Corea del Sur anunció ayer lunes un plan para compensar a sus ciudadanos que fueron víctimas del trabajo forzado impuesto por Japón durante la Segunda Guerra Mundial, una medida para mejorar las relaciones bilaterales que no está exenta de polémica.
Corea del Sur y Japón son importantes aliados de Estados Unidos en la región, pero sus relaciones bilaterales son tensas por el brutal mandato colonial japonés en la península coreana entre 1910 y 1945.
El plan para compensar a 15 surcoreanos que fueron obligados a trabajar sin remuneración para dos empresas japonesas durante el citado periodo ha despertado críticas por parte de algunas víctimas o sus familias.
Esto es porque se basa principalmente sobre un fondo financiado con dinero de empresas surcoreanas y no japonesas, aunque el plan es utilizar una fundación local para recibir donaciones de empresas surcoreanas que se beneficiaron del paquete de reparaciones japonés de 1965 para compensar a las víctimas.
En 2018, el Tribunal Supremo surcoreano reconoció el derecho de estas 15 personas a recibir indemnizaciones por parte de la acería Nippon Steel y la división de industria pesada de Mitsubishi y la decisión abrió la puerta a que, ante la negativa de ambas empresas a acatarla, las autoridades expropiaran activos de sus subsidiarias surcoreanas.
En represalia, Tokio impuso controles a la exportación a su vecino de tres materiales clave para la fabricación de chips y pantallas -dos de los principales puntales del músculo exportador surcoreano- y retiró a Seúl de su lista de socios comerciales preferentes, lo que hizo que la relación entre ambos viviera su peor momento en décadas.
Ayer mismo, aprovechando la presentación del plan de indemnización, Seúl anunció que retirará su protesta ante la Organización Mundial del Comercio por ese boicot y que ambos países mantendrán consultas bilaterales pronto para que la situación en el tema de aduanas retorne a la normalidad.
El ministro de Relaciones Exteriores surcoreano, Park Jin, dijo que espera que Japón responda “positivamente” a la decisión y que haya una contribución voluntaria de empresas japonesas.
“La cooperación entre Corea y Japón es muy importante en todas las áreas de la diplomacia a la economía y la seguridad, en medio de la grave situación internacional y la compleja crisis global”, declaró.
El ministro japonés de Relaciones Exteriores, Yoshimasa Hayashi, afirmó que su gobierno “valora” el anuncio surcoreano y que se trata de una forma de “restaurar relaciones saludables”. Pero también insinuó que Japón no volverá a emitir disculpas por este tema.
Tokio insiste en que un tratado de 1965, bajo el cual los dos países restablecieron relaciones diplomáticas con un paquete de reparaciones por 800 millones de dólares en donaciones y préstamos blandos, resolvió todos los reclamos de la era colonial.
La Casa Blanca celebró “un nuevo capítulo revolucionario de cooperación y de asociación” entre los dos países.
Con información de EFE y AFP