Los dos terremotos que sacudieron Turquía y Siria el 6 de febrero, con un balance aún provisional de más de 42.000 muertos y 115.000 heridos solo en Turquía, ha tenido más de 7.000 réplicas, algunas de enorme fuerza, informó ayer martes el servicio de emergencias turco AFAD.
Según el director del departamento sismográfico de AFAD, Orhan Tatar, se puede hablar de tres terremotos diferentes, dos el pasado 6 de febrero, con epicentro en Kahramanmaras, de magnitudes 7,7 y 7,6 y uno, independiente de los otros dos, el lunes en Hatay, en la costa mediterránea, de magnitud 6,4.
En conjunto se han registrado 7.242 réplicas de estos tres sismos, de los que 41 han sido de magnitudes entre 5 y 6, es decir, terremotos de una fuerza que en Turquía normalmente se producen una decena de veces al año y causan pánico, aunque raramente víctimas. Otras 450 réplicas tenían magnitudes de entre 4 y 5, algo que ocurre unas cinco veces al mes en Turquía, normalmente sin provocar daños.
Los sismos con epicentro en Kahramanmaras han roto en cinco partes la falla geológica de Anatolia oriental, de 400 kilómetros de longitud, explicó el experto, moviendo en algunos lugares la corteza terrestre entre 7,2 y 7,3 metros. El temblor de ayer en Hatay, que corresponde a la falla de Antioquía, tuvo 116 réplicas, de las que la mayor, ocurrida tres minutos después, era de 5,8 grados, especificó Tatar.
En base a EFE