ESTADOS UNIDOS
Entre los inculpados se cuenta uno que tenía 11 cocteles molotov en un vehículo cerca del Congreso, así como otro que derribó a puñetazos a un policía y otro que ingresó con un revolver cargado.
Quince personas fueron inculpadas por el asalto al Capitolio de Estados Unidos, entre ellos el hombre fotografiado en la oficina de la líder demócrata Nancy Pelosi, informó ayer viernes el Departamento de Justicia.
“Anunciamos quince inculpaciones hechas por la justicia federal”, declaró en una rueda de prensa Ken Kohl, de la oficina del fiscal federal de Washington.
Entre los inculpados se cuenta uno que tenía 11 cocteles molotov en un vehículo cerca del Congreso, así como otro que derribó a puñetazos a un policía y otro que ingresó con un revolver cargado.
Otros arrestos e inculpaciones serán realizados. “Literalmente cientos de fiscales y agentes están trabajando en tres centros de comando las 24 horas y los siete días”, añadió Kohl.
El recién elegido legislador republicano Derrick Evans, de Virginia Occidental, también engrosa el grupo de presuntos participantes en el asalto que han sido acusados.
Alias "Bigo".
El hombre que en el asalto al Capitolio entró y se hizo fotografías en la oficina de Pelosi fue identificado como Richard Barnett. Ha sido acusado de entrada ilegal a un edificio restringido, conducta desordenada en el Capitolio y robar propiedad pública, por el correo de la legisladora que se llevó después de haber posado para los fotógrafos.
Barnett, de 60 años y conocido por el sobrenombre de “Bigo”, fue detenido en la ciudad de Little Rock, en Arkansas, informó el fiscal federal adjunto de Washington, Kenneth Kohl.
El individuo fue fotografiado sentado, con los pies sobre el escritorio de Pelosi, una imagen que rápidamente dio la vuelta al mundo como epítome del caos generado por los trumpistas en el Congreso.
En su página de Facebook, según los medios locales, Barnett ha defendido posturas cercanas al nacionalismo blanco y escribió que está preparado para una muerte violenta.
Más arrestos.
Los 15 detenidos hasta ahora son sólo los primeros, ya que se mantendrán los esfuerzos contra “los responsables de los actos criminales de violencia y destrucción desarrollados durante la violación del edificio del Capitolio”, dijo el director del FBI, Christopher Wray.
“Para ser claros, lo que ocurrió ese día no fue una actividad protegida por la Primera Enmienda (que garantiza la libertad de expresión), sino una afrenta a nuestra democracia”, agregó Wray.
Entre los detenidos está Lonnie Coffman, de Alabama, acusado de posesión de un arma de fuego no registrada y en cuyo vehículo la policía encontró “once artefactos explosivos conocidos como cócteles Molotov y armas de fuego”, informó el Departamento de Justicia.
También Christopher Alberts, de Maryland, quien llevaba “una pistola en la cadera, un chaleco antibalas”, una mochila con una navaja, una máscara antigás y un “botiquín de primeros auxilios”.
La Fiscalía General se dispone a abrir un caso criminal federal por la muerte del policía en estos incidentes.
El agente de la policía del Capitolio Brian Sicknick fue una de las cinco víctimas mortales del asalto perpetrado por los seguidores de Trump para interrumpir una sesión en la que se certificaba la victoria electoral del demócrata Joe Biden.