Israel, bajo presión internacional por situación de civiles, promete dejar entrar más ayuda a Gaza

El gobierno israelí aprobó el ingreso de ayuda por el paso de Erez, en el norte de Gaza, lo cual flexibilizaría el cerco que impuso a poco de lanzar su ofensiva contra Hamás.

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Ashdod: puerto del sur de Israel, habilitado para el ingreso de ayuda a la Franja de Gaza
Ashdod: puerto del sur de Israel, habilitado para el ingreso de ayuda a la Franja de Gaza.
Foto: EFE

AFP
Bajo presión internacional para aliviar la situación humanitaria en la Franja de Gaza, Israel anunció ayer viernes que autorizará la entrega “temporal” de más ayuda y admitió “errores” en el bombardeo que mató a siete cooperantes en el territorio palestino en el marco de su guerra contra la organización terrorista Hamás.

El gobierno israelí aprobó el ingreso de ayuda por el paso de Erez, en el norte de Gaza, lo cual flexibilizaría el cerco que impuso a poco de lanzar su ofensiva contra Hamás, en el poder en el enclave, en represalia por el ataque a Israel del 7 de octubre. También habilitará el puerto de Ashdod, a 35 km al norte de Gaza, y autorizó el aumento de la ayuda por el paso de Kerem Shalom, en el sur.

El ejército israelí reconoció por su lado una serie de “errores” en el bombardeo que mató a siete cooperantes (seis extranjeros y un palestino) el lunes en Gaza.

Esos anuncios se hicieron al día siguiente de que Estados Unidos, principal aliado y proveedor de armas de Israel, planteara por primera vez condicionar su apoyo a las medidas que adoptase para proteger a los civiles y a los trabajadores humanitarios en Gaza.

Los comandos que atacaron Israel el 7 de octubre mataron a 1.170 personas. También capturaron a más de 250 personas, de las cuales 130 siguen en Gaza, incluidas 34 que habrían fallecido.

El presidente estadounidense, Joe Biden, dijo que las medidas anunciadas se acordaban con lo que le había pedido el jueves al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

A la pregunta de si había amenazado con suspender la ayuda militar a Israel, el mandatario respondió al salir de la Casa Blanca: “Les pedí que hicieran lo que están haciendo”.

La ONU y la Unión Europea se mostraron más escépticas.

“No basta con medidas dispersas, necesitamos un cambio de paradigma”, afirmó el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, quien se dijo además “profundamente preocupado” por reportes de que Israel usa programas de inteligencia artificial para identificar blancos militares en Gaza.

“El anuncio de Israel de reabrir temporalmente el paso de Erez y de permitir la entrada de ayuda desde el puerto Ashdod no es suficiente”, escribió en X Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, la instancia que representa a los 27 Estados miembros del bloque.

El ataque que mató a siete voluntarios aumentó la indignación
El ataque que mató a siete voluntarios aumentó la indignación
Foto: AFP

“Error de apreciación”

Ante las dificultades de llevar ayuda por vía terrestre a Gaza, muchos países efectuaron lanzamientos de víveres con paracaídas.

La ONU, que advierte del riesgo de hambruna en este territorio de 2,4 millones de habitantes, insiste en que ese método no conseguirá sustituir el encaminamiento de ayuda por carretera.

Tras la muerte de los siete cooperantes de World Central Kitchen (WCK), fundada por el chef hispano-estadounidense José Andrés, varias oenegés suspendieron sus operaciones en Gaza.

El ejército israelí destituyó ayer viernes a dos militares, después de admitir que se cometieron una serie de “errores” en el ataque. Las tropas cometieron “un error de apreciación operacional de la situación”, tras haber visto a un supuesto “hombre armado de Hamás” disparar desde el techo de uno de los camiones del convoy de la oenegé, indicó una investigación interna del ejército.

El jefe de la diplomacia británica, David Cameron, aplaudió las conclusiones del ejército sobre la muerte de los trabajadores humanitarios, pero exigió un “examen independiente” sobre esa operación militar.

El Consejo de Derechos Humanos de la ONU, por su parte, exigió ayer viernes el cese de la venta de armas a Israel, invocando el riesgo de “genocidio” en Gaza.

Biden urgió también el jueves a Netanyahu a alcanzar un “alto el fuego” con Hamás, en un contexto de tensión ante una posible operación terrestre israelí en Rafah, en el sur, donde se hacinan 1,5 millones de personas desplazadas por los combates.

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