Redacción El País
El entierro del líder opositor ruso, Alexéi Navalny, al que se espera que acudan mañana viernes miles de personas, ensombrece el discurso sobre el estado de la nación que el presidente Vladímir Putin pronunciará hoy ante ambas cámaras del Parlamento.
Según informó el Kremlin, Putin lleva toda la semana preparando el discurso, que se centrará tanto en la campaña militar en Ucrania como en el desarrollo económico y en asuntos sociales, como la necesidad de incrementar los índices de natalidad.
Los partidarios de Navalny intentaron celebrar tanto el sepelio como la capilla ardiente hoy jueves, pero las autoridades se lo impidieron ante el temor de que dichos actos silencien la intervención del presidente.
El discurso será, en realidad, la exposición del programa electoral de Putin de cara a las elecciones del 15 al 17 de marzo, en las que buscará la reelección para un quinto mandato de seis años.
Putin abordará la prioridad de satisfacer las necesidades de las Fuerzas Armadas, para lo que la industria militar ha multiplicado su ritmo de producción. Eso sí, haciendo hincapié en que Rusia no tiene una economía de guerra y que, de hecho, el PIB creció un 3,6% en el pasado año, aunque la inflación oficial supera el 7% y el precio de la canasta familiar se ha disparado en los últimos meses.
Putin, que cuenta con una intención de voto del 79%, según los sondeos, se enfrentará dentro de dos semanas a tres candidatos que los rusos apenas conocen, con lo que se da por hecha su victoria.
Según anunciaron los aliados de Navalny, la capilla ardiente con los restos del opositor será instalada en una iglesia del barrio moscovita de Máriino y dos horas después tendrá lugar el sepelio propiamente dicho, en el cementerio de Borísovo, ambos lejos del centro, en el sudeste de Moscú. (EFE)