Redacción El País
La vicepresidenta de Ecuador, Verónica Abad, tildó ayer sábado de “golpe de Estado Judicial” el señalamiento del Tribunal Contencioso Electoral (TCE) que determinó que la suspensión que le impuso por dos años de sus derechos políticos, implica su inmediata inhabilitación para ejercer cargos públicos.
Con esa decisión, se le cierran las puertas a Abad para asumir temporalmente la Presidencia durante el periodo de campaña electoral en la que el presidente, Daniel Noboa, busca su reelección.
“ATENCIÓN Golpe de Estado Judicial”, escribió Abad en su cuenta de X, en la que hizo referencia al voto salvado del juez Fernando Muñoz, al que calificó de “coherente con la norma constitucional”.
Para Abad, con ese voto, se advierte “que los efectos materiales de la sentencia jamás deben servir como una forma de remoción indirecta” de la vicepresidenta.

Además, se deja en claro, “una vez más, que las causales de destitución están expresamente determinadas en la Constitución y que entre ellas ‘ninguna es por causa de una suspensión de derechos políticos’”. La destitución -apuntó- solo cabe después de un juicio político y es competencia exclusiva de la Asamblea Nacional.
Con tres votos a favor y dos en contra, el TCE resolvió el pedido de aclaración formulado por la defensa de Abad sobre la sentencia de segunda y última instancia emitida el pasado lunes.
Abad, en enconado enfrentamiento con Noboa, defiende que la suspensión de sus derechos políticos ordenada por el TCE no puede afectar las funciones del cargo para el que fue elegida por votación popular junto al mandatario.
La vicepresidenta fue condenada por el TCE a una suspensión de dos años y a una multa de 14.000 dólares ante una contrademanda por violencia política de género presentada contra ella por la ministra de Relaciones Exteriores, Gabriela Sommerfeld. Inicialmente, Abad había demandado por violencia política de género a Noboa y a varios miembros del Gobierno, entre ellos Sommerfeld, tras haber acusado al mandatario de liderar un presunto acoso contra ella para forzarla a dimitir. EFE