EFE, AFP
Rusia se acostumbra a los ataques con drones, que se vuelven cada vez más cotidianos, ya que Ucrania intenta llevar la guerra al corazón del país que lo invadió en febrero de 2022.
“Moscú se acostumbra aceleradamente a la guerra total, que pronto se trasladará de un modo definitivo al territorio de los responsables de esta guerra para cobrarles la deuda”, declaró ayer martes el asesor de la Presidencia ucraniana, Mijailo Podoliak, al comentar un nuevo ataque de drones contra la capital rusa.
El alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, informó también ayer de que un dron se estrelló contra la fachada de uno de los rascacielos que conforman el corazón financiero de la capital, Moscow City, dos de cuyas torres ya sufrieron daños el pasado sábado en un ataque similar. “La fachada del piso 21 resultó dañada, las ventanas se rompieron en un área de 150 m2”, añadió Sobianin sobre el ataque de ayer.
“Después del primer ataque, todo el mundo se decía: ‘no golpearán el mismo lugar dos veces’, pero esta mañana nos despertamos en estado de shock (...) No estoy segura de si me voy a mudar, pero creo que sí”, dijo una residente del barrio, Anastasia Berseneva, de 26 años, que se despertó con la explosión.
Al igual que el domingo, el aeropuerto Vnúkovo de Moscú fue cerrado brevemente, según la agencia de noticias estatal TASS.
La defensa antiaérea también derribó dos drones en la región de Moscú, uno de ellos en la localidad de Naro-Fominsk, donde está estacionada la Segunda División de Infantería Motorizada, unidad de élite del Ejército ruso.
“Todo lo que pase a partir de ahora en Rusia es un proceso histórico. Más drones de origen desconocido, más desintegración, más conflictos civiles, más guerra”, alertó el asesor de la Presidencia ucraniana.
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, trató de quitarle importante al ataque de ayer y se limitó a constatar que “realmente la amenaza existe, es evidente y se toman medidas”.
Los drones que atacaron ayer Moscú y su región fueron lanzados desde territorio de Ucrania, según informó un alto oficial del sistema de defensa antiaérea rusa a la agencia TASS.
Esta información fue confirmada por una fuente de los servicios de emergencia ruso, lo que significa que los drones recorrieron al menos 500 kilómetros de espacio aéreo ruso, la distancia mínima entre la capital rusa y la frontera con Ucrania.
El ministerio de Defensa ruso denunció un acto “terrorista”, a pesar de que Rusia lanza sus propios drones a diario contra ciudades ucranianas.
Pero no solo la capital rusa fue objeto de ataques de naves no tripuladas. Dos buques de la Armada rusa repelieron un ataque de tres drones acuáticos ucranianos.
Se trata de los patrulleros Serguéi Kótov y Vasili Bykov de la Flota del Mar Negro, que fueron atacados por tres lanchas no tripuladas a 340 kilómetros al suroeste del puerto de Sebastopol en Crimea.
Posteriormente, Rusia denunció otro ataque contra varios buques mercantes rusos en la zona suroccidental del mar Negro, que se dirigían al estrecho del Bósforo.
Según el portavoz militar, Ígor Konashénkov, “los buques de la Armada Rusa que escoltaban el transporte marítimo detectaron a tiempo” los drones atacantes y los destruyeron.
Contraofensiva ucraniana
Los ataques a la capital rusa y sus alrededores se han multiplicado desde principios de año y en mayo uno de ellos incluso alcanzó el Kremlin.
También hubo varios ataques contra la península de Crimea, anexionada en 2014 por Rusia, que afectaron a puentes clave para el suministro de las fuerzas rusas.
El presidente ucraniano Volodimir Zelenski dijo el domingo que “la guerra está volviendo al territorio de Rusia”.
En la región rusa de Bélgorod, vecina de Ucrania, el gobernador dijo que la zona vuelve a estar bajo fuego de artillería. Los ataques en Bélgorod forman parte de la contraofensiva lanzada en junio por Ucrania, armada con equipos occidentales, para recuperar los territorios ocupados por Rusia.
Pero los avances hasta ahora han sido muy lentos porque el ejército ucraniano se enfrenta a líneas defensivas rusas, formadas por trincheras, trampas antitanque y campos de minas.
El ejército ruso está tratando de mostrar su solidez y ayer martes transmitió imágenes del jefe del Estado mayor y comandante de operaciones en Ucrania, Valery Gerasimov, inspeccionando un puesto de mando en la parte ocupada de la región ucraniana de Zaporiyia.
El lunes, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú anunció que Rusia sigue intensificando sus bombardeos y la madrugada del lunes, Krivói Rog, la ciudad natal del presidente ucraniano, en el centro del país, fue blanco de dos misiles rusos. Uno de ellos destruyó parte de un edificio y mató a seis personas, incluida una niña de 10 años y su madre, además de dejar 75 heridos.