REALEZA BRITÁNICA
Tras un largo viaje por carretera que pasó por Dundee y Aberdeen, el féretro llegó a la capital escocesa de Edimburgo, donde permanecerá hasta el martes, cuando un avión lo transporte a Londres.
Los restos mortales de Isabel II yacen este domingo en la sala del Trono de la residencia real de Holyroodhouse, en Edimburgo, tras recibir el homenaje de miles de personas que salieron a la calle al paso del cortejo fúnebre que los trasladó desde el castillo de Balmoral hasta la capital escocesa.
Desde Balmoral, donde la reina murió el jueves a los 96 años, el cortejo fúnebre inició esta mañana el trayecto de unos 200 kilómetros para llegar a la capital de Escocia, tras pasar por pueblos y localidades, entre ellos Ballater, Aberdeen y Dundee.
A lo largo de este recorrido, miles de personas se situaron a ambos lados de las carreteras para aplaudir y tomar fotografías del ataúd, cubierto con el estandarte real de Escocia y una corona de flores, recogidas especialmente de los jardines de Balmoral.
Farmers have positioned their tractors to form a guard of honour for the late Queen Elizabeth II as she passes through Aberdeenshire on her way to Edinburgh. pic.twitter.com/oDt8gs2bPR
— Royal Central (@RoyalCentral) September 11, 2022
Princess Anne curtsies as her mother’s coffin is carried into the Throne Room at the Palace of Holyroodhouse pic.twitter.com/fPWtTAOFJp
— Royal Central (@RoyalCentral) September 11, 2022
"Su majestad nos dio su vida y su tiempo de manera desinteresada. Rendirle homenaje de una manera tradicional era una forma de agradecerle todo lo que hizo", explicó en Balmoral Mark Lindley-Highfield, de 47 años, vestido con un frac negro y sombrero de copa.
Miles de personas contemplaban el paso del cortejo fúnebre a través de la verde campiña escocesa. En Ballater, la primera localidad atravesada y donde la reina era muy conocida, la gente estaba apostada en la calle principal y algunos lanzaron flores.
Aunque el protagonismo vuelve a la difunta soberana tras la proclamación de su hijo como el nuevo rey Carlos III, la reaparición juntos de los príncipes William y Harry, al lado de sus esposas Kate y Meghan, coparon la portada de los diarios dominicales.
"Reunidos por la pena", tituló el Sunday Telegraph, junto a una imagen de las dos parejas caminando juntos en Windsor. El Sunday Times precisó que se necesitaron "largas negociaciones" entre ambas parejas, a las que se considera distanciadas, para ese mediático momento.
La princesa Ana en el cortejo fúnebre
Detrás del coche fúnebre iba la limusina real con la hija de Isabel II, la princesa Ana, y el marido de ésta, Tim Laurence, mientras que en Holyroodhouse estaban dos hijos varones de la soberana, los príncipes Andrés y Eduardo.
En la avenida Royal Mile, en el centro histórico de Edimburgo, que une el castillo de la ciudad con el palacio real, miles de ciudadanos se apostaron a ambos lados de las barreras montadas por la Policía para aplaudir en un ambiente de recogimiento.
Una vez dentro del imponente patio de Holyroodhouse, el féretro fue recibido por el Real Regimiento de Escocia, con sus faldas verde tartán, para llevarlo hasta la sala del Trono, donde permanecerá toda la noche hasta mañana por la tarde.
Después de que el ataúd entrase en el palacio, el Regimiento Real de Escocia y miembros de la Guardia Real desfilaron en silencio en el patio antes de abandonar el recinto.
Momento histórico
Desde la muerte de la soberana el jueves cuando veraneaba en su residencia privada, los preparativos para recibir su féretro no cesaron en Escocia, una de las cuatros naciones del Reino Unido junto a Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte.
"Es realmente emotivo. Es genial que venga aquí para que todo el mundo pueda presentar sus respetos (...), para que los escoceses puedan despedirse y dar un último adiós a su reina", dijo la víspera a la AFP Paloma en la capital de Escocia.
Tras un largo viaje por carretera que pasará por Dundee y Aberdeen, el féretro llegará hacia las 16H00 (15H00 GMT) a la capital escocesa, donde permanecerá hasta el martes, cuando un avión lo transporte a Londres. Su funeral tendrá lugar el 19 de septiembre.
Al protocolo oficial para el momento de su muerte, cuidadosamente elaborado durante años bajo el nombre en clave de "London Bridge", hubo que agregar disposiciones especiales dado que falleció en Escocia, la conocida como "Operación Unicornio".
En Edimburgo, las aceras a lo largo del recorrido fueron protegidas con barreras para que escoceses y visitantes puedan ver pasar el cortejo. "Es muy loco poder vivir este momento histórico", dijo Jake, de 22 años.
El féretro reposará en la sala del trono del palacio, antes de ser trasladado el lunes en procesión a la cercana catedral de Saint Giles, donde se celebrará un oficio religioso en presencia del rey Carlos III y donde la gente podrá despedir a su "amada mamá".
"Isabel la Grande"
El fallecimiento de Isabel II tras siete décadas en el trono conmocionó al Reino Unido, a la Commonwealth (Mancomunidad de Naciones) y al mundo. Su hijo Carlos III fue proclamado rey del Reino Unido el sábado y, este domingo, de Australia y Nueva Zelanda.
El presidente chino, Xi Jinping, felicitó el domingo a Carlos III, en un mensaje en el que expresó su deseo "ampliar los intercambios amistosos y la cooperación mutuamente beneficiosa y fortalecer la comunicación sobre cuestiones globales", según la agencia Xinhua.
En Londres, los restos de la reina serán llevados el miércoles en procesión del Palacio de Buckingham al de Westminster, donde permanecerá sobre un catafalco color púrpura para permitir a los británicos despedirse hasta el día del funeral de Estado.
El primer funeral de Estado desde el del ex primer ministro Winston Churchill en 1965 tendrá lugar el 19 de septiembre ante decenas de líderes mundiales, como el presidente estadounidense, Joe Biden, y atraerá a millones de personas.
El nuevo monarca de 73 años iniciará el lunes en Escocia su gira por el Reino Unido para asistir también a una sesión de condolencias en el Parlamento escocés, uno de los emotivos tributos que los políticos pronuncian en los últimos días.
Isabel II "no sólo mostró al mundo cómo reinar un pueblo, sino también cómo dar, cómo amar y cómo servir", dijo el ex primer ministro Boris Johnson, para quien "fue esa indomabilidad, ese humor, esa ética del trabajo, ese sentido de la historia lo que la convirtió en Isabel la Grande".