INVESTIGACIÓN
El laboratorio Eli Lilly and Co también está haciendo estudios preclínicos de un tercer tratamiento de anticuerpos para la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.
El laboratorio Eli Lilly and Co podría tener la autorización para el uso de un medicamento específicamente diseñado para tratar el COVID-19 entre septiembre y noviembre de este año, si todo va bien con cualquiera de las dos terapias de anticuerpos que está probando, dijo su jefe científico a Reuters ayer miércoles.
Lilly también está haciendo estudios preclínicos de un tercer tratamiento de anticuerpos para la enfermedad causada por el nuevo coronavirus que podría comenzar las pruebas clínicas en humanos en las próximas semanas, señaló el director científico Daniel Skovronsky.
Este laboratorio ya ha lanzado pruebas en humanos con dos de las terapias experimentales.
Los fármacos pertenecen a una clase de medicinas biotecnológicas llamadas anticuerpos monoclonales que se usan para tratar el cáncer, la artritis reumatoide y muchas otras afecciones. Es probable que un medicamento de anticuerpos monoclonales desarrollado contra el COVID-19 sea más eficaz que medicamentos que se están probando actualmente contra el virus.
Skovronsky dijo que las terapias -que también pueden ser usadas para prevenir la enfermedad- podrían adelantarse a una vacuna para su uso generalizado como tratamiento contra el COVID-19, si es que resultan eficaces.
“Para la indicación del tratamiento, en particular, esto podría ir bastante rápido”, dijo en una entrevista.
“Si en agosto o septiembre estamos viendo que las personas que fueron tratadas no avanzan hacia la hospitalización, eso sería un dato poderoso y podría llevar a la autorización de uso de emergencia”.
“Así que eso te pone en el otoño (boreal): septiembre, octubre, noviembre no es irrazonable”, dijo.
Eli Lilly and Company tiene su sede en Indianápolis, Indiana. La empresa fue creada en 1876 por el coronel Eli Lilly, farmacéutico y veterano de la Guerra de Secesión.
Vacuna contra el coronavirus.
En tanto, el grupo estadounidense Johnson & Johnson anunció ayer miércoles que comenzará ensayos en humanos para una vacuna del coronavirus en la segunda mitad de julio, adelantando sus planes iniciales, que preveían hacerlo en septiembre. En este primer ensayo en humanos, la vacuna se probará con 1.045 adultos sanos de entre 18 y 55 años, así como en personas de más de 65 años, y se llevará a cabo en Estados Unidos y Bélgica. La empresa está en discusiones con los reguladores para adelantar también la siguiente fase de las pruebas.
Mientras tanto, explicó que está aumentando su capacidad de producción y en discusiones con socios en todo el mundo para asegurar acceso a la vacuna a nivel global. Johnson & Johnson tiene el objetivo de suministrar más de 1.000 millones de dosis durante 2021.
Actualmente, están en desarrollo al menos 124 vacunas para la COVID-19, según datos de la OMS, y al menos una decena de ellas están ya en fase de ensayos clínicos.
La Unión Europea pretende acelerar las pruebas de las vacunas contra el coronavirus que contienen organismos genéticamente modificados (OGM), una medida que podría ayudar a las que están desarrollando AstraZeneca y Johnson & Johnson. Se espera que la Comisión Europea presente los planes la próxima semana.
La medida forma parte de una estrategia de la UE destinada a asegurar suficientes dosis, ya que teme quedar a la zaga de Estados Unidos y China. Vacunas Europa, que representa a muchos grandes actores farmacéuticos, dijo que los cambios planeados crearían un campo de juego parejo entre las vacunas que contienen OGM y las que no los contienen.
“Los OGM son muy específicos para muy pocas vacunas basadas en vectores de adenovirus”, dijo Michel Stoffel de Vaccines Europe a Reuters, citando las desarrolladas por AstraZeneca y Johnson & Johnson entre las que contienen OGM y se beneficiarían de los posibles cambios.