ENCUENTRO MUNDIAL
Cardenal alemán afirma que pisotearon derechos de las víctimas.
La Iglesia católica destruyó archivos sobre los autores de abusos sexuales, reconoció ayer sábado el influyente cardenal alemán Reinhard Marx durante la histórica cumbre en el Vaticano que aborda la lucha contra la pederastia.
"Los archivos que hubieran podido documentar estos actos terribles e indicar el nombre de los responsables fueron destruidos o incluso no se llegaron a crear", declaró el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana.
La dura denuncia del purpurado generó la inmediata reacción de una de las organizaciones de defensa de las víctimas de curas pederastas presentes en Roma para la ocasión.
"Eso es ilegal", comentó indignado el estadounidense Peter Isely, fundador de ECA (End Clergy Abuse) mientras participaba en una marcha este sábado en el corazón de Roma para exigir medidas inmediatas.
"El abuso sexual de niños y jóvenes se debe, en una parte no insignificante, al abuso de poder de la administración", aseguró el purpurado alemán, en su intervención ante los asistentes a la cumbre, entre ellos 114 presidentes de conferencias episcopales de todo el mundo convocados para hablar también del silencio y el encubrimiento de la pederastia por parte de la jerarquía eclesiástica.
"En lugar de castigar a los culpables, fueron las víctimas las que fueron reprendidas y silenciadas", lamentó.
"Los procedimientos y trámites fijados para perseguir esos delitos fueron deliberadamente ignorados, e incluso borrados o anulados", insistió.
"De hecho, los derechos de las víctimas fueron pisoteados y dejados al libre albedrío de individuos", denunció el cardenal.
El arzobispo de Múnich y Frisinga, conocido por sus posiciones progresistas, criticó que el "secreto pontificio" sea presentado a menudo como una justificación por la Iglesia y pidió que se levante para casos como el de los abusos sexuales perpetrados por curas, un pedido hecho por otros prelados durante los tes días de labores.
Apertura.
El cardenal pidió una mayor transparencia sobre los juicios que lleva a cabo la Iglesia y exigió que se divulguen el número de casos examinados por los tribunales eclesiásticos y detalles sobre los mismos.
El purpurado que se reunió el viernes en privado con 16 víctimas de abusos del grupo ECA, reconoció en una conferencia de prensa "la apertura y disponibilidad" de la jerarquía de la Iglesia a aceptar cambiar de mentalidad. "Es impresionante. En 40 años de vida religiosa no lo había visto", confesó emocionado.
La Iglesia católica alemana se disculpó oficialmente en septiembre de 2018 después de la publicación de un informe que revelaba agresiones sexuales a más de 3.600 menores, cometidas durante décadas por miembros del clero.
Marx pidió "disculpas" públicas tras conocerse el documento que contabilizó al menos 3.677 víctimas entre 1946 y 2014, en su mayoría menores de 13 años, que sufrieron abusos perpetrados por unos 1.670 clérigos.
"La desconfianza institucional conduce a teorías conspirativas sobre una organización y la creación de mitos sobre ella. Se puede evitar si los hechos se exponen de forma transparente", instó el religioso a los 190 miembros de la cúpula de la Iglesia presentes en la reunión del Vaticano.
La dura intervención del cardenal, transmitida en streaming, estuvo dedicada sobre todo a la necesidad de transparencia para recuperar el prestigio de la Iglesia.
"Los procedimientos legales correctos sirven para establecer la verdad y constituyen la base de un castigo proporcional al delito", subrayó el religioso.
El innstó por último a la jerarquía eclesiástica a "dar un paso valiente" hacia "la trazabilidad y la transparencia" no sólo en los casos de abusos sexuales sino también en "el sector financiero", otro tema candente para la Iglesia acusada de oscuras finanzas.
Reclamo.
La periodista mexicana Valentina Alazraki, quien es corresponsal de Televisa en Italia y el Vaticano desde hace 40 años, intervino ayer en los debates y apremió a los obispos para que colaboren con la prensa facilitando la información que conozcan porque "la falta de comunicación es otro abuso".
No le tembló la voz cuando los interpeló: "Nosotros hemos elegido de qué lado estar. ¿Ustedes, lo han hecho de verdad, o solo de palabra?. Creo que deberían tomar conciencia que cuanto más encubran, cuanto más sean como avestruces, cuanto menos informen a los medios y, por lo tanto, a los fieles y a la opinión pública, más grande será el escándalo".
Y añadió: "Podemos ser aliados, no enemigos. Les ayudaremos a encontrar las manzanas podridas y a vencer las resistencias para apartarlas de las sanas",
Alazraki aseguró que o la Iglesia se decide de manera radical a estar del lado de las víctimas o los periodistas "seremos sus peores enemigos".
Denunció que de la Iglesia se ha acusado de "que el escándalo de los abusos es culpa de la prensa, que es un complot de ciertos medios para desacreditar a la Iglesia. No deberían ustedes esperar a que una investigación periodística lo descubra, para responder a preguntas legítimas de la prensa, es decir, de la gente, de su gente", sostuvo.
"Es como un fantasma que los demás no pueden ver"
Un joven chileno víctima de abusos leyó su testimonio en la celebración penitencial que se ofició en la cumbre y recordó a los obispos que "un abuso es la mayor humillación que un individuo puede sufrir".
"Uno debe enfrentarse al hecho de tener conciencia de no poder defenderse de la fuerza superior del agresor. No se puede escapar de lo que sucede, pero se debe soportar, no importa lo feo que sea", dijo el joven que ahora vive en Alemania. "Lo que llevas dentro es como un fantasma, que los demás no pueden ver" y lo que más duele es "la certeza de que nadie te comprenderá. Esa certeza permanece contigo por el resto de tu vida". Tras su testimonio, el joven, que es violinista, interpretó una pieza ante los obispos y Francisco.