FENÓMENOS CLIMÁTICOS
Las llamas llegan a las puertas de la ciudad de Atenas; la ola de calor e incendios se extiende a otros países del sureste europeo.
Tras una semana inmersa en la mayor ola de calor vivida en cuarenta años, Grecia continúa la lucha contra numerosos incendios en varios puntos del país, donde decenas de poblaciones han tenido que ser evacuadas y las familias que han perdido sus hogares aumentan por momentos. “El país se enfrenta a una crisis ambiental sin precedentes, con múltiples grandes incendios en muchas partes, resultado de una ola de calor que ahora está entrando en su segunda semana”, dijo el primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, en una visita al centro de coordinación del incendio que está arrasando con los alrededores del yacimiento arqueológico de la Antigua Olimpia, cuna de los Juegos Olímpicos, que hasta ahora se ha salvado gracias a un gran operativo.
El incendio al pie del monte Parnés, que desde el martes ha quemado más de mil hectáreas y dejado a cientos de personas sin hogar en la zona norte de Atenas, está de nuevo fuera de control, después de que surgieran tres nuevos focos que ya se han unido para formar uno solo de más de tres kilómetros de largo.
Las llamas se encuentran a pocos metros de Tatoi, el palacio de veraneo de la antigua familia real helena.
Mientras, la autovía que conecta la capital con Salónica, la segunda mayor ciudad del país, ha sido cerrada al tráfico.
Grecia lucha desde hace una semana contra decenas de incendios en la “peor ola de calor” en cuatro décadas, según su primer ministro, con temperaturas que oscilan entre los 40 y los 45 ºC.
Un fenómeno que se refleja en otros países del sureste de Europa, con incendios forestales por toda la región, muertes, evacuaciones masivas, la destrucción de cientos de hogares y de miles de hectáreas de vegetación.
En Turquía, en una semana se han declarado más de 170 focos, la gran mayoría ya extinguidos o bajo control, pero aún con una docena de frentes activos en siete provincias del sur y este del país.
Las altas temperaturas en el Mediterráneo oriental han afectado estas regiones de Turquía, con temperaturas de hasta 44 grados en la ciudad meridional de Antalya y 42 en la turística Marmaris, dos de las zonas más afectadas por los incendios.
También en Bulgaria, donde las temperaturas alcanzan los 42 grados, los incendios han hecho estragos en los últimos días, destruyendo grandes áreas de bosques, pero sin causar, de momento, ni muertos ni heridos. Uno de esos incendios, al sur de la capital, Sofía, llegó a acercarse a 300 metros del gasoducto que transporta carburante a Grecia, sin dañar la instalación.
En Albania un hombre de 64 años murió al ser alcanzado por las llamas en el patio de su casa, uno de tantos incendios que ha arrasado miles de hectáreas forestales.
La situación más crítica ahora se encuentra en el sur del país: la costa del Jónico, la turística ciudad de Vlora y en Gjirokastra, cerca de la frontera con Grecia.
En Kosovo también murió un hombre de 57 años por el fuego, en un incendio en la aldea de Novo Selo que lleva días azotada por varios focos en mitad de las altas temperaturas y fuertes ráfagas de viento.
Una docena de incendios están activos en Macedonia del Norte, de los cuales sólo dos están controlados y, aunque hay varias poblaciones en riesgo, hasta ayer no había vidas en peligro.
Hasta la helada Siberia está sufriendo las consecuencias del cambio climático. En Siberia los incendios forestales son habituales, pero desde hace tres años las llamas golpean con violencia en Sajá-Yakutia, una inmensa región siberiana cinco veces más grande que Francia pero poblada por menos de un millón de habitantes.
Incendios en California.
Como cada año, el estado de California en Estados Unidos también sufre los efectos del fuego. Esta semana enorme incendio arrasó un pequeño pueblo del norte de California, horas después de que las autoridades exhortaron a los residentes a evacuar inmediatamente sus hogares.
El centro de Greenville, una comunidad en el norte del estado, fue asolado por las llamas luego de que los fuertes vientos empujaran el incendio Dixie.
“Diría que la mayoría del centro de Greenville está completamente destruido”, tuiteó el fotógrafo Stuart Palley, mostrando imágenes de la devastación. “Mi corazón está roto por este precioso pueblo”.
Las autoridades habían previamente emitido alertas a los residentes de Greenville y la cercana Chester, donde los vientos de hasta 56 km/h avivaron las llamas de Dixie, el mayor incendio del estado.
Imágenes de AFP mostraban cómo el calor del incendio había doblado postes eléctricos, y solo algunas estructuras quedaban aún de pie.
Las llamas alcanzaron el pueblo de unos 800 habitantes en la tarde del miércoles, según Jake Cagle, del servicio forestal.
“El comportamiento del incendio es intenso. No es a lo que estamos acostumbrados”, dijo en un video la noche del miércoles.
El incendio Dixie calcina los bosques del norte de California desde mediados de julio, un efecto más de la crisis climática que ha provocado un calor sofocante y una alarmante sequía. Para mediados de julio, el área incendiada en California era más de 250% respecto a 2020, que a su vez fue el peor año en la historia moderna del estado. (Con información de AFP y EFE)
Central en peligro
Turquía evacuó ayer jueves los alrededores de una central térmica amenazada por el fuego. Al son de las alarmas de evacuación, centenares de habitantes, llevando solo lo que podían cargar, fueron evacuados a bordo de lanchas de los guardacostas turcos movilizados en el puerto de Oren, cercano a la central termoeléctrica de 35 años de antigüedad de Milas. Otros habitantes fueron evacuados por tierra.
Los incendios que llevan arrasando desde hace casi una semana grandes superficies forestales de Grecia y Turquía están deteriorando la calidad del aire en el Mediterráneo.
Según los análisis de satélites recopilados por el Observatorio de Atenas, uno de los institutos científicos más antiguos de Europa, el gran número de incendios forestales que están en curso liberan grandes cantidades de micropartículas a la atmósfera y el humo llega hasta el norte de África.
Además, la situación se está viendo agravada por la gran concentración de polvo africano que está cubriendo buena parte del Mediterráneo.
Según el citado observatorio, debido a la alta concentración de micropartículas el aspecto del cielo es brumoso en prácticamente todo Grecia
Se espera que la situación atmosférica empiece a mejorar a partir de hoy viernes, con el aumento de los vientos que soplarán del noreste, algo que por otro lado, supone un peligro para el curso de los incendios.
Según datos del mismo instituto, el gran número de incendios forestales que se están registrando en Grecia han llevado a que entre el 1 y el 4 de agosto se haya quemado ya más del 50% de la media registrada en los últimos años durante todo el periodo de incendios.