EFE,AFP
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, tachó ayer domingo de “vergüenza” las sanciones de la Unión Europea a sus políticas migratorias y propuso llevar a los inmigrantes a Bruselas, al participar en un acto en apoyo al vicepresidente de Italia, Matteo Salvini, por sus problemas judiciales.
“Hoy Hungría es el país más seguro de Europa (...) Nosotros no permitimos la entrada a inmigrantes ilegales, defendemos las fronteras porque cruzarlas sin permiso es un delito”, arengó en la localidad italiana de Pontida (norte), en el acto anual del partido de Salvini, la Liga, que en esta ocasión sirvió para respaldarle.
Salvini, vicepresidente de Giorgia Meloni, está imputado por los delitos de secuestro de personas y abuso de poder por haber impedido el desembarco durante 20 días de 147 inmigrantes rescatados en el mar por la ONG española Open Arms en 2019, cuando era ministro de Interior, en el marco de su férrea política antimigratoria.
La Fiscalía ha pedido para él la condena de seis años de prisión y el próximo 18 de octubre el Tribunal de Palermo (sur) celebrara una nueva audiencia en la que su abogada pronunciará su defensa final. La sentencia de primer grado se espera las próximas semanas.
Orbán, muy contrario a la migración y protagonista frecuente de numerosas divergencias con la Unión Europea (UE), animó a Salvini, su socio en el grupo ‘Patriotas por Europa’, y criticó a la izquierda y a los “burócratas” en Bruselas por el tema de inmigración.
“La izquierda europea y los burócratas de Bruselas castigan juntos a Hungría. Hemos tenido que desembolsar 200 millones de euros y cada día un millón porque no dejamos entrar a inmigrantes. Nos castigan porque no permitimos la entrada de inmigrantes ilegales y porque defendemos a Europa. Es una vergüenza”, sostuvo.
Y agregó: “Si continúan castigándonos, llevaremos los inmigrantes de Budapest a Bruselas y los dejaremos delante de las oficinas de Bruselas. Si quieren inmigrantes, que se los queden”.
Por otro lado, el primer ministro magiar, que irrita en Bruselas por sus contactos con la Rusia de Vladimir Putin, denunció que en la guerra de Ucrania la UE “se ha convertido en una parte beligerante”.
“La UE fue creada para la paz pero en vez de elegir la paz se ha convertido en una parte beligerante, mientras los burócratas de Bruselas arruinan la economía europea”, denunció.
Orbán también describió su país como “una isla” en medio de la “hegemonía” europea de la izquierda y defendió la familia formada por “un hombre y una mujer”, entre otros discursos.
Salvini
El vicepresidente del Gobierno italiano, Matteo Salvini, obtuvo ayer el respaldo de sus socios de la ultraderecha europea e internacional, en medio de un juicio en su contra por impedir el desembarco de inmigrantes del barco de la ONG española Open Arms en 2019. “Cuando me saqué el carné de militante de la Liga, como estudiante en 1990, jamás imaginé que algún día acabaría imputado en un tribunal. Sí, estoy siendo procesado, pero no estoy preocupado en absoluto, como mucho indignado y sorprendido”, confesó el político ante miles de seguidores reunidos en los prados de Pontida (norte).
Esta pequeña localidad es el bastión histórico de su partido, la Liga, pero en esta ocasión, lo que cada año es la convención anual de la formación, ha sido planteada como en una manifestación de apoyo al líder debido a sus problemas con la justicia.
Cuando Salvini impidió el desembarco durante 20 días de 147 inmigrantes rescatados en el mar por la ONG española Open Arms en 2019, era ministro de Interior y defendía una férrea política antimigratoria.
La Fiscalía ha pedido para él la condena de seis años de prisión y el próximo 18 de octubre el Tribunal de Palermo (sur) celebrará una nueva audiencia en la que su abogada pronunciará su defensa final. La sentencia de primer grado se espera las próximas semanas.
El político, con un semblante notoriamente serio, aseguró que él “siempre asume la responsabilidad” de sus acciones. Y entre ellas está su doctrina antiinmigración, con la que por entonces hostigaba a las ONG que salvan personas en el mar. “No soporto a quien escapa, huye o reniegan”, prometió rodeado de la plana mayor de su partido, entre presientes regionales, ministros y otros cargos controlados por la Liga.
Salvini terminó su discurso avisando que, más allá de cual sea el desenlace en el Tribunal de Palermo, podrá condenarle a él pero no a su movimiento político. “Aún en la hipótesis increíble de que al final la justicia italiana decidiera condenarme, yo cruzaría las puertas de la cárcel con la cabeza alta”, dijo Salvini ante sus afines de la extrema derecha europea.
Ultraderecha en Francia: Le Pen en contra de Barnier
La líder de la extrema derecha francesa, Marine Le Pen, juzgó ayer domingo que la “débil legitimidad democrática” del Gobierno del primer ministro, Michel Barnier, conducirá a su caída y a otras elecciones legislativas anticipadas, que legalmente podrán celebrarse a partir de julio de 2025.
“Pensamos que habrá elecciones en menos de un año”, declaró con una media sonrisa Le Pen, en un mitin celebrado en Niza (sur de Francia) dentro de la pre-campaña de su partido, Agrupación Nacional (RN), que recorrerá el país bajo el lema ‘Hasta la victoria’.
La candidata a las presidenciales de 2012, 2017 y 2022 estimó que su país necesita “un gobierno con una legitimidad fuerte”, mientras que el de Barnier cuenta con una “legitimidad extremadamente débil”.
Agrupación Nacional tiene, con sus 126 diputados, la llave de la continuidad del Ejecutivo de Barnier, pues este tiene solo el apoyo en la Asamblea Nacional de los macronistas, sus aliados centristas y los conservadores de Los Republicanos (LR), al que pertenece Barnier. Todos juntos suman apenas 210 de los 577 asientos del hemiciclo.