El proceso electoral en Bolivia
El Tribunal Electoral habilitó su candidatura para octubre de 2019; oposición se une para rechazarla.
Evo Morales finalmente irá por su cuarto período consecutivo en el gobierno de Bolivia. En un polémico fallo ayer miércoles, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) dio luz verde para una nueva postulación de Morales, en medio de protestas que demandan la inhabilitación de su candidatura, considerada inconstitucional por la oposición.
El TSE aprobó la habilitación de ocho candidaturas a unas primarias en enero, entre las cuales está la del binomio Evo Morales-Álvaro García Linera.
La decisión del tribunal se da en momentos en que arrecia la oposición a la candidatura de Morales con marchas de protesta y una huelga nacional convocada para el próximo jueves. Un grupo de jóvenes se instaló desde el lunes en las afueras del TSE, en una plaza pública de La Paz, para mostrar su rechazo a la candidatura de Morales.
El expresidente Carlos Mesa, principal rival de Morales en las elecciones generales de octubre de 2019, según las encuestas, opinó en Twitter que el TSE "le ha dado un golpe de muerte" a la democracia.
Otro líder opositor, Samuel Doria Medina, derrotado tres veces en las urnas por Morales y que para 2019 retiró su postulación en favor de un candidato único, tuiteó que "esta es la más grave afrenta a la democracia desde su reconquista en 1982". Por ello "llamamos a la unidad para frenar la dictadura", agregó Medina.
El oficialismo desestimó el año pasado el resultado del referéndum de 2016 que le negó a Morales la posibilidad de una cuarta postulación, alegando que se logró bajo engaños sobre la existencia de un hijo del presidente, que luego no se pudo comprobar.
Morales logró finalmente a fines de 2017 que el Tribunal Constitucional autorizara la candidatura del mandatario para un nuevo período, entre 2020 y 2025, arguyendo que era su derecho humano hacerlo.
Mientras, se fragua una fuerte oposición a la candidatura de Morales. Un frente que apoya la postulación del empresario Óscar Ortiz llamó este martes a "luchar por el respeto a la Constitución y al voto del 21F (21 de febrero de 2016), que rechazó una nueva postulación del mandatario".
Tres caminatas avanzan hacia La Paz, una que partió desde los Andes, otra desde los valles subtropicales y una tercera desde el llano. Todas confluirán en la sede de Gobierno hoy jueves para unirse a una huelga nacional.
El oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) y organizaciones sociales que respaldan la continuidad del gobierno de Morales rechazaron las movilizaciones a las que consideran un intento por "desestabilizar" el país.
Morales, un exlíder cocalero de 59 años, se convirtió en el primer presidente indígena de Bolivia en 2006 y, tras una reforma constitucional, fue elegido nuevamente en el 2010 y en 2014
Los sindicatos afines al Gobierno llegaron hasta la plaza Murillo en La Paz, donde están las sedes del Gobierno y el Legislativo, para celebrar la habilitación de Morales.
El dirigente minero Orlando Gutiérrez dijo a los medios que la decisión del órgano electoral fue "correcta", pues responde a la resolución del Constitucional de hace un año.
A su turno, el presidente del Senado, el oficialista Milton Barón, opinó que la determinación fue conforme a derecho, pues Morales y García Linera "estaban habilitados desde el momento" en que el Constitucional dictó su fallo.
La Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), por su parte, manifestó en un comunicado que el órgano electoral "no ha actuado como poder autónomo, poniendo en duda las bases de la democracia y abriendo un futuro incierto para los bolivianos".
Los obispos también hicieron un llamado a que las movilizaciones anunciadas para hoy jueves "se desarrollen en forma pacífica, sin confrontaciones, descalificaciones ni actitudes violentas".