Incertidumbre en Alemania por quién ocupará el cargo de Angela Merkel

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Canciller alemana Angela Merkel. Foto: Reuters

UNIÓN EUROPEA

Todos los escenarios sobre su futuro más inmediato vuelven a ser posibles en una carrera sucesoria sin un candidato claro.

La renuncia por sorpresa de Annegret Kramp-Karrenbauer, candidata favorita a suceder a la canciller de Alemania, Angela Merkel, ha devuelto a la Unión Demócrata Cristiana (CDU) a la casilla de salida. Todos los escenarios sobre su futuro más inmediato vuelven a ser posibles en una carrera sucesoria sin un candidato claro y con la centroderecha alemana en busca de una nueva identidad tras 14 años de Merkel al frente del Ejecutivo y 18 como presidenta del partido.

La CDU busca su lugar en un escenario político tensado por la extrema derecha que engorda (sobre todo en el Este del país) y que reduce el espacio de los partidos tradicionales, obligados a redefinir sus estrategias políticas. Esa emergencia neopopulista y ultranacionalista se llama Alternativa para Alemania (AfD) e impacta de lleno en el partido conservador, que por su ala más a la derecha flirtea con la idea de relajar el férreo cordón sanitario que rige la política alemana y que impide alianzas con la extrema derecha. La crisis desatada en el Estado de Turingia, donde la CDU local contribuyó a forjar una mayoría política junto a los ultras, fisurando el cordón, precipitó la salida de Annegret Kramp-Karrenbauer -conocida como AKK- incapaz de controlar a los suyos, y ha dado pie a un periodo de introspección política en un partido que se plantea quién es y sobre todo, a dónde quiere ir.

Por eso, quién resulte elegido será mucho más que un candidato. Marcará la línea política en un partido que gobierna en una Gran Coalición con los socialdemócratas la mayor economía europea.

Búsqueda del candidato.

El objetivo es encontrar a un dirigente capaz de presidir el partido y de ser el candidato a las elecciones previstas para el otoño del Norte de 2021. Si la CDU siguiera siendo el partido más votado, sería además, el próximo canciller alemán. Según indicó AKK, el objetivo es que al candidato que se elija se le ceda el testigo del partido en el congreso que se celebrará en diciembre.

Quien salga elegido deberá convivir hasta el otoño de 2021 con Merkel, cuya figura amenaza con ensombrecer al candidato más brillante. Si el elegido no comulga con la línea centrista de la canciller, las tensiones podría precipitar las elecciones generales y el fin del cuarto y último mandato de Merkel.

Hay cuatro candidatos para suceder a Merkel.

1. Friedrich Merz. Abogado de 64 años, viejo enemigo de Merkel, que lo relegó en los años 90, Merz fue derrotado por AKK en la lucha por el liderazgo del partido en 2018. Merz es favorable a un giro hacia la derecha para recuperar a los electores conservadores que votan al partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD). Si accede a la jefatura de la CDU, Merz va a presionar a Merkel para que abandone el poder prematuramente.

2. Armin Laschet. Gobierna la región de Renania del Norte-Westfalia, donde está la federación más importante de la CDU. Cercano a Merkel, Laschet, de 58 años, tiene buenas relaciones con los sectores más conservadores del partido por su lucha contra las bandas criminales. Tiene además buena sintonía con el Partido Social Demócrata (PSD), socio de Merkel en el gobierno. “Armin Laschett debe luchar por la presidencia, si no quiere ser un tigre de papel”, declaró el vicepresidente socialdemócrata del parlamento Thomas Oppermann.

3. Jens Spahn. El joven y ambicioso ministro de Salud, cuyo trabajo es muy elogiado, se ubica en el ala derecha del partido y en el campo anti-Merkel, a quien no dudó criticar en 2015, cuando aún era poderosa, por su política migratoria. Sin embargo, su edad, 39 años, y su homosexualidad asumida públicamente pueden costarle votos en un partido muy conservador en los temas de sociedad.

4. Markus Söder. Presidente desde hace poco más de un año de la Unión Social Cristiana (CSU), el partido bávaro aliado de la CDU, Soder, de 53 años, defensor de los valores tradicionales cristianos intentó moderar su imagen, insistiendo en la defensa del medio ambiente. Fue uno de los primeros dirigentes de peso en condenar categóricamente la elección de un dirigente liberal en la región de Turingia (este) con el apoyo de la CDE y la extrema derecha.

Alemania, en la mente de todos

“Alemania y su liderazgo en el ámbito de la seguridad otra vez están en la mente de todos”, indicó Jan Techau, director del German Marshall Fund, en Berlín. “Todos esperan por Alemania”.

La incertidumbre sobre quién sucederá a Angela Merkel significa que Alemania mirará hacia adentro por varios meses, extendiendo una sensación de parálisis que resulta frustrante para sus liados en la Unión Europea y Estados Unidos. Una pequeña elite alemana que enfoca la política exterior, señala la necesidad de más pensamiento estratégico, más inversiones en tecnologías clave, una economía más verde y una eurozona más fuerte. Pero, el liderazgo político que pueda traducir eso en políticas está ausente. Techau señaló que “no hay sentido de urgencia”, y los desafíos externos solo están en el pensamiento de pocos.

Un país que prospera y se fortalece

No hay un sentido de urgencia porque a Alemania le va muy bien. Muchos germanos estiman que el gobierno de Merkel ha sido un tiempo de estabilidad y prosperidad. Jan Techau apunta que la idea de cambio es difícil de trasmitir a un pueblo que prosperó y mostró poder mediante el ejercicio de la moderación tras la II Guerra Mundial. “Alemania se hizo rica, poderosa, se reunificó y recuperó plenamente su soberanía”, señala Techau. “Los mismos países que nos dijeron que ejerciéramos la moderación nos dicen que debemos liderar. Los alemanes aún no compran esa idea”. La aversión al riesgo de Merkel es parte de las discrepancias que tiene con el presidente de Francia, Emmanuel Macron. Eso hace que la dirección de la UE posterior el Brexit sea menos clara. (Fuente: The New York Times)

Difícil imaginar el futuro tras el retiro de la líder admirada
Angela Merkel. Foto: AFP

“Hemos vivido durante un tiempo de nuestros logros y gloria, pero hemos sido lentos en adaptarnos a la digitalización y la Inteligencia Artificial”, considera Sophia Besch, del Centro de Reforma Europea. Angela Merkel es admirida y reverenciada como una líder que “hizo sentir seguros a todos”, indica Besch. “Pero su estancamiento comienza a confundirse con el de Alemania y resulta difícil dilucidar cuánto es a causa de ella y cuánto del Estado”.

Por cierto, no resulta claro quién liderará a Alemania después de Merkel.

Gurtram Wolff, un alemán que dirige el instituto de investigación económica Bruegel, en Bruselas, sostiene que debido al fracaso de Merkel para producir una transición ordenada, las principiles iniciativas en la Unión Europea probablemente no avancen hasta el otoño de 2021.

A su vez, Besch estima que “nadie puede imaginar a Alemania sin Merkel y nadie parece a la altura de la tarea. Hay angustia que también surge de eso”.

Alemania, tradicionalmente, ha actuado de manera reactiva y pragmática, con escasa visión estratégica, dice Henrik Enderlein, presideny profesor de economía política en la Hertie School, en Berlín. Después de la caída del Muro de Berlín y la reunificación, “el pensamiento alemán todavía no se ha recuperado de la idea de que si esperamos el tiempo suficiente, todo estará bien”, comentó. (Fuente: The New York Times)

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