AFP
El régimen de Irán anunció ayer viernes que pondrá en marcha una serie de “nuevas centrifugadoras avanzadas” en respuesta a la resolución de el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) que critica su falta de cooperación en materia nuclear. La moción del OIEA, presentada por Reino Unido, Francia, Alemania y Estados Unidos en la junta de esta organización, contó con 19 votos a favor entre los 35 países representados.
China, Rusia y Burkina Faso votaron en contra del texto, que contó además con 12 abstenciones. Venezuela no pudo participar en la votación.
Tras el voto, el representante de Irán criticó un gesto “motivado políticamente”, en declaraciones a AFP. “El jefe de la Organización de la Energía Atómica de Irán emitió una orden para tomar medidas efectivas, entre ellas el lanzamiento de una serie significativa de nuevas centrifugadoras avanzadas de varios tipos”, según un comunicado conjunto de este organismo y el Ministerio de Relaciones Exteriores iraní.
Las centrifugadoras son máquinas que enriquecen uranio transformado en gas, haciéndolo girar a muy alta velocidad.
“Paralelamente, la cooperación técnica y en materia de garantías con el OIEA continuará, como en el pasado”, en conformidad con los compromisos adoptados por Irán, precisaron las autoridades iraníes.
Behruz Kamalvandi, portavoz de la Organización de Energía Atómica de Irán, declaró que las nuevas medidas están principalmente relacionadas con el enriquecimiento de uranio. “Aumentaremos considerablemente la capacidad de enriquecimiento con el uso de diferentes tipos de máquinas avanzadas”, indicó.
Las medidas de represalia de Irán “podrán retirarse” si el OIEA da marcha atrás “o si se abren negociaciones”, declaró a AFP desde Teherán el politólogo Hadi Mohamadi.
El texto validado el jueves en Viena, de carácter simbólico por el momento, recuerda a Irán sus “obligaciones legales” en virtud del Tratado de No Proliferación (TNP), ratificado en 1970.
Los países promotores de esta medida denuncian que Irán está acumulando importantes cantidades de uranio altamente enriquecido con el que podría desarrollar un arma nuclear.
La resolución afirma que “es esencial y urgente” que Irán dé “respuestas técnicas creíbles” sobre la presencia de restos de uranio inexplicados en dos sitios no declarados.
Los países occidentales también reclaman “un informe completo” del OIEA para la primavera boreal de 2025.
Irán defiende el derecho a la energía nuclear con fines civiles, pero niega que busque desarrollar el arma atómica, aunque su programa nuclear no hace más que crecer.
El TNP obliga a los Estados signatarios a declarar y poner sus materias nucleares bajo el control del OIEA.
En 2015, Irán y las potencias mundiales firmaron un acuerdo que preveía un alivio de las sanciones internacionales a Teherán a cambio de garantías de no desarrollar un arma nuclear.
Pero Estados Unidos se retiró unilateralmente del acuerdo en 2018, bajo la presidencia de Donald Trump, y restableció fuertes sanciones contra Teherán. Como represalia, Irán aumentó considerablemente sus reservas de materiales enriquecidos y elevó el umbral al 60%, cerca del 90% necesario para fabricar un arma atómica y lejos del 3,67% establecido por el acuerdo. Además, desde 2021 Teherán restringió su cooperación con el OIEA, desconectando cámaras de vigilancia y retirando la acreditación a inspectores experimentados.