Redacción El País
A pesar de que el gobierno de Italia ha hecho cambios en los últimos días que reducen las posibilidades de obtener la ciudadanía del país, en muchas regiones de su territorio están ansiosos por que la gente se mude allí.
Ollolai y Penne son solo dos de los pueblos que en los últimos años han ofrecido "casas por 1 euro" a cambio de aumentar su población y reconstruir sendos cascos históricos. Pero en la región de Trentino, al norte de Italia, la propuesta incluye una "acción experimental": paga 100.000 euros (aprox. US$ 108.552) a quienes conviertan la región en su hogar.
Trentino, está rodeado por los Alpes y es una región montañosa con valles, ríos y lagos. Incluye partes de los Dolomitas, una de las cadenas montañosas más impresionantes de Europa. También tiene viñedos y hermosos lagos.
100.000 euros para mudarse a Italia: las condiciones
El ayuntamiento de Trento ha destinado 10 millones de euros (US$ 10.857.586) a la renovación de viviendas en la zona.
En las 33 localidades de Trentino que se consideran para el proyecto, "hay más casas abandonadas que ocupadas", apunta Independent. Así, el gobierno de la región ofrece 80.000 euros (US$ 86.860) para renovaciones de casas y 20.000 euros (US$ 21.715) para comprar una propiedad vacía.
El plan tiene una condición: para firmar el acuerdo, los nuevos residentes deben prometer vivir o alquilar la propiedad durante 10 años o devolver la subvención. Además, los menores de 45 años que ya residan en la región no pueden adherir al proyecto.
Según dijo a Independent el presidente de Trento, Maurio Fugatti, este proyecto tiene por objetivo "fortalecer la cohesión social" en la zona.
Nueva limitación para tramitar la ciudadanía italiana
El gobierno italiano de Giorgia Meloni restringió a fines de marzo las condiciones de naturalización por derecho de sangre, limitando ahora esta posibilidad a dos generaciones, una medida que afecta a los descendientes de emigrantes en países de América Latina.
Se requiere a partir de ahora tener padre o abuelo nacido en Italia para solicitar la ciudadanía, cuando antes era suficiente un bisabuelo o un tatarabuelo, según la reforma de la "Ius sanguinis" adoptada en el consejo de ministros.

Las condiciones deberán ser aun más duras, pues después "se impondrá a los ciudadanos nacidos y residentes en el extranjero" y naturalizados italianos "mantener lazos reales con nuestro país, ejerciendo los derechos y los deberes de los ciudadanos al menos una vez cada 25 años".
Según un cálculo del ministerio italiano de Relaciones exteriores, con la ley que estaba en vigor hasta ahora, entre 60 y 80 millones de personas en el mundo podían reclamar la nacionalidad italiana.