BALOTAJE EN BRASIL
Este jueves Datafolha dará a conocer su última encuesta, un día antes del debate entre los candidatos al presidencia de Brasil.
El clima electoral es cada vez más tenso camino al balotaje del domingo en Brasil. El cruce de acusaciones y sospechas de fraude entre los comandos no cesa, mientras crece la expectativa por la última encuesta de intención de voto que se conocerá hoy jueves, un día antes del debate final entre Luiz Inácio Lula da Silva y Jair Bolsonaro.
Ayer miércoles, el presidente Bolsonaro insinuó que existe una maniobra en la Justicia electoral para favorecer a Lula.
En un concurrido mitin, Bolsonaro aludió a una denuncia que su campaña presentó ante el Tribunal Superior Electoral (TSE), según la cual decenas de radios dejaron de transmitir su propaganda gratuita, a la que tienen derecho todos los candidatos.
De acuerdo a la denuncia, se trata de 154.085 anuncios que no fueron transmitidos, sobre todo en el noreste del país, una región que es el fortín político de Lula.
“Soy víctima otra vez”, declaró Bolsonaro en la ciudad de Teófilo Otoni, en el estado de Minas Gerais, que constituye el segundo mayor colegio electoral del país.
“A donde debían llegar nuestras propuestas, nada llegó” y “ahí está el dedo del PT”, agregó en alusión al Partido de los Trabajadores, que postula a Lula.
La Justicia electoral, tras conocer las denuncias, exigió que sean presentadas pruebas, que la campaña de Bolsonaro entregó poco después de informar sobre el caso.
El diario OGlobo informó ayer que de las ocho radios acusadas por la campaña de Bolsonaro de haber difundido más anuncios de Lula, cuatro dijeron que no habían recibido material producido por el equipo del presidente y, por lo tanto, no lo dieron a conocer. Las otras emisoras fueron contactadas por el diario, pero hasta anoche no habían respondido.
Este mismo miércoles, aunque sin relacionarlo con la denuncia de Bolsonaro, el TSE despidió a uno de los responsables del centro de distribución de las propagandas de los candidatos a las emisoras de radio y televisión, que son las que tienen la responsabilidad de obtener los contenidos en una plataforma del organismo.
Según medios locales, el funcionario, identificado como Alexandre Gomes Machado, dijo que fue despedido “sin motivos aparentes” y se dirigió a la Policía Federal para pedir “protección”.
De acuerdo a las mismas fuentes, Gomes Machado declaró que había informado a sus superiores en el TSE sobre problemas en la distribución de las propagandas de los candidatos desde las elecciones de 2018.
Eso, sin embargo, fue desmentido por el TSE, que informó en una nota oficial que el despido del trabajador obedeció a “reiteradas prácticas de acoso moral, inclusive por motivación política, que serán debidamente investigadas”.
La alta polarización electoral ha contaminado también las relaciones laborales.
Hasta este martes ya eran 1.134 empresas denunciadas en el Ministerio Público del Trabajo (MPT) frente a las 98 que lo fueron en 2018, cuando ganó Bolsonaro.
Los sindicatos también están recibiendo un caudal enorme de demandas anónimas de trabajadores en esta recta final de campaña. La agencia EFE ha tenido acceso a cerca de 200 de ellas. Prácticamente todas relatan fuertes presiones, incluyendo amenazas de despido y chantajes, para votar por Bolsonaro.
Proceden de los más variados lugares, y hay desde empresas pequeñas hasta multinacionales, pasando por organismos públicos.
País dividido
Siete puntos separan las intenciones de voto de Lula, que tiene el 50%, y Bolsonaro, con el 43%, según la nueva encuesta Ipec divulgada el lunes 24 por TV Globo. Por el margen de error de más o menos dos puntos, la distancia entre los candidatos puede variar de cinco a nueve puntos.
El miércoles 19, el Instituto Datafolha reveló que Bolsonaro subió en una semana del 44% al 45% en las intenciones de voto, frente al 49% con el que se mantuvo Lula. La diferencia, considerando el margen de error de 2 puntos porcentuales, deja a ambos candidatos en empate técnico.
Hoy jueves Datafolha dará a conocer su última encuesta, un día antes del debate final entre Lula y Bolsonaro.
