PANDEMIA
Las estaciones de trenes de Roma, Milán y otras muchas ciudades amanecieron ayer blindadas por las fuerzas del orden, después del despliegue de cientos de agentes para evitar los bloqueos.
La alarma desatada ayer martes en Italia por los antivacunas, que habían amenazado con bloquear más de 50 estaciones ferroviarias de todo el país en coincidencia con la entrada en vigor del certificado de vacunación para acceder a escuelas, trenes, aviones y barcos, quedó en nada, después de que una fuerte movilización policial, pero también social, les haya desanimado en sus protestas.
Las estaciones de trenes de Roma, Milán y otras muchas ciudades amanecieron ayer blindadas por las fuerzas del orden, después del despliegue de cientos de agentes para evitar los bloqueos y de que la ministra del Interior, Luciana Lamorgese, anunciase “tolerancia cero” con los antivacunas, que en los últimos días habían protagonizado varios incidentes violentos.
La fuerte movilización policial, sin embargo, acabó siendo innecesaria, dado que a las 14.30 horas (09.30 en Uruguay), la hora en la que se habían convocado las protestas en las estaciones del país, apenas había manifestantes a las puertas de la mayoría de las estaciones.
Los grupos de chat que utilizan los antivacunas para convocar manifestaciones y protestas se habían llenado en los últimos días de amenazas que en algunos casos han culminado en agresiones, como la sufrida por el director del departamento de enfermedades infecciosas en el Hospital San Martino de Génova, Mateo Bassetti.
En el chat de Telegram titulado “Basta dictadura” con el símbolo de una esvástica, y con más de 40.000 integrantes, este lunes apareció la invitación a “asustar un poco el gobierno” y se adjuntaban los números de teléfono de la oficina del primer ministro. El propio ministro de Exteriores, Luigi di Maio, ha sido amenazado con frases intimidatorias (“Hace falta plomo”, “Tienes que morir”) en esos canales. (Con información de EFE)