Redacción El País
El grupo terrorista libanés Hezbolá perdió ayer miércoles a su comandante Mohamed Niamah Nasser en un bombardeo israelí en el sur del Líbano, su segunda baja de alto rango en apenas tres semanas, lo que le llevó a lanzar en respuesta varios ataques de envergadura contra el norte de Israel.

Según confirmó a EFE una fuente cercana a Hezbolá que pidió el anonimato, Nasser era el líder de la Unidad Aziz de la formación armada, presuntamente una de las dos más importantes a cargo de la franja fronteriza con Israel donde se concentra el fuego cruzado iniciado el pasado octubre.

El comandante, conocido como “Hajj Abu Niamah”, falleció por el bombardeo de un dron israelí contra el vehículo en el viajaba por el área meridional de Al Housh, cerca de la ciudad de Tiro, de acuerdo con información de la Agencia Nacional de Noticias del Líbano (ANN).

Se trata del tercer alto mando del grupo fallecido a manos de Israel desde el comienzo de las hostilidades y del segundo en las últimas tres semanas.

El pasado 11 de junio, otro bombardeo israelí acabó con la vida del comandante Abu Taleb y de otros cuatro miembros del movimiento en una vivienda de Jouaiyya, lo que en las horas y días siguientes desató un fuerte incremento de la violencia fronteriza.

Como ya ocurrió tras el asesinato de Abu Taleb el mes pasado, Hezbolá respondió ayer miércoles a la muerte de Nasser con cuatro ataques de envergadura contra objetivos militares israelíes.

La primera acción del “proceso de respuesta” fue el lanzamiento de un centenar de cohetes tipo Katyusha contra la sede de “la comandancia de la División Golani 210 en el cuartel Nafah, y el cuartel general de la defensa antiaérea y antimisiles en el cuartel de Kela”, aseguró Hezbolá en un comunicado.

Poco después, el grupo chií anunció otro ataque con proyectiles de fabricación iraní Falaq, esta vez contra otras instalaciones del Ejército israelí en Kiryat Shmona, también en el norte del Estado judío.

Asimismo, a media tarde, el cuartel de Kela volvió a ser objetivo de un segundo lanzamiento de cohetes Katyusha, mientras que unos seis minutos más tarde impactaron en el cuartel de Zarit misiles de alto calibre tipo Burkan, la cuarta acción del día en respuesta al bombardeo de Al Housh.

La nueva escalada se produce en medio de renovados temores al estallido de una guerra abierta entre Hezbolá e Israel, después de que las autoridades israelíes elevaran el tono de sus amenazas al respecto en las últimas semanas.

El Ejército israelí también ha estado intensificando sus entrenamientos en el norte del país, la región que hace frontera con el Líbano y donde se concentra su fuego cruzado con la formación chií, el peor desde la guerra librada por ambos en el verano de 2006. [EFE]