“Tenemos un país dividido y no solo dividido entre izquierda y derecha. Tenemos que analizar dónde esa división es más profunda para entender las razones. Si es en el plano religioso, eso implica costumbres; si es en el plano de las políticas públicas, implica una posición de defensa de más o menos intervención del Estado”, explicó a EFE el analista político José Luiz Niemeyer, del centro universitario Ibmec.
Lula obtuvo el 48,4% de los votos en la primera vuelta el 2 de octubre, y Bolsonaro el 43,2%.
Ambos acapararon casi el 92% de los votos entre once candidatos, en las elecciones más polarizadas de la historia de Brasil.
“Esa polarización es consecuencia de posiciones políticas totalmente distintas y del perfil de sus gobiernos; con diferencias que terminan reflejándose en otros asuntos, como religión y clase social”, dijo a EFE el analista Marco Antonio Carvalho Teixeira, de la Fundación Getúlio Vargas.
Los últimos sondeos muestran que Bolsonaro es el preferido en la región sur de Brasil, en la que tiene el 58% de la intención de voto contra 39% de Lula, así como en el centro y oeste país, en donde cuenta con el 54% y su rival, con el 39%.
Lula, en cambio, gana en el noreste, con el 67% del favoritismo contra el 29% del mandatario.
En la rica región sureste, la más poblada, por incluir los estados de San Pablo, Minas Gerais y Río de Janeiro y que cuenta con el 43% del electorado, Bolsonaro tiene el 50% y Lula el 43%.
Por religiones, los sondeos de intención de voto muestran que Bolsonaro es el preferido de los evangélicos (25% del electorado), entre los que tiene un 66% del favoritismo frente al 28% de Lula, mientras que el candidato del PT lidera entre los católicos (50% del electorado), con el 58% frente al 37% del presidente.
Igualmente hay una división según el nivel de ingresos, ya que Lula lidera, con un 57% frente al 37% de Bolsonaro, entre los que reciben hasta 2 salarios mínimos. El presidente es favorito entre los que ganan más de 10 salarios mínimos, con un 55% frente al 41% de Lula. (AFP, EFE y OGlobo/GDA)
Papa pide el fin del “odio y la violencia” en Brasil
El papa Francisco rogó ayer miércoles por el fin del “odio, la intolerancia y la violencia” en Brasil, a tres días del balotaje entre Jair Bolsonaro y Luiz Inácio Lula da Silva. “Pido a Nuestra Señora de Aparecida que proteja y cuide al pueblo brasileño”, dijo Francisco, mencionando a la patrona de Brasil, durante la tradicional audiencia general de los miércoles en el Vaticano.
“Que lo libere del odio, la intolerancia y la violencia”, añadió el papa, que saludó en portugués a “los peregrinos de lengua portuguesa” presentes en la plaza de San Pedro.
Temen que festejos del Flamengo dificulten el traslado de las urnas
La Corte Regional Electoral de Río de Janeiro está preocupada por la final de la Libertadores entre Flamengo y Athetico Paranaense, que se disputará el sábado en Guayaquil, Ecuador. La razón es que los festejos en caso de victoria del Flamengo, pueden dificultar el desplazamiento de los equipos que transportarán las urnas, informó el diario OGlobo. Está previsto que la delegación de Flamengo llegue a Río de Janeiro a las 8:50 horas del domingo.
Los jugadores de Flamengo, en un clima de fiesta y algarabía entre sus hinchas, embarcaron ayer miércoles rumbo a Ecuador. El conjunto carioca fue acompañado por centenares de hinchas desde su salida de la sede del club hasta el aeropuerto, donde otro nutrido grupo lo esperaba con cánticos y fuegos artificiales.
Por tratarse de un día laborable el número de seguidores no fue el mismo de otros festejos del Flamengo, el club más popular del país, que buscará este sábado en Guayaquil su tercer título de la Copa Libertadores.
El avión que despegó de Río de Janeiro realizará el vuelo directo, debido a que el Flamengo dispuso de una segunda tripulación para intercambiar en la mitad del trayecto y no tener que realizar escala técnica.
Otros dos vuelos chárter fueron contratados por el club para directivos, socios y familias. Uno salió también ayer miércoles y otro el mismo sábado, día de la final.