Poco antes de la medianoche en Israel, el primer ministro informó al presidente Reuvén Rivlin que no podía formar un Gobierno.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, no pudo presentar un Gobierno de coalición anoche, cuando expiró su mandato para lograrlo después de las elecciones del 23 de marzo, lo que mantiene el bloqueo político de más de dos años en Israel.
Poco antes de la medianoche en Israel, Netanyahu informó al presidente Reuvén Rivlin que no podía formar un Gobierno.
Netanyahu no solicitó los 14 días adicionales que podía requerir, por lo que el presidente otorgará el mandato a otro candidato, que podría ser el centrista Yair Lapid del partido Yesh Atid (Hay Futuro), o bien traspasar la tarea al Parlamento israelí (Knéset).
Hoy miércoles, Rivlin “se pondrá en contacto” con los partidos con representación parlamentaria para “la continuación” del proceso de formación de Gobierno, dijo un portavoz del jefe de Estado.
El actual primer ministro -que ganó los comicios del 23 de marzo, pero sin mayorías parlamentarias- obtuvo hace 28 días el mandato para intentar crear coalición, pero tras casi un mes no consiguió avances significativos ni obtener el apoyo de 61 diputados en un Parlamento de 120, el mínimo necesario para gobernar. Junto a su partido, Likud, sus socios ultraortodoxos -Shas y Judaísmo Unido de la Torá- y el ultraderechista Partido Sionista Religioso, consigue 52 escaños, insuficientes, y sin haber podido acordar con la formación ultraderechista Yamina o el partido islamista Raamn, para sumar en una compleja coalición.
En la situación actual, analistas y medios apuntan que Rivlin podría asignar la tarea de formar Gobierno al centrista Lapid, que quedó segundo en los comicios. Lapid -que tampoco tiene una mayoría clara- encabeza el “bloque del cambio”, una amalgama de más de siete formaciones de ideología muy diversa que van de la ultraderecha, centro e izquierda, pero están unidas en su oposición a Netanyahu.
Otro escenario posible sería que Rivlin no otorgue el mandato a ningún diputado en particular, sino a la Cámara, permitiendo que cualquier miembro de la Knéset intente obtener una mayoría en 21 días. Si esto tampoco funciona, habrá elecciones, por quinta vez en dos años y medio.