PREOCUPACIÓN
Cuestionan la estrategia del Kremlin y piden “movilización total” en Rusia. "La guerra no se puede detener, termina con la victoria o con la derrota", dijo líder de los comunistas rusos.
A Vladimir Putin laguerra en Ucraniahace mucho que no le marcha como él la había planificado, o como le dijeron que iba a suceder. En estos días el desconsuelo en el entorno de Putin ha sido tal que los reveses sufridos por el ejército ruso en el este de Ucrania, calificados de “preocupantes”, “deprimentes” o de “traición”, han inquietado a algunos halcones en Moscú, que ahora cuestionan públicamente la estrategia del Kremlin.
El avance ucraniano en el este del país ha sacado a primer plano el tema de una amplia movilización en Rusia. “Una operación militar puede ser detenida en cualquier momento. La guerra no se puede detener, termina con la victoria o con la derrota. Me refiero a que estamos en guerra y no tenemos derecho a perderla”, declaró el líder de los comunistas rusos, Guennadi Ziugánov. Por ello, defendió que “es necesaria una movilización total del país”.
Esa opinión es compartida por muchos expertos y blogueros militares rusos: el líder chechén, Ramzán Kadírov, criticó los errores cometidos en el campo de batalla y se mostró dispuesto a enviar a 10.000 hombres al frente.
Los prorrusos destacaron que las fuerzas ucranianas en Járkov eran ocho veces mayores que las rusas.
Vladímir Putin, sin embargo, considera que la mayoría de los rusos no está dispuesta a enviar a sus hijos a combatir en Ucrania, según medios de Rusia.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, llamó ayer martes a quienes expresan críticas a “tener mucho cuidado” y permanecer “en el marco de la ley”, que castiga severamente a quienes “desacreditan” al ejército.
Esta advertencia responde a la avalancha en Rusia de reacciones, en ocasiones virulentas, ante la retirada de las fuerzas rusas de la región ucraniana de Járkov por la contraofensiva de Ucrania.
El ministerio de Defensa ruso justificó la retirada como una “reagrupación”.
Pero las cadenas de televisión estatales, siempre fieles a la versión oficial del Kremlin, no han podido ocultar su preocupación.
Tras la toma de la ciudad de Balakliya por parte de las fuerzas ucranianas, el sábado, Vladimir Soloviev, uno de los principales portavoces del Kremlin en los medios, consideró que la situación era “grave, difícil”.
Mientras, editorialistas, analistas, blogueros y responsables a favor de la invasión a Ucraniana han aumentado las críticas en platós de televisión y en redes sociales, algo inconcebible hasta ahora.
El dirigente checheno Ramzan Kadirov, partidario de la línea dura en Ucrania, criticó los “errores” cometidos, a su parecer, por generales rusos, en un mensaje enviado el domingo a sus 2,4 millones de abonados en Telegram. “Si no se producen cambios hoy o mañana en la forma de llevar a cabo la operación militar especial, tendré que contactar a quienes se encuentran al mando del ministerio de Defensa y del país para explicarles cuál es la situación sobre el terreno”, afirmó.
"Traición"
En la oposición, golpeada por la represión interna, las críticas también se han multiplicado. En San Petersburgo, responsables locales han llamado al parlamento a lanzar un proceso de destitución contra Putin, aunque este no tenga ninguna opción de salir adelante.
La fulgurante contraofensiva ucraniana ha asombrado a más de uno, sobre todo porque no se trata del primer revés a las tropas rusas, que debieron retirarse de la región de Kiev en marzo y perdieron su buque insignia en el mar Negro en abril.
Para el periodista Egor Jolmogorov, pro invasión, solo hay dos explicaciones posibles: o Rusia ha sido “traicionada”, o su ejército no es “apto para el combate”.
“Es absolutamente imposible vencer a Ucrania con los recursos con los que Rusia intenta combatir, con métodos de guerra colonial donde solo se utilizan profesionales y mercenarios, sin movilización” de otras fuerzas, lanzó en un debate televisado el exdiputado Boris Nadeyin.
Los más tenaces defensores de la invasión urgen ahora al Kremlin a aumentar los ataques en Ucrania. El bloguero Maxim Fomin, seguido por más de 400.000 personas en Telegram, sugirió “un ataque nuclear de advertencia” en la isla de las Serpientes, en el mar Negro, del que las fueras rusas se retiraron en julio.
"Sin riesgo" para Putin
La pregunta que se plantea, teniendo en cuenta que las autoridades han encarcelado o empujado al exilio a la mayor parte de figuras de la oposición liberal, es si esta avalancha de críticas representa una amenaza para Putin.
Para Tatiana Stanovaia, fundadora del centro de análisis político independiente R. Politik, el riesgo en este momento para Putin es muy limitado.
Pero si la situación en el frente se degrada aún más “con más pérdidas, derrotas o una retirada”, la relación entre “esos ‘patriotas’ y las autoridades se verán seriamente puestas a prueba”, explicó.
El perfil de los nuevos detractores complicaría la represión, subraya la experta, ya que, a diferencia de los liberales, una oposición “patriótica” podría ser “percibida como legítima” en Rusia.
Avance ucraniano
En el bando de Ucrania el ánimo es otro, muy entonado por las últimas victorias.
“El movimiento de nuestras tropas continúa”, afirmó el presidente Volodímir Zelenski, al asegurar que en lo que va de mes el Ejército ha liberado “más de 6.000 kilómetros cuadrados de territorio” en el este y el sur del país.
La viceministra de Defensa ucraniana, Hanna Malyar, aseguró por su parte que durante la contraofensiva habían sido liberadas “más de 300 localidades” en la región de Járkov.
Agregó que el objetivo de las fuerzas ucranianas es retomar por completo Járkov.
En su retirada de la región de Járkov el Ejército ruso dejó los territorios sembrados de minas y cadáveres, según el Estado Mayor General ucraniano. “El peligro de las minas en las ciudades y pueblos liberados sigue siendo alto, más de 70.000 kilómetros cuadrados en diez regiones están minados con municiones y explosivos”, afirmó, al denunciar que cada día “se registran hasta 200 sangrientos crímenes de guerra cometidos por los ocupantes rusos”.
Rusia ordena bombardeos “masivos” en Ucrania
Rusia afirmó ayer martes que ordenó bombardeos “masivos” en todas las líneas de frente en Ucrania y acusó a las fuerzas ucranianas de torturar y castigar a civiles en en los territorio srecuperados. Los ataques rusos se produjeron después de que sus fuerzas se vieran obligadas a retirarse de varias zonas del noreste de Ucrania, sobre todo en la región de Járkov por la contraofensiva relámpago lanzada por el ejército ucraniano.
Ucrania y Taiwán, dos temas en la reunión entre Putin y Xi
Los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y China, Xi Xinping, hablarán sobre el conflicto en Ucrania y las tensiones en torno a Taiwán en la reunión que mantendrán mañana jueves en Uzbekistán. “China aborda la crisis de Ucrania de manera equilibrada al asegurar que entiende los motivos que obligaron a Rusia a iniciar la operación militar especial”, comentó Yuri Ushakov, asesor del Kremlin.
La marcha de la guerra en Ucrania, en la que Rusia retiró recientemente sus tropas de la región de Járkov, limítrofe con el Donbás, será tratada “con profundidad”, explicó sobre la reunión en la histórica Samarcanda en el marco de la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS).
Recordó que la pasada semana Putin abordó ambos asuntos en Vladivostok con el presidente del Comité Permanente de la Asamblea Nacional Popular, Li Zhanshu. “Con él se abordaron algunos asuntos como Ucrania, Taiwán y otros. Ese debate, solo que a un más alto nivel y con una agenda más amplia, proseguirá en la reunión entre nuestros líderes”, explicó.
Ushakov resaltó que la reunión, que se producirá durante el primer viaje al exterior de Xi en más de dos años, tiene una “importancia especial” dada la “inquietud” que despierta la actual situación internacional.
Putin y Xi ya se reunieron en febrero pasado, tres semanas antes del inicio de la “operación militar especial” rusa en Ucrania.