La Nación/GDA
El gobierno argentino volvió a abrir ayer un nuevo frente contra el sindicalismo y anunció que descontará el día a los estatales que se plieguen al paro del próximo 24 de enero, convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT) y al que adhirieron los gremios públicos y apoyó mediante un comunicado, desde Uruguay, el Pit-Cnt.
La confirmación llegó a través del vocero presidencial, Manuel Adorni. En su conferencia diaria, que suspendió el miércoles por el discurso del presidente Javier Milei en Davos, Adorni indicó: “Se ha tomado la decisión de descontar ese día a quienes vayan al paro, a los empleados estatales nacionales que se adhieran a esta medida”. Justificó esta decisión en que desde la Casa Rosada entienden que “el salario es una contraprestación” y por eso marcó: “Quien no trabaja es razonable que no cobre”.
Asimismo, en un dardo a la CGT, marcó que en la Casa Rosada esperan conocer “el porqué del paro”, ya que alegó que no les queda claro el motivo por el que la central obrera decide hacer una medida de fuerza a 44 días del comienzo de la gestión de Milei. “No existe razón para el paro, los porqués son casi infantiles. (Dicen) ‘es para voltear tal o cual cosa’. No los entendemos”, indicó el portavoz, que cuando fue consultado sobre si consideran que la medida de los gremios es ilegal, no ahondó. “En términos jurídicos, llegado el caso habrá novedades”, se limitó a decir.
“Por supuesto también se ha hecho público que desde este martes está abierta la línea 134, es anónima y gratuita, a disposición de todos aquellos que se sientan extorsionados, amenazados o que sientan alguna situación que los obligue a parar. Pueden hacer la denuncia anónima en esa línea”, adhirió con respecto a este teléfono que promueve la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, para desalentar la protesta.
Según informaron a La Nación desde la cartera que comanda la dirigente de Pro plegada a los libertarios, desde el 18 de diciembre habían ingresado 47 mil llamadas. A eso sumó un mail para recibir acusaciones.
En tanto, Adorni también arremetió contra el líder camionero Pablo Moyano, que suele ser blanco de los discursos del gobierno. “Ayer escuché al hijo de Hugo Moyano decir que el país estaba funcionando y que no era necesario el decreto de necesidad y urgencia (DNU) ni la ley... Hay que ver qué considera él que es un país funcionando o para quién funciona ese país que él describe”, dijo el vocero.
Contra el sindicalista, que es uno de los promotores del paro y de la marcha del 24 hasta el Congreso para quejarse por la ley ómnibus, siguió: “Entendemos que la Argentina está en una situación de urgencia y absoluta necesidad, y que tanto el DNU como la ley son parte de ese cambio, y de sacar a la Argentina de la decadencia en la que vive. Así que no, efectivamente la Argentina no está funcionando para la gente de bien, de trabajo, que se esfuerza, y para los argentinos que quieren vivir en un país mejor”.
Todavía siguen las dudas sobre cuándo saldrá el dictamen de comisión en Diputados para el proyecto base que el gobierno giró al Congreso. Adorni no descartó que esté todo listo para mañana sábado, pese a que hay indicios de que el debate en el recinto se pasará para la semana que viene, hasta con la posibilidad de que la resolución del plenario se dé el mismo miércoles del paro cegestista.