AGRICULTURA
La iniciativa que presentó el Gobierno comienza por la preservación al máximo de los recursos para los usos prioritarios mediante la imposición de restricciones para el resto.
Francia puso en marcha un plan de acciones frente a la sequía que ya causó restricciones de agua en 72 de los 101 departamentos del país para mantener con las menores alteraciones posibles la actividad del sector agropecuario y de las centrales nucleares.
El ministro de Agricultura, Marc Fesneau, acompañado por la secretaria de Estado de Ecología, Bérangère Couillard, realizó ayer una visita al departamento de Charente, en el oeste, para reunirse con responsables de los sindicatos agrícolas o de entidades profesionales.
“La verdad es que no conozco ningún territorio en el que la agricultura pueda mantenerse sin agua”, subrayó Fesneau”.
El Gobierno ha presentado un plan de acciones que se concreta en cinco ejes, empezando por la preservación al máximo de los recursos para los usos prioritarios mediante la imposición de restricciones para el resto. Los otros son prever las necesidades para la alimentación animal, tomar medidas para la prevención de incendios en los cultivos, planes estructurales para que el sector agrícola sea más resistente al cambio climático y estructurar un seguimiento por la sequía.
El ministro calificó la situación de “muy preocupante para nuestro mundo agrícola” e dijo que está en juego “nuestra soberanía alimentaria”.
La compañía eléctrica EDF y el gestor de redes RTE han indicado haber obtenido una derogación temporal para que tres centrales atómicas puedan seguir funcionando pese a la ola de calor.
Con esta derogación, las centrales de Golfech, Blayais y Saint Alban podrán verter a los ríos el agua de refrigeración de sus reactores a una temperatura superior a que establece la normativa medioambiental que está en vigor desde 2006.
La medida llega en un momento en que la mitad de los 56 reactores nucleares que hay en Francia, están parados por labores de mantenimiento o por fallos detectados, lo que está obligando a Francia a importar mucha electricidad de países vecinos como España.
Ayer 16 departamentos del sur de Francia estaban en alerta naranja y una veintena larga más en alerta amarilla. Se esperan temperaturas en el interior superiores a 35 o 40 grados.