Agencia EFE
El jefe de la oposición en Israel, el ex primer ministro Yahir Lapid, advirtió ayer, domingo, que el gobierno de Benjamín Netanyahu debe paralizar su polémica reforma judicial durante al menos un año y medio, para que pueda buscarse un consenso entre ambas partes sobre una legislación que ha polarizado al país y ha desencadenado sendas protestas.
“La única solución posible, y lo único que permitirá volver a las negociaciones, es congelar la legislación. El gobierno y la oposición deberían promulgar conjuntamente una moratoria de 18 meses”, escribió Lapid en su cuenta de X.
“Mientras no haya un congelamiento en la legislación, no tiene sentido hablar de otras leyes u otros acuerdos”, añadió. Pero el partido derechista Likud, liderado por Netanyahu, rechazó las demandas del opositor inmediatamente. “Invitamos a Lapid a entrar en negociaciones hoy”, dijo el Likud en un comunicado.
El lunes pasado, el Parlamento -donde el gobierno tiene mayoría- aprobó una de las leyes fundamentales de la reforma, la que eliminó la doctrina de la razonabilidad, que permitía al Supremo revisar y revocar decisiones gubernamentales que no considerara razonables.