SERÁ A PARTIR DEL 4 DE FEBRERO

Chinareveló ayer viernes la lista de mandatarios que acudirán el 4 de febrero a la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno, que además del ruso Vladimir Putin incluye a dos latinoamericanos: el argentino Alberto Fernández y el ecuatoriano Guillermo Lasso.

Varios países occidentales, encabezados por Estados Unidos, declararon un boicot diplomático y han decidido no mandar representantes políticos a estos juegos, que se celebrará del 4 al 20 de febrero, para denunciar la violación de los Derechos Humanos en China, sobre todo en la región de Xinjiang donde vive la minoría musulmana uigur. Sí que participarán los deportistas de sus respectivos países.

Ante la ausencia de occidentales, el régimen chino ha invitado a mandatarios amigos, algunos de los cuales también mantienen diferencias con Occidente y afrontan problemas respecto a los Derechos Humanos.

Entre ellos, destaca Putin, quien fue en septiembre el primer líder en confirmar su presencia en los Juegos Olímpicos. Su asistencia se produce en plena tensión en torno a Ucrania.

El hombre fuerte del Kremlin, que elogia de manera frecuente la relación de su país con China, mantiene estrechos vínculos con el presidente Xi Jinping, a quien se refiere como “querido amigo”, aunque los dos aliados no se han visto en persona desde el inicio de la pandemia.

Acusada desde 2015 de orquestar un sistema de dopaje institucional, Rusia está suspendida de las principales competiciones internacionales hasta finales de 2022. Sin embargo, los deportistas rusos considerados “limpios” de dopaje podrán participar en los Juegos Olímpicos bajo una bandera neutral.

En teoría, los mandatarios rusos, incluido Putin, tienen prohibido asistir a las competiciones salvo invitación del jefe de Estado del país anfitrión, como es el caso de China.

También está previsto una cumbre entre China y Rusia en Pekín el 4 de febrero.

Entre otros invitados figura el príncipe heredero saudita Mohammed ben Salman, sospechoso de estar detrás del asesinato del periodista saudita Jamal Khashoggi en Estambul en 2018. El presidente egipcio Abdel Fattah al-Sissi; el emir de Catar, el jeque Tamim ben Hamad al-Thani, y el príncipe heredero de Abu Dabi Mohammed bin Zayed, también asistirán a la ceremonia inaugural.

Asimismo, se espera la presencia del presidente de Kazajistán, Kasym Jomart Tokayev, tras los sangrientos enfrentamientos que fueron sofocados con la ayuda de Rusia y la aprobación de China.

Los presidentes de Tayikistán, Turkmenistán, Uzbekistán y Kirguistán también son esperados en Pekín.

El primer ministro de Pakistán Imran Khan también estará en la capital china. Pakistán es el punto clave del dispositivo ideado por Pekín para reforzar sus intercambios económicos y su influencia con el resto del mundo según ese proyecto.

En cuanto al vecino del norte, Mongolia, envía a su primer ministro Luvsannamsrai Oyun-Erdene, quien realizará su primer viaje a China desde su nominación en enero de 2021.

El presidente polaco, Andrzej Duda, será uno de los pocos jefes de Estado de un país de la Unión Europea que ha aceptado la invitación.

Entre los otros responsables europeos presentes figuran el presidente serbio Aleksandar Vucic, cuyo país mantiene vínculos estrechos con Pekín, el príncipe Alberto II de Mónaco, miembro del COI, y el Gran Duque Enrique de Luxemburgo.

El presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), el alemán Thomas Bach, también estará presente evidentemente en la ceremonia de apertura. Bach aterrizó en Pekín el pasado fin de semana y se reunió el martes con Xi Jinping después de pasar tres días de aislamiento. Antes de este encuentro, Xi Jinping no había mantenido ninguna reunión en persona con un alto mandatario desde hace casi dos años. Tampoco ha salido del país desde enero de 2020.

El rey de Camboya Norodom Sihamoni, la princesa de Tailandia Maha Chakri Sirindhorn, la presidenta de Singapur Halimah Yacob y el primer ministro de Papúa Nueva Guinea James Marape también están ente los invitados. (AFP, EFE)