EFE, AFP
Un hecho histórico en México: por primera vez, dos mujeres, la opositora Xóchitl Gálvez y la oficialista Claudia Sheinbaum, competirán por la presidencia en las elecciones de junio de 2024. El peso simbólico de este hecho es relevante en un país donde cada día asesinan a más de 10 mujeres y el machismo persiste en la política.
El país se sacudió tras anunciarse el miércoles que Sheinbaum será la candidata presidencial del gobernante Movimiento Regeneración Nacional (Morena), que enfrentará a Gálvez, del opositor Frente Amplio por México. “¡Va haber presidenta de la República!”, exclamó Sheinbaum al cerrar su discurso.
Aunque aún falta que el opositor Movimiento Ciudadano (MC) defina su candidatura, ellas representan a las dos principales coaliciones políticas del país, por lo que México está más cerca que nunca de tener una presidenta en el próximo periodo.
Tanto Sheinbaum como Gálvez tienen como similitudes su amplia experiencia política, que rondan los 60 años y que cuentan con formación universitaria. Asimismo, cuentan como denominador común con no solo se han dedicado a la política. Sin embargo, las diferencias no son pocas.
Sheinbaum, nacida en la capital mexicana, ha presumido de que sus orígenes políticos vienen desde la infancia, pues sus padres participaron del movimiento estudiantil de 1968, lo que impulsó su activismo.
La candidata estudió Física en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En 1989 se adhirió al Partido de la Revolución Democrática (PRD) -del que el mandatario Andrés Manuel López Obrador fue candidato presidencial en dos ocasiones- y en 2017 ganó la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México por Morena, convirtiéndose en la primera mujer electa en ostentar este cargo.
Por otra parte, Gálvez es hija de indígenas otomíes del céntrico estado de Hidalgo y estudió Computación en la UNAM. Es empresaria y en el año 2000 inició su carrera política.
Así, El duelo entre Sheinbaum y Gálvez para suceder al primer mandatario promete ser un choque de orígenes, personalidades y estilos.
Gálvez retó además a Sheinbaum a hacer campaña por sí misma, sin ayuda del presidente, a quien le atribuyen un favoritismo por la exalcaldesa.
Sin agenda feminista
Por ahora, ninguna de las candidatas tiene como prioridad la agenda feminista. Gálvez no ha manifestado apoyo al movimiento y Sheinbaum, como jefa de Gobierno, ha tenido numerosos enfrentamientos con colectivos de este perfil.
Por lo tanto, para ambas será un pendiente cuando una de las dos llegue a la Presidencia, pues el movimiento feminista no hace más que crecer en México y sus exigencias de igualdad sustantiva cada vez son más fuertes.
En promedio diez mujeres son asesinadas diariamente en México, principal socio comercial de Estados Unidos y segunda economía latinoamericana después de Brasil, según datos oficiales.