Elisabetta Piqué, La Nación/GDA
Un hombre causó indignación al viralizarse un video en el que se lo ve tallar su nombre y el de su novia con una llave en una milenaria pared del Coliseo romano mientras alguien lo filmaba. Días más tarde, fue identificado.

Se trata de Ivan Dimitrov, un joven búlgaro nacido hace 27 años en Roma que vive junto a su novia, Haylet Bracey, de 33 años en Bristol, Inglaterra, según descubrió el Daily Mail, en una información que justo coincidió con la identificación de los carabineros de la capital, indicó el diario italiano La Repubblica.

Según el medio británico, el joven, que podría pagar carísimo el “ultraje” del anfiteatro Flavio –cinco años de cárcel y 15.000 euros de multa-, es entrenador personal, aunque en el pasado también trabajó de repartidor. Su novia inglesa, de 33 años, sería la dueña de una empresa de alimento para deportistas. Los dos vivirían en Keynsham, periferia de Bristol, cerca del gimnasio de Longwell Green en el que trabaja Dimitrov.

Unos albañiles que hablaron con el Daily Mail y que están haciendo arreglos en su casa, declararon que Ivan y su novia están de vacaciones. “Se fueron la semana pasada y no regresarán antes de 15 días. Nos dijeron que iban a dar una vuelta por Europa”, dijeron.

La madre de Harley intentó negar el acto de vandalismo que si no hubiera sido filmado y subido a las redes sociales probablemente habría quedado en el anonimato: “No es posible, mi hija nunca pudo haber hecho algo por el estilo”, reaccionó, avergonzada.

La noticia generó en los últimos días una gran indignación, repudio generalizado y polémica, por la falta de controles. El Corriere della Sera, que el martes pasado incluso llevó el tema en su portada, aseguró que las imágenes del momento, filmadas por otro turista que subió el video a las redes sociales, fueron fundamentales para que las fuerzas del orden, tras una denuncia, identificaran a los transgresores.

En las imágenes se ve al vándalo de espaldas, con una mochila como cualquier turista, dejando grabado su amor por su novia, quien permanecía a su lado mientras él tallaba el nombre de ambos.

El ministro de Cultura italiano, Gennaro Sangiuliano, que había puesto el grito en el cielo y reclamado buscar a la pareja de turistas culpable de un acto “gravísimo”, manifestó gran satisfacción ante su identificación.

“Les estoy muy agradecido a los carabineros por haber rápidamente identificado al presunto responsable del gesto tanto incivilizado como absurdo, un acto que ofendió a todos aquellos en el mundo que aprecian el valor de la arqueología, de los monumentos y de la historia”, dijo. “Ahora espero que la justicia haga su curso aplicando rigurosamente las leyes. Si habrá un proceso, el Ministerio de Cultura se presentará como querellante”, agregó.

Adelantó, por otro lado, que el gobierno de derecha de Giorgia Meloni ya presentó un proyecto de ley en el Parlamento para que “quien ultraja nuestro patrimonio se vea obligado a responder en primera persona, también desde el punto de vista patrimonial: quien daña, paga”.