ARGENTINA
Cristina Kirchner, acusada de corrupción, llega a esta instancia imputada por haber liderado una asociación ilícita que direccionó obra pública vial hacia Lázaro Báez.
El fiscal Diego Luciani citó declaraciones de Alberto Fernández como prueba contra Cristina Kirchner, en la primera jornada de su alegato en el juicio conocido como “Vialidad”.
Cristina Kirchner, acusada de corrupción, llega a esta instancia imputada por haber liderado una asociación ilícita que direccionó obra pública vial hacia Lázaro Báez, quien ganó cerca del 80% de la obras en Santa Cruz, cotizadas en más de $46.000 millones.
El caso se basa en la construcción a partir de indicios y en pruebas directas surgidas de los expedientes de las licitaciones de obras públicas. Se habrían pagado sobreprecios y tolerado incumplimientos. Existen documentos que revelan que Báez tenía trato preferencial a la hora de cobrar, que sus empresas simulaban competir, que recibió adelantos inusuales y que se le pagó por obras inconclusas. Báez crea Austral Construcciones días antes de que Néstor Kirchner asuma la presidencia; se “exportan” funcionarios de Santa Cruz a la Nación; se concentra en Santa Cruz la obra vial y se la direcciona hacia Báez.
En este juicio oral se investigan hechos que constituirían el delito precedente al lavado de dinero investigado en la “ruta del dinero K”, expediente en el que se condenó a Báez a 12 años por lavar unos US$60 millones.
El alegato del fiscal
Luciani reprodujo en medio de su exposición un audio del Presidente Alberto Fernández, de cuando concurrió a declarar como testigo en esta causa, el 15 de febrero pasado. Ese día, Fernández admitió que Néstor Kirchner le presentó a Lázaro Báez en El Calafate, en una fecha no precisada entre 2003 y 2004.
En el inicio de su alegato, Luciani dijo: “El entonces presidente de la Nación, Néstor Kirchner, y Lázaro Báez eran amigos íntimos, esto no está en discusión, no está controvertido. La misma Cristina Fernández lo admitió en su declaración indagatorio. También el actual presidente de la Nación, el doctor Alberto Fernández, corroboró esa estrecha vinculación en su declaración testimonial, al manifestar que a Lázaro Báez se lo presentó Néstor Kirchner en el año 2003, 2004, en El Calafate, en circunstancias en que acompañó a Néstor, que estaba terminando su casa, y Lázaro Báez estaba allí, en el parque. Vamos a escuchar el audio”, introdujo Luciani, para dar paso al primer audio que se reprodujo en su alegato.
Fragmento del alegato:
Tras la introducción del fiscal, se reprodujo su diálogo con Fernández, en ocasión de la declaración testimonial del Presidente.
-Diego Luciani: ¿Me podría decir cuándo lo cruzó [a Báez], en qué circunstancias?
-Alberto Fernández: Estando en Calafate. Había ido con Néstor, que estaba terminando de hacer su casa y lo conocí a Báez ahí, en el parque, porque estaba haciendo una obra allí, en El Calafate.
-Diego Luciani: ¿Quién se lo presentó?
-Alberto Fernández: Yo estaba con Néstor.
-Diego Luciani: ¿Se lo presentó Néstor?
-Alberto Fernández: Sí. Yo estaba con Néstor, él se acercó a saludar y ocurrió el diálogo que comenté.
-Diego Luciani: ¿Esto cuando fue?
-Alberto Fernández: 2003, 2004, no tengo idea.
Durante esa audiencia, Luciani protagonizó un cruce con Fernández, que le preguntó si tenía problemas de comprensión. “No me falte el respeto”, le contestó entonces el fiscal.
En su alegato de hoy, después de ese extracto de la declaración testimonial del Presidente, el fiscal señaló que Kirchner y Báez eran socios. “Como veremos, no solo eran amigos; también eran socios comerciales en una enorme cantidad de negocios que hicieron juntos”, remarcó Luciani.
El fiscal recordó además que en notas periodísticas Fernández, después de dejar el gobierno, había hecho alusión a irregularidades en el manejo de la obra pública durante el kirchnerismo.
La relación entre los Kirchner y Báez es clave para la estrategia del fiscal. Para él, Austral Construcciones, principal empresa de Báez, “fue una cáscara vacía que les permitió durante 12 años extirpar fondos del Estado”. Y todo fue diseñado “desde los más altos cargos del Gobierno”. El fiscal afirmó que, para quienes manejaban la asociación ilícita, “la regla fue el abuso de poder”.
Asociación ilícita
El fiscal dijo que tiene por acreditado que “funcionó en el seno del estado una asociación ilícita”, de la que los culpó a Cristina Kirchner y su marido, el expresidente Néstor Kirchner. También se refirió a Lázaro Báez, “socio comercial de Néstor Kirchner y de su esposa”. A todos ellos los responsabilizó de un “perjuicio económico y social inconmensurable”.
Según el fiscal, se eligió la obra pública vial de Santa Cruz como el ámbito de donde sacar fondos del Estado para generarse enormes beneficios económicos. Para eso, dijo, “se le dio al plan algo inaudito: se creó un oferente”.
Luciani insistió: “Crearon la empresa constructora que les respondiera”, en alusión a Austral Construcciones.
“Las 51 licitaciones analizadas buscaron eliminar la competencia para que Báez fuera beneficiado ilícitamente con contratos millonarios”, dijo Luciani. La supuesta competencia que tenían las empresas de Báez “era una ficción”.
“Fue una maniobra burda para montar un escenario de libre competencia”, afirmó. “La corrupción parasitó todos los controles.”
Y todo se encubrió -dijo- con fórmulas para darle una aparente legalidad. “Vamos a explicar cada una de las licitaciones. Cada una, las 51?, anunció Luciani.
“Lograron beneficios económicos inmensos en contra del Estado”, afirmó, y Báez forjó una fortuna “inmensa”.
El fiscal Luciani destacó además que Báez incumplió casi todas de las obras que se le adjudicaron. Y que solo una mantuvo su precio original. En 50 de las 51, hubo redeterminaciones de precios.
Además, dijo el fiscal, “24 obras de las 51 adjudicadas al grupo Báez fueron abandonadas”.
“En 39 casos Báez logró 700 meses de prórrogas, algo así como 63 años. Y consiguió más de 1500 millones de pesos en concepto de incrementos presupuestarios. Todo con un procedimiento ilegal”, afirmó Luciani.