El peor final
La Justicia indaga si hubo negligencia en la caída a un pozo.
Después del trágico desenlace, las circunstancias de la caída de Julen, el niño español de dos años que murió el pasado 13 de enero al precipitarse al interior de un profundo y estrecho pozo, centran el interés de autoridades policiales y judiciales. El cuerpo sin vida del pequeño fue encontrado en la madrugada de ayer por los rescatistas cubierto de tierra a 71 metros de profundidad.
La autopsia practicada a Julen, fue remitida a la autoridad judicial aunque quedan pendientes algunas pruebas que se harán en los próximos días tras la recogida de muestras en el cuerpo del pequeño, revela que el menor sufrió politraumatismos y que su caída fue de pie. Sus brazos estaban hacia arriba, según indicaron fuentes cercanas a la investigación, que destacaron que el pequeño presenta erosiones compatibles con roces en la caída.
Una vez rescatado, "ahora se inicia la investigación" de las circunstancias de este "trágico suceso" y, sobre la existencia de algún tipo de negligencia en la caída del niño al pozo, indicó en Madrid el ministro español de Interior, Fernando Grande-Marlaska. Esa circunstancia, dijo, "la concretará la autoridad judicial competente", ya que aún no hay elementos "suficientemente contrastados para llegar a una conclusión".