AFP, EFE
Israel prometió ayer que lanzará una ofensiva terrestre en la ciudad de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, pese a las negociaciones en marcha para alcanzar una nueva tregua en la guerra contra el grupo palestino terrorista Hamás.

Doha acoge una nueva ronda de negociaciones para un cese el fuego en las que participan expertos de Egipto, Catar, Estados Unidos e Israel y representantes de Hamás, informó una televisión egipcia.

Sin embargo, una eventual ofensiva contra la ciudad de Rafah, fronteriza con Egipto, solo se vería “demorada” en caso de alcanzar un acuerdo de alto el fuego, declaró el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en una entrevista con la cadena CBS.

“Si no tenemos un acuerdo, lo haremos de todos modos”, señaló Netanyahu, refiriéndose a la ofensiva contra Rafah, donde viven hacinados 1,4 millones de civiles, según la ONU. “Tiene que hacerse porque la victoria total es nuestro objetivo y la victoria total está al alcance, no a una distancia de meses, sino de semanas, una vez que comencemos la operación”, añadió.

Las conversaciones, según la cadena CBS, “aseguran el seguimiento de lo que se habló en París”, adonde se desplazó el viernes el jefe del Mosad, el servicio de inteligencia exterior de Israel, David Barnea.

El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, afirmó ayer domingo que los negociadores, reunidos en París, “llegaron a un entendimiento” respecto a “cuáles deberían ser los contornos básicos de un acuerdo sobre rehenes para un cese el fuego temporal”. “Tendrán que ocurrir discusiones indirectas de Catar y Egipto con Hamás, pues en última instancia tendrán que acordar liberar a los rehenes”, declaró.

El emir de Catar, Tamim bin Hamad al Thani, viajará a París esta semana para abordar las negociaciones en curso con el presidente francés, Emmanuel Macron.

Según trascendió, el plan contiene una tregua de seis semanas y un intercambio de entre 200 y 300 presos palestinos por 35 y 40 rehenes.

Tras un canje que tuvo lugar en noviembre, las autoridades israelíes calculan que aún hay 130 rehenes en Gaza, de los cuales 31 habrían muerto. Entre esos fallecidos, figura un soldado israelí de 19 años, anunció el ejército ayer.

Israel, que afronta presiones internas, exige “la liberación de todos los rehenes, empezando por todas las mujeres, y que dicho acuerdo no signifique el fin de la guerra”, reafirmó Tzachi Hanegbi, asesor de seguridad nacional de Netanyahu. El grupo palestino terrorista Hamás, en cambio, exige un “alto el fuego total” y una retirada de las tropas israelíes de Gaza.

El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, dijo ayer a CNN que los diálogos en París llegaron a un “entendimiento” sobre un posible acuerdo.

Las conversaciones que se reanudaron en Doha incluyen a representantes de Hamás.

“Estamos trabajando en eso (en un acuerdo). Es lo que queremos, es lo quiero. Porque queremos liberar a los rehenes que quedan”, dijo Netanyahu.

“No puedo decir si lo lograremos, pero si Hamás baja sus pedidos delirantes y los aterriza, tendremos el progreso que todos queremos”, añadió el primer ministro israelí.

Consultado sobre las exigencias de Estados Unidos para proteger a los civiles en Rafah, Netanyahu dijo que sus jefes militares le presentarían en las próximas horas un “plan dual; esto es, un plan para evacuar civiles y un plan para desmantelar los batallones remanentes (de los terroristas de Hamás)”.

Por su parte, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, aseguró que Israel está planeando “aumentar la potencia de fuego” contra el grupo libanés terrorista Hezbolá y aseguró que el Ejército aprovechará una eventual tregua con Hamás en la Franja de Gaza para aumentar el fuego en el norte contra este grupo chií.

Agregó que Hezbolá “no puede encontrar reemplazos para los comandantes” muertos en ataques israelíes, aunque no ofreció detalles sobre esa cuestión.