Cientos de personas se preparaban ayer a pasar la noche en refugios tras el fuerte sismo que sacudió el noreste de Italia, causando la muerte de al menos seis personas y devastando fábricas y monumentos históricos de la región de Ferrara.
Después de un fin de semana marcado por el terror ante el atentado el sábado contra una escuela del sur de la península que causó la muerte de una adolescente y dejó cuatro chicas heridas gravemente (ver página A3), y ayer apabullado con la noticia del terremoto, el jefe de gobierno Mario Monti decidió anticipar su regreso de la cumbre de la OTAN que se celebra en Chicago (EE.UU.).
"En estos momentos el país debe estar unido y cercano a quienes sufren", pidió Monti, quien declararía el estado de emergencia en Emilia-Romaña tras su regreso hoy.
El noreste de Italia, una de las regiones más industrializadas y pobladas de la península, se despertó de madrugada sacudido por el sismo, ocurrido a las cuatro de la madrugada, cuya magnitud fue de 6 y con epicentro localizado a unos 5 kilómetros de profundidad en Finale Emilia, 36 km al norte de Bolonia, provincia de Módena.
Según un balance provisional, al menos seis personas murieron por los derrumbes, todos obreros que pernoctaban en las sedes de las fábricas en las que trabajaban.
Uno de ellos es un marroquí de 29 años, quien murió al desplomarse un galpón de una fábrica de poliestireno en Ponte Rodoni di Bondeno, en Módena. Otros dos son italianos que trabajaban en una fábrica de cerámica en San`Agostino, Ferrara, entre las localidades más afectadas.
El cuerpo de otro obrero, que se encontraba dentro de una herrería, fue hallado por los bomberos atrapado entre los escombros de la fábrica Tecopress de Ferrara.
Otras dos personas, una anciana de más de cien años y una mujer de 37 años, de nacionalidad alemana, fallecieron por un ataque al corazón producido por el pánico.
Unas 50 personas resultaron heridas en la región de Ferrara, aunque ninguna de gravedad.
HORROR. "Sentía la casa temblar, los muebles se movían, los objetos caían, la gente corría como loca", contó Claudio Bignami, un pensionista que reside en San Carlo, a las afueras de Ferrara.
"Qué miedo, sentí mucho miedo", confesó Alda Bregoli, otra pensionista, quien prefirió deambular en pijama todo el día. "No puedo ni quiero entrar a mi casa", dijo.
El inmenso patrimonio cultural de la región sufrió "notables daños", según una nota del ministerio para los Bienes Culturales, que registró desprendimientos y grietas en varias iglesias importantes de Ferrara, entre ellas la de San Carlo y de Santa Maria in Vado.
Como un señal premonitorio, las agujas del Reloj antiguo de la torre San Agustín señalan las 4:04, la hora exacta del movimiento telúrico.
Italia cuenta con un patrimonio artístico inestimable, cuya fragilidad fue evidente durante los terremotos de septiembre y octubre de 1997 en Umbría y Marcas, dos regiones del centro.
Una niña de cinco años fue rescatada de los cúmulos de piedra en Finale Emilia gracias a una llamada telefónica hecha desde Estados Unidos a la policía por un pariente. El sismo se sintió en todo el noreste de la península, incluso en Turín, Milán y Venecia. Unas 3.000 personas han sido evacuadas.
LA CIFRA
3.000
Son las personas que fueron evacuadas por el temblor, de magnitud seis, que sorprendió ayer al noreste de Italia.