OGlobo (GDA) / Río de Janeiro
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva (PT) fue operado de urgencia en la madrugada del martes en el hospital Sírio-Libanés de San Pablo, a consecuencia de una hemorragia intracraneal. La hemorragia está relacionada con un accidente doméstico ocurrido el 19 de octubre, cuando Lula cayó de cabeza al suelo en el baño del Palacio de Alvorada y sufrió una lesión en la cabeza.

Según el neurólogo del presidente, Rogerio Tuma, el sangrado tardío es una posibilidad común en casos de contusión cerebral.

“Durante el primer sangrado (que ocurrió en octubre), su cuerpo lo había absorbido. En la fase de absorción, a veces el sangrado se vuelve más licuado. Termina absorbiendo más agua y puede experimentar un sangrado retardado. Esto podría suceder meses después. Ya había absorbido el primer sangrado y ahora terminó teniendo un segundo. Por eso fue dado de alta por el equipo médico en octubre, con la obligación de que se sometiera a exámenes de rutina”, explicó Tuma durante una rueda de prensa celebrada ayer martes.

Según el equipo médico, el mandatario se encuentra consciente e ingresado en la Unidad de Tratamiento Intensivo (UCI) luego del procedimiento de observación. La expectativa es que salga de la UCI dentro de tres días y regrese a Brasilia recién la próxima semana.

Foto: AFP

El lunes por la mañana, Lula no se sentía bien. Según los ministros que participaron en una reunión de gobierno de empresas estatales con el presidente, éste estaba cansado y mal. Llevaba unos días quejándose de dolores de cabeza. Se mostró reacio a buscar atención y subestimó la gravedad del síntoma, pues creía que era reflejo de un cuadro similar a la gripe y ya tenía pruebas programadas para la próxima semana.

Como sufrió una lesión en la cabeza, los médicos de Lula le recomendaron que buscara atención si tenía dolores de cabeza. Quien informó a su equipo del síntoma fue un amigo cercano, José Seripieri Filho, empresario propietario de Amil. Encontró a su amigo “extraño” durante una conversación .

Al final del lunes y durante una reunión con los presidentes del Senado, Rodrigo Pacheco (PSD-MG), y de la Cámara, Arturo Lira (PP-AL), el mandatario aún sentía dolor de cabeza. Según la columnista Renata Agostini, el presidente dijo que buscaría ayuda médica.

“Voy a tener que salir a hacer exámenes”, dijo el presidente, según el informe del líder del gobierno en la Cámara, José Guimarães (PT-CE), que seguía la reunión.

Lula interrumpió entonces la reunión con Lira y Pacheco y abandonó la sala alrededor de las 17.50 horas. La discusión no había terminado y la conversación continuó sin la presencia del presidente. Según el líder del gobierno en el Congreso, Randolfe Rodrigues (PT-AP), el presidente parecía cansado y tenía una expresión más cerrada, pero no había indicado que se sintiera incómodo.

Foto: AFP.

El primer tratamiento de Lula fue en el hospital Sírio-Libanés, en Brasilia. En la unidad, el mandatario fue sometido a una resonancia magnética, en la que se identificó el sangrado.

La decisión de trasladarse a la unidad de San Pablo fue tomada por los médicos, basándose principalmente en la infraestructura. También influyó el hecho de mantener a todo el equipo cerca del presidente durante y después de la operación. El equipo está formado por una decena de profesionales sanitarios, entre ellos diferentes especialidades. “Al recibir el diagnóstico de los médicos, Lula hizo evidente su sorpresa y malestar”, según el columnista Bela Megale presente en ese momento.

El viaje se realizó alrededor de las 22.30 horas del lunes y Lula fue acompañado en el avión de la primera dama Janja da Silva.

Según el columnista Lauro Jardim, los asesores más cercanos al presidente definieron el traslado como una “operación de guerra”, en el sentido de la urgencia de hacer todo.

La infectóloga Ana Helena Germoglio acompañó al presidente desde el Palacio de Alvorada y durante todo el vuelo de traslado. Destacó durante la rueda de prensa que Lula se mantuvo lúcido durante todo el viaje .

San Pablo, alrededor de la 1:30 de la madrugada de este martes, Lula fue operado. El procedimiento realizado fue una trepanación, que consiste en una perforación en el cráneo en la que se introduce una sonda para llegar al hematoma y drenarlo.

“La cirugía duró alrededor de dos horas, el sangrado se localiza entre el cerebro y la membrana meníngea llamada duramadre, comprimiendo el cerebro. Se eliminó el hematoma, se descomprimió el cerebro y se preservaron sus funciones neurológicas”, explicó el neurocirujano Marcos Stavale en la conferencia de prensa de esta mañana.

Foto: AFP

Según el equipo médico del presidente, éste se encuentra consciente, come y habla con normalidad tras la cirugía sin complicaciones. Permanecerá en la UCI al menos tres días, medida cautelar en este caso. Después, la expectativa es que permanezca internado en una habitación.

La expectativa es que regrese a Brasilia a partir de la próxima semana. Su equipo también asegura que no quedan posibles secuelas tras la cirugía. A primera hora de la tarde, Janja hizo su primera declaración pública sobre la salud de su marido, afirmando que estaba recibiendo “los cuidados necesarios” .

El vicepresidente Geraldo Alckmin canceló su agenda en el interior de San Pablo y asumió sus compromisos ayer martes. (Sergio Roxo, Renata Agostini, Jeniffer Gularte, Adriana Dias Lopes Y Luisa Marzullo)

La Constitución brasileña establece que el vicepresidente debe sustituir al presidente en caso de “impedimento” para gobernar, pero no aclara quién ni cómo debe evaluar su capacidad para cumplir con sus funciones. Por ahora el gobierno se maneja con la hipótesis de Lula no necesitará tomar licencia, pese a que está hospitalizado.

El Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil, que lidera el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, elegirá a su nueva cúpula directiva en unas elecciones el 6 de julio del próximo año.

La fecha elegida, el 6 de julio de 2025, coincidirá con el tercer año de mandato de Lula y cuando faltarán un año y pocos meses para las elecciones presidenciales de 2026, en las que el líder del PT puede intentar la reelección.

“Lo más importante de ese proceso electoral es la construcción de un programa para el PT, de una acción programática para conducir el partido en los próximos cuatro años”, dijo la actual presidenta de la sigla, la diputada Gleisi Hoffmann, en una rueda de prensa.

Hoffmann termina su mandato al frente del PT el año que viene y afirmó que lo ejercerá hasta el final, en medio de los rumores de la prensa local sobre su posible nombramiento como ministra en el Gobierno de Lula. “Me comprometí con el presidente (Lula) a dirigir el partido hasta el final de mi mandato y a hacer la sucesión. Ese es el compromiso que adquirí con él. Nunca me habló de un ministerio, así que eso es algo que no existe”, garantizó Hoffmann

El PT, que Lula fundó en 1980, viene de un mal resultado en las elecciones municipales de octubre pasado, en las que cedió terreno frente a las formaciones de derecha y centroderecha. (EFE)