Redacción El País
Los expertos en historia de Egipto han compartido durante años la hipótesis de que las tumbas que se encuentran bajo las pirámides pertenecen solo a la nobleza. Sin embargo, un equipo de científicos hizo un sorprendente hallazgo en el yacimiento de Tombos: un grupo de esqueletos formado por funcionarios de menor estatus social y alta carga laboral, tal y como se desprende de su estudio publicado en Journal of Anthropological Archaeology.
"Nuestros hallazgos sugieren que las tumbas piramidales, que en su día se consideraban el lugar de descanso final de la élite, también podrían haber incluido personal de bajo estatus con alta demanda laboral. Respaldamos este argumento con datos comparativos de Egipto y Nubia", apuntan los investigadores. Además, agregan, "otras áreas de cementerios parecen incluir individuos con niveles de actividad más moderados".
Los esqueletos encontrados podrían pertenecer a funcionarios, escribas o artesanos, detalla National Geographic, profesiones que no se ajustan al patrón de la alta sociedad. La forma en que los investigadores lograron determinar sus trabajos fue a través del análisis de los signos de actividad física que presentaban los fallecidos. Y es que, a mayor trabajo y esfuerzo físico, más evidencia de que no gozaron de los privilegios de la realeza.
El lugar de los entierros y sus objetos
El estudio sugiere que, si bien el estatus social de un individuo "puede estimarse mediante el examen de prácticas mortuorias, como los ajuares y contenedores funerarios", "la ubicación del entierro dentro de la tumba, otros tratamientos y las perturbaciones pueden complicar la evaluación".

Particularmente, analizando los esqueletos encontrados en el cementerio occidental del yacimiento de Tomos, los científicos descubrieron que la mayoría de los individuos eran varones adultos jóvenes y tenían "niveles marcadamente altos" de actividad física, lo que sugería que comenzaron a trabajar a una edad temprana.
"Esto, además de los escasos ajuares funerarios y los ataúdes/envolturas de caña baratos, parece sugerir que algunos individuos del cementerio occidental pueden haber pertenecido a una clase socioeconómica más baja", especifican.
Como conclusión, los investigadores apuntan que no solo no se puede afirmar que las tumbas piramidales pertenezcan a la élite, sino que "los miembros más trabajadores de las comunidades se asocian con los monumentos más visibles".
Por ello, en la investigación —firmada por Sarah Schrader, Michele Buzon, Emma Maggart, Anna Jenkins y Stuart Tyson Smith— los expertos sugieren reanalizar los datos y seguir con excavaciones y análisis biomoleculares en la zona a fin de poder tener una comprensión más certera del pasado.