sigue marcada por la ira de los agricultores, que tienen el apoyo del partido de oposición PiS.
De acuerdo con un estudio del Eurobarómetro, el servicio de encuestas de la Comisión, más allá de los temas de alcance nacional, los asuntos prioritarios para los europeos son las perspectivas económicas, la migración y las acciones contra el cambio climático.
Las proyecciones de intención de voto también apuntan a un crecimiento del bloque de los partidos de izquierda, pero lejos de la magnitud del avance esperado en la extrema derecha. El escenario previsto, no obstante, sugiere que el PPE y el bloque S&D de los partidos socialdemócratas seguirán siendo los más fuertes.
Un contexto externo complicado para Europa
Estas elecciones europeas también deben ser consideradas en el marco de una difícil coyuntura internacional. La guerra entre Rusia y Ucrania ya entró en su tercer año, y a ello hay que añadirle el conflicto entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza. Simultáneamente, la UE pasó a adoptar una postura más firme y rígida con relación a China en materia de intercambio comercial. Al mismo tiempo, un aliado clave para la UE, Estados Unidos está en un proceso electoral con el posible regreso de Donald Trump.
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