Inglaterra endurece su plan de subsidios a los desempleados

Crisis. Deben trabajar o pierden las ayudas

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LONDRES | AFP Y ANSA

El gobierno británico detalló ayer su nueva política de subsidios por desempleo y entre sus principales medidas figura la obligatoriedad del trabajo para quienes reciben este salario, con el objetivo de desestimular "la cultura del desempleo".

Al día siguiente de una multitudinaria manifestación de jóvenes en rechazo a las nuevas medidas de ajuste económico, el gobierno inglés dio las pautas de su polémica reforma de los subsidios por desempleo, que incluye poner a trabajar a quienes no lo hacen y cobran estas cuotas.

La principal iniciativa es la que hará perder a los parados su prestación durante tres meses si rechazan una oferta de trabajo, seis meses si rechazan dos y tres años si lo hacen por tercera vez.

Pero la medida más polémica de todas las anunciadas es aquella que obligará a los desempleados de larga duración a efectuar, durante 4 semanas, 30 horas semanales de labores comunitarias no remuneradas, como recogida de hojarasca o limpieza de grafitis. La pena en caso de oponerse sería perder la prestación que, según datos oficiales, reciben 1,5 millones de los 2,5 millones de parados del Reino Unido.

"Nos aseguraremos de que el trabajo siempre pague más que recibir subsidios", declaró el ministro de Trabajo y Pensiones, Duncan Smith, al presentar su proyecto en la Cámara de los Comunes.

Desde Seúl, donde participa en la cumbre del G20, el primer ministro David Cameron defendió esta nueva batería de medidas con las que sus promotores sugieren que podrían sacar a más de 800.000 personas de la pobreza.

"Trabajar tiene que pagar", dijo. "No se puede tener una situación en la que si alguien se levanta y va a trabajar, termina peor", explicó Cameron.

Como parte del plan, que entrará en funcionamiento en 2013 pero que llevará al menos una década hasta su aplicación completa, se reunificarán en un único subsidio llamado "crédito universal" la treintena de pagos por desempleo, incapacidad para trabajar, vivienda y subsidio por hijo.

Otra de las medidas anunciadas es el aumento del precio de las matrículas universitarias a partir de 2012, algunas de las cuales podrían triplicar el costo de los estudios.

Con todo esto, las autoridades buscan desalentar el "asistencialismo". "Hay generaciones de familias que no han trabajado por años y esto hay que cambiarlo. Estoy determinado a garantizar que mejore la situación de la gente por cada hora que trabaja y por cada libra que gana", subrayó Duncan Smith, quien remarcó que millones de personas quedaron "atrapadas" en un sistema que generó una "cultura del desempleo".

El Partido Laborista, opositor, dijo que apoyará el nuevo sistema, pero advirtió que es un mal momento para su aplicación, porque la población padece un índice alto de desempleo, que en septiembre trepó a 7,8 % anual.

Por su parte, uno de los sindicatos principales de trabajadores estatales, Unite, sostuvo que la reforma transformará a Gran Bretaña "en el EE.UU. de los desempleados que hacen fila para la gran olla de sopa".

El grupo Scope, que trabaja con aquellos que sufren de algún tipo de discapacidad, expresó temor porque el plan lleve a que miles de estas personas caigan en la pobreza.

EL PORQUÉ DE ESTA REFORMA

Las medidas anunciadas forman parte del plan del gobierno de David Cameron de ahorrar 130.000 millones de dólares en cuatro años. En concreto, con la reforma del plan de subsidios buscan ahorrar los US$ 8.000 millones que, según el ministro de Trabajo y Pensiones Duncan Smith, le cuestan anualmente al Estado el fraude y los errores en la factura de las prestaciones sociales. En el Reino Unido hay unos 5 millones de personas que reciben subsidios, según datos oficiales.

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