Hallan cinco cadáveres dentro del yate que naufragó en Sicilia y buscan al último desaparecido

Los medios avanzan que dos de los cadáveres encontrados corresponden al magnate británico Mike Lynch y a su hija.

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Labores de búsqueda de las personas desaparecidas durante el naufragio del Bayesian.
Labores de búsqueda de las personas desaparecidas durante el naufragio del Bayesian.
Foto: AFP

EFE y AFP
Los equipos de emergencia italianos lograron este miércoles extraer cuatro cadáveres del interior del yate hundido en Sicilia y localizar a un quinto, mientras se afanan en buscar al último desaparecido y en las labores de identificación.

A lo largo de la tarde consiguieron sacar del velero cuatro cadáveres, trasladándolos en bolsas al cercano puerto de Porticello, mientras que las autoridades aseguran a EFE que se ha conseguido localizar un quinto cuerpo en el interior de la nave, que yace sobre el lecho marino siciliano a 50 metros de profundidad.

El yate Bayesian, de bandera británica, se hundió en la noche del lunes frente a las costas de la localidad de Porticello en medio de una fuerte borrasca, cuando en su interior había 22 personas, 12 pasajeros y 10 miembros de la tripulación.

Dentro disfrutaban de unas vacaciones el magnate británico de la informática Mike Lynch con algunos familiares y amigos.

De estos, quince personas lograron salvar su vida en el mar, como la propia esposa de Lynch, Angela Bacares, mientras que enseguida se confirmó la muerte del cocinero, Recaldo Thomas, canadiense nacido en la isla de Antigua.

Las autoridades confirmaron entonces la desaparición de seis personas: Lynch y su hija de 18 años, Hannah; el presidente del banco Morgan Stanley International, Jonathan Bloomer, y de su esposa Judy, y el abogado del magnate, Chris Morvillo y su mujer Neda.

Las labores de recuperación se vieron complicadas por la profundidad en la que se encontraba el yate y por la posición en la que quedó tras su repentino hundimiento.

Los buzos de los bomberos italianos consiguieron abrir un día después una vía de acceso pero procedían lentamente al disponer solo de una autonomía de doce minutos en cada inmersión. Por ello, decidieron potenciar la operación con un robot submarino.

Estos esfuerzos han permitido encontrar este miércoles a cinco de los seis desaparecidos en las estancias inundadas del yate, entre muebles y colchones, aunque solo cuatro cuerpos han sido llevados a tierra y posteriormente a la morgue para su identificación.

Los medios avanzan que se trata de los cadáveres del empresario Lynch, de su hija, de Bloomer y de Morvillo, aunque las autoridades prefieren por el momento guardar silencio y esperar a que los familiares, algunos supervivientes de la tragedia, los reconozcan.

De este modo, el balance provisional del hundimiento asciende a seis víctimas mortales, en lo que se busca al sexto desaparecido.

Entretanto, la Fiscalía de Termini-Imerese ha abierto una investigación para esclarecer el desastre y hoy interrogó durante más de dos horas en un hotel de la zona al capitán del velero, James Catfield, neozelandés de 51 años y uno de los supervivientes.

El relato de un capitán que rescató a los sobrevivientes

El capitán Karst Börner, cuyo barco estaba anclado en la localidad siciliana de Porticello el pasado lunes, aseguró hoy que "hizo lo que tenía que hacer" cuando rescató a 15 personas, incluida una niña de un año, aunque admitió que el rescate "fue traumático".

El capitán, de la provincia neerlandesa de Frisia, brindó los primeros auxilios a varios heridos graves y a una bebé de un año, a quienes rescató y trasladó de manera segura hasta tierra firme, después de que se hundiera el velero en el que se encontraban, en medio de una tormenta con fuertes ráfagas de viento.

"En un momento así, no piensas, simplemente haces lo que tienes que hacer", aseguró al canal regional neerlandés Omrop Fryslán, al que admitió que el rescate "fue traumático".

El yate Bayesian tenía un mástil de aluminio de 75 altura, que le habría resultado fatal
El yate Bayesian tenía un mástil de aluminio de 75 altura, que le habría resultado fatal
Foto: Vessel Finder

"El pronóstico del tiempo incluía tormentas eléctricas y eso puede ser extraño en el Mediterráneo", explicó Börner, que se levantó la mañana del lunes, junto a su tripulación, "algo preparados" para la previsión del tiempo.

En un momento dado, apareció una tromba marina, un tipo de tornado que no es muy fuerte y es más húmedo, pero que "fue fuerte e intenso", rememora. "Tuvimos dificultades para mantener el barco en su lugar con el motor y el ancla. El yate estaba detrás de nosotros. De vez en cuando mirábamos para ver dónde estaba. De repente, desapareció", explicó.

Inmediatamente después, revisó el radar y no vio señales del velero, y luego vio una bengala roja, por lo que subió con sus compañeros al bote auxiliar y se dirigieron al lugar del incidente. "Encontramos una balsa salvavidas con 15 personas, cuatro gravemente heridas y un bebé", recuerda. Los llevó a todos a su barco, los abrigó y secó, mientras sus compañeros llamaron a la guardia costera para dar aviso.

En el momento de la tragedia, el velero llevaba 22 personas a bordo —10 tripulantes y 12 pasajeros—, y 15 de ellos pudieron salvar su vida,incluida la niña Sophie, y su madre Charlotte Golunski, de 35 años.

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