BRASIL
El candidato del Partido de los Trabajadores busca los votos de los evangélicos.
A poco más de una semana para la segunda vuelta del domingo 30 para definir la presidencia en Brasil, Jair Bolsonaro se puso a solo cuatro puntos de Luiz Inácio Lula da Silva.
De acuerdo a una encuesta divulgada ayer miércoles por el Instituto Datafolha, si las elecciones fueran ahora Lula obtendría el 49% de los votos y Bolsonaroel 45%. Un 4% de los electores votaría en blanco o nulo y tan solo el 1% está indeciso.
En comparación con la encuesta de la semana pasada, realizada el 14 de octubre, Lula se mantuvo con el 49% de las intenciones de voto, Bolsonaro pasó del 44% al 45% y los votos blancos y nulos se redujeron del 5% al 4%.
La encuesta se realizó entre el lunes y ayer miércoles, después del debate del último domingo; tiene un margen de error de 2 puntos porcentuales.
De acuerdo con Datafolha, si se tienen en cuenta solo los votos válidos, que excluyen los nulos y los blancos como lo hace la autoridad electoral al hacer el escrutinio, Lula puede ser elegido presidente con el 52% de los sufragios frente al 48% de Bolsonaro.
Una tercera forma de ver los resultados de la encuesta de Datafolha es a través de respuestas espontáneas, cuando los votantes tienen que decir a quién votarán sin que les digan los nombres de los candidatos. Lulaaparece con el 47%, y Bolsonaro suma el 44%. La semana pasada, Lula tenía el 46%, mientras que Bolsonaro el 41%. La diferencia entre ambas pasó de cinco a tres puntos porcentuales en el período.
La nueva encuesta de Datafolha también mostró a Lula con un 46% de rechazo, mientras que Bolsonaro tiene el 50%.
El lunes, el Instituto Ipec, otro de los principales centros demoscópicos de Brasil, divulgó una encuesta en la que Lula aparece con el 50% de las intenciones de voto, 7 puntos por encima de Bolsonaro (43 %).
En la primera vuelta de las presidenciales, realizada el 2 de octubre, Lula fue el más votado, con el 48,4% de los sufragios, y Bolsonaro recibió el 43,2%.
No al aborto
Lula se reunió ayer miércoles con evangélicos para asegurarles que defenderá la libertad de culto y que está en contra del aborto. En el encuentro, realizado en San Pablo, el candidato del Partido de los Trabajadores (PT) difundió una carta en la que se comprometió a mantener el libre funcionamiento de los templos.
“Mi gobierno no adoptará ninguna actitud que perjudique la libertad de culto (...) ni obstaculice el libre funcionamiento de los templos”, dice el texto.
Hacia la segunda vuelta del 30 de octubre, Lula intenta conseguir electores entre evangélicos, segmento que representa casi un tercio de los 213 millones de brasileños, y apoya mayoritariamente a Bolsonaro.
Lula reafirmó su posicionamiento “contra el aborto”, que algunos bolsonaristas ponen en duda y es una preocupación entre los evangélicos, que rechazan esa práctica.
“Nuestro proyecto de gobierno tiene un compromiso con la vida plena en todas sus fases (...) Estoy personalmente contra el aborto”, indicó Lula.
Bolsonaro tiene 65% de las intenciones de voto entre evangélicos, contra 31% de Lula, según una encuesta del Instituto Datafolha del viernes.
Lula encabeza las encuestas con 57% entre católicos, alrededor de la mitad de la población, contra 37% de Bolsonaro, según Datafolha.
Sin citar directamente a su rival en el balotaje, Lula denunció en la carta “el uso político de la fe” con “fines electorales” y recalcó que su gobierno “jamás usará símbolos de su fe para fines político-partidarios”.
“Si el pastor quiere hacer política, que vaya a la calle, pero no puede ir a la iglesia”, aseguró Lula durante su discurso ante un centenar de evangélicos reunidos en un hotel de San Pablo.
Declarado católico, Lula también manifestó su “respeto y admiración” por la fe de los evangélicos e insistió en la importancia de la familia, una de las principales banderas de Bolsonaro, férreo defensor de los valores cristianos.
“La familia para mí es algo sagrado”, subrayó Lula, acompañado por algunos evangélicos, como la diputada electa y exministra Marina Silva.
La “Carta a los evangélicos” pareció ser inspirada en la misiva suscrita por Lula en 2002 para apaciguar los ánimos de los inversores, nerviosos ante su inminente llegada al poder.
Lula se comprometió entonces con el equilibrio fiscal y las cuentas públicas, convirtiéndose así en el consentido de los mercados tras haber sido por años el temido izquierdista cuya llegada al poder provocaría una fuga sin precedentes de capitales de Brasil.
Niegan auditoría de FFAA a las urnas
El presidente Jair Bolsonaro negó ayer miércoles que el Ministerio de Defensa haya hecho una auditoría de las urnas electrónicas usadas en la primera vuelta de los comicios, el pasado 2 de octubre.
“Las Fuerzas Armadas no hacen auditorías”, declaró Bolsonaro a periodistas, consultado sobre una decisión del Tribunal Superior Electoral (TSE) que emplazó al Ministerio de Defensa a presentar el informe de las pruebas que supuestamente realizó en las urnas el mismo día de la primera vuelta.
El 2 de octubre, Bolsonaro tuvo 3,2% de los votos, frente al 48,4% de Luiz Inácio Lula da Silva.
Tras la primera vuelta, Bolsonaro llegó a decir que esperaría “el informe” de las Fuerzas Armadas para opinar sobre la transparencia del proceso.
Dos días después, el TSE informó de que no había sido detectada ninguna irregularidad, pero aún así el Ministerio de Defensa se ha mantenido en silencio sobre sus pruebas, que según la prensa local le han sido entregadas en privado a Bolsonaro. Este martes, ante esas versiones, el TSE emplazó a los militares a hacer públicos esos informes.