AFP
El opositor Frente Amplio por México formalizó a la senadora Xóchitl Gálvez como su candidata presidencial en su primer evento multitudinario en Ciudad de México, en un intento por mostrar músculo hacia la carrera electoral.
Gálvez prometió ayer domingo “unidad” y respeto ante las “mentiras” e “insultos” que atribuyó al presidente saliente de izquierda, Andrés Manuel López Obrador.
“Vamos a abrir las puertas del palacio nacional”, prometió Gálvez, de 60 años, senadora y empresaria de origen indígena, al ser investida oficialmente para las elecciones de junio próximo.
Su principal rival debería ser otra mujer, la exalcaldesa de Ciudad de México Claudia Sheinbaum, favorita en las primarias del partido gobernante Morena, cuyo resultado se espera para el miércoles.
Las puertas del palacio -sede de la presidencia- se cerraron “con mentiras, con insultos, con odio” y “a todos los que no piensan como ellos”, dijo Gálvez ante miles de simpatizantes reunidos en el centro de la capital.
La senadora lanzó su campaña en junio tras ser expulsada de la sede de la presidencia cuando quería asistir a la conferencia de prensa diaria de López Obrador para responderle en directo. En esas conferencias, el mandatario suele atacar a la oposición, a los medios de comunicación, a las feministas radicales y a los defensores del medio ambiente llamándolos “conservadores” o miembros o cómplices de la “mafia del poder”.
“No vamos a recurrir a la ofensa, al insulto, a la descalificación. México necesita a una presidenta que respete a todas y todos”, proclamó la abanderada del Frente Amplio, que agrupa a los tres principales partidos de la oposición, el derechista PAN, el centroizquierdista PRD y el PRI, hegemónico durante casi un siglo en México.
“No tengo formalmente un partido. (...) Soy políticamente daltónica. Sólo veo un color, el color de México”, dijo la legisladora oriunda del estado de Hidalgo, en el centro de México.
Gálvez volvió a machacar con las expresiones populares que le han dado fama: “Ni huevones, ni rateras ni pendejos”, proclamó.
“Hace apenas unos meses la oposición estaba desunida y desmoralizada”, resumió. “En muy poco tiempo le dimos la vuelta al pesimismo. Si en dos meses estamos por alcanzar a Morena (el partido de López Obrador) es porque podemos ganar”.