Redacción El País
Un portavoz del ejército israelí remarcó ayer lunes que Hamás utiliza desde hace años con fines militares las instalaciones del principal hospital de Gaza, el de Shifa, en respuesta a las críticas de la ONU y la OMS por bombardeos en las cercanías de esas infraestructuras.
“Tenemos conocimiento de instalaciones militares de Hamás directamente debajo del hospital”, aseguró el portavoz de las Fuerzas de Defensa Israelíes Jonathan Conricus, en una rueda de prensa telemática para la prensa acreditada ante la ONU en Ginebra.
El uso de instalaciones civiles como el hospital para fines militares debería ser condenado por la OMS, añadió el portavoz, quien agregó: “Nos preocupan los pacientes que son tratados allí, porque ese uso les pone en peligro”.
Conricus aseguró que las fuerzas israelíes mantienen su estrategia de “golpear allí donde haya un objetivo militar y donde haya presente un alto comandante de Hamás, priorizando el norte de Gaza y la capital”.
Respecto a las críticas de las organizaciones humanitarias por no permitir la entrada de combustible en Gaza, el portavoz aseguró que “Hamás almacena combustible y agua para sus propios propósitos, y es la que niega que haya un flujo de suministros humanitarios”.
El portavoz señaló que, en este sentido, Hamás utiliza ese combustible para alimentar el suministro eléctrico y la ventilación de los túneles subterráneos con los que opera en Gaza con el fin de ocultarse de las fuerzas israelíes.
“La guerra continuará hasta que podamos desmantelar a Hamás y devolver la seguridad a nuestras comunidades cercanas a la Franja”, concluyó la fuente militar.
El único centro sanitario que atiende a pacientes de cáncer en la Franja de Gaza, controlada por Hamás, habría sufrido daños materiales tras un ataque israelí.
El director del Hospital de la Amistad Turco-Palestina, Subhi Sekik, dijo en un comunicado que se trata del segundo ataque contra el centro y que ha ocasionado “grandes daños” que han afectado a su sistema electromecánico y ha puesto en peligro las vidas de los pacientes. Este centro dejó de funcionar parcialmente hace casi dos semanas por la falta de combustible y electricidad. (EFE